Relato 25

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Relato por Rubius:

  ¡Sí! Qué bien Rubén, no se te ocurrió mejor excusa que decir que me estaba resfriando y que por eso me atoré. ¡Soy gilipollas! Pero agradezco que el móvil de Mangel comenzó a sonar por lo que fue a contestar y yo aproveché de pensar: ¿qué cojones le diría? O sea, si le dio que fue con Ema pensará cualquier cosa; pero tampoco quiero mentirle. No sé cuánto tiempo estuve pensando esto…

-¿Rubiuh?- ¡Hostia puta! Casi me da un ataque al corazón. Lo miré y traté de verme normal.

-¡Oh! M-Mangel… L-Lo siento, quedé en la nada.- ¡Muy normal! Claro… En eso me cuenta que le ha contado lo nuestro a su madre. ¿Qué me cuentas tío? -¿Y qué dijo al respecto?

-Le ha parecio’ buena idea. Noh apoya; y quiere que vaya a cuidah a Isa ehte fin de semana.- En eso, suspiró.- Te iba a pedih que me acompañarah, pero como dijihte que te ehtaba rehfriando mejoh te dejo en casa pah’ que dehcanseh.- Joder, ahora me siento una total mierda. Quiero acompañarlo, pero debo admitir que ese tiempo a solas me ayudaría a despejar mi mente. Me disculpé y dijo que no importaba. ¡Ay mi Mahe! Siempre tan considerado. Mientras comíamos y hablábamos, llegó el tema nuevamente. - ¿Me diráh ahora con quién salihte?- Mierda.

-Salí con Ema. Me pidió ayuda para… Para ver qué hacer con el tío ese, su ex.- Traté de disimular los nervios.

-Ah…- Joder, creo que no se lo ha creído del todo. Luego le conté lo de Panda y ese tema por fin acabó. Quiero pero no quiero que llegue el viernes. ¡Coño!

-

  Me desperté por la puta alarma del móvil. ¿Qué hora…? ¡Ah, claro! Las 11 Am y miré el día: viernes. Me levanto como puedo y voy al cuarto de Mangel, quién aún sigue dormido.

-Mangel…- No reaccionaba.- ¡Mangel!

-¡Que me deje coño!- Se gira y pone la cabeza contra la almohada. ¡Aiins que mono! Me senté en el borde de la cama, le acaricié el cabello y acerqué mi cara a la suya. Le di un tierno beso en la mejilla y le susurré:

-Despierta dormilón, que debes ir a cuidar a tu hermana.- Se movió y me miró con una sonrisa. ¡Ay como me mata este hombre!

-Buenoh díah Rubiuh.- Se sentó en la cama y me abrazó. Le seguí el abrazo, impregnando mi nariz con su acogedor aroma y memorizándolo en mi mente.- ¿Qué hora eh?

-Son las 11 Am más o menos…- Nos separamos y nos sonreímos.  Fuimos a la cocina para hacer el desayuno y comerlo ahí mismo.

-¿Seguro que ehtará bien el fin de semana solo?

-Sí, no te preocupes. Enserio.- Le sonreí, pero no sabía ciertamente si estaré bien o no.  Luego de terminar el desayuno, Mangel se fue a la ducha y yo me fui a mi cuarto a jugar un poco. Espero que estos días me ayuden en algo…

  Pasado un rato, él salió de la ducha y se fue a vestir. Suspiré al saber que ya se irá y yo me quedaré solo. ¡Pero vamos! Que será lo mejor, pensaré y me daré cuenta que sólo amo a Mangel, y nadie dirá lo contrario. Me dediqué a refrescar mi mente en una ducha ahora que Mangel estaba en su habitación, así empezaré toda esta meditación.

  Al terminar de ducharme, salí y me fui a vestir poniéndome lo típico. Mientras trataba de acomodar mi cabello, tocaron la puerta de mi habitación.

-Rubiuh, ya me tengo que ir.- Me acerqué a él y lo acompañé a la puerta, para luego darle un fuerte abrazo.

-Buen viaje Mangel. Espero que la pases bien allá.

Fanfic: "¿Realmente sólo amistad?" [Rubelangel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora