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___ no volteó su mirada, no se consideraba uno en realidad, solo era inteligente y responsable por naturaleza, algo que Seungyoun carecía. — Te estoy hablando, nerd imbécil.

— Y-Ya te dije que no soy un nerd... Y, ¿Quieres que-

— ¿Qué hagas nuestros deberes? Sí, no eres tan autista como creí, o ¿Eres solo de esos idiotas autistas que son más idiotas que autistas? — todos miraron con asco a Cho, quien reía por su cruel broma de mal gusto, ___ sentía las penas de sus compañeros hacia él, la víctima, quien tenía los ojos hechos cristales. — En fin, a tiempo los deberes esta vez... no me veas con esa cara horrible, ya sabes la multa por tardanza, idiota. — se alejó Cho.

___ suspiró y regresó su mirada al cuaderno, cayó una lágrima a este, la verdad se sentía fatal de que lo trataran así. — Cho es un idiota... — dijo Minhee.

— Y sí. — reafirmó Hyeongjun. — Ánimo, ___, no estes triste.

Gracias, ahora me siento mejor. — dijo sarcástico pero sin vulgaridad, limpió sus lágrimas. — No, estoy bien, en serio. — hizo una sonrisa, que más parecía una mueca rota, posteriormente volteó la mirada a su adormilado compañero. — Eunsang, Eunsang... — codeaba a su amigo que se encontraba dormido. — ¡Lee Eunsang!

Qué... ¿Qué sucede? — limpió el rastro de saliva que llegaba hasta su mentón y bostezo.

El profesor te estaba viendo, no quieras ganarte detención... otra vez.

No. Pero esta clase de mierda está aburrida... — exclamaba una y otra vez, Hyeongjun solo asentía.

Que triste que tenemos que sufrir bajo este sistema y su opresión con datos inútiles que nunca aplicaré en mi vida, o sea, compré ramen aplicando la fórmula general, ¿Dónde se ha visto eso? — los cuatro chicos rieron ante el comentario de Minhee, el profesor les llamó la atención y tuvieron que regresar sus miradas al pizarrón.

Y así pasaron dos largas horas, aburridas y tristes, donde en momentos ___ adivinaba las bromas que el trío de la esquina del salón planeaba para hacerle, o en otros ciertos minutos le empezaban a tirar papeles a ___, quien con un repentino movimiento los desvió.

No obstante, el fastidio persistía y ___ tenía que tragárselo todo, no quería preocupar a sus amigos; mientras apuntaba en su cuadernos chequeaba el reloj viejo donde ansiaba que el receso empezara. Pero, recordaba que ese reloj llevaba la mitad del semestre sin baterías. Inútil.

— Y bueno, ¿Alguna duda? ¿No...? Copien. — apenas se sentó el maestro en su escritorio sonó el receso. — Y para mañana quiero q- — todos huyeron del salón.

— Vamos, ___, tenemos que ocupar un sitio antes de que todas las bancas se llenen. — Eunsang jaló del brazo a ___ y se llevó al patio de comidas de la escuela.

— P-Pero no tan fuerte, Eunsang... Ouch. — en menos de 3 parpadeos bajaron las escaleras del pabellón y llegaron al patio, donde ya los estudiantes hacían escándalo por conseguir comida.

— ¡Eunsangie! ¡___! — gritó una chica de cabello corto.— ¡Chicos, por aquí!

a s t r a l  // x1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora