Perfecta Mentirosa✔️

Capítulo 38: Escala de Grises

"You feel the weight
of lies and contradictions that you live every day
It's not too late".

No pude olvidar sus palabras, ni las de Ángel, ni las de Santiago. En toda la tarde. Sin importar que hiciera, las palabras me perseguían, rondando en mi cerebro con el único propósito de inquietarme. Intenté dormir, sin éxito. Intenté pintar pero todo lo que me salían eran garabatos de figuras inexplicables que no quise descubrir. Incluso hasta los pájaros de los vecinos que solían ser mi única compañía en las solitarias tardes habían decidido callarse hoy. No podía olvidar las palabras y tampoco la desesperante opresión que se iba solidificando en mi garganta, la saliva tenía problemas en encontrar su paso a través de mi faringe. Estudiar tampoco era una opción.

Necesitaba una distracción. Una distracción de mí misma y tampoco quise pensar en lo triste que era que a alguien le embargase el sentimiento de escapar de sí mismo.

El aire dentro de mi habitación, dentro de mi casa me estaba asfixiando y con cada segundo, respirar se volvía más difícil.

Abandoné mi casa con destino a mi desactivador personal de pensamientos. Y cuando estuve ahí, simplemente me senté mirando, de la manera más absurda, un partido de fútbol. Todo carecía de sentido y no me refería a lo que los jugadores en la pantalla hacían.

Las luces de la pantalla cambiaban, pasaban, se difuminaban y no entendía que sucedía, el celular en mi mano se encendió y un mensaje de Ángel se vislumbró hablando de un tal Bufón que no podía contra el Mesías, no le encontré el sentido, el bufón y el mesías, que ironía, a mi lado Alonso empezó a gritar contra las luces del televisor, furioso, gritaba contra las personas que estaban en ellas, caras felices de un color, caras tristes de otro color. El marcador había cambiado y no a su favor.

El bufón y el mesías.

¿Qué sentido tenia eso?

Volví a leer el mensaje, había algo, algo que se me estaba perdiendo, un emoticón llorando de la alegría apareció, debajo del bufón y el mesías. Alonso seguía enojado.

Los colores volvieron a juntarse y entonces el pensamiento llegó a mí con una intensidad que había estado perdiendo.

Soy una mala persona.

Volví a mirar el teléfono en mi mano, a la conversación de Ángel abierta y luego miré a la persona a mi lado.

Era una mala persona.

Lo era, sentí que el corazón se me subía a la garganta; era una terrible persona.

—¿Que dices? —Alonso se giró hacia mí, sus ojos desviándose del intenso partido en la pantalla del televisor.

Yo creí, creí que iba a empezar a llorar

—Soy una mala persona —repetí sin saber por qué, mi organismo entero todavía estaba luchando contra esa comprensión.

La expresión de Alonso se volvió confusa y tomó el control del televisor y la sala se sumió en un andar de resplandores silenciosos.

— ¿De qué estás hablando Benatia?

—¿Soy una mala persona? —pregunté, esta vez encontrándome con sus ojos.

Odiaba sentirme así de vulnerable, odiaba que él me viera así de vulnerable y odiaba la sensación agobiante de las lágrimas inundado mi retina. Odiaba llorar, llorar se encontraba en la posición número uno de las cosas que tenía prohibido hacer. Yo no lloraba. Punto

Y necesitaba, necesitaba que Alonso me respondiera rápido antes de que yo empezara a hacerlo.

— ¿Estas preguntándome eso en serio?

Asentí

—No quiero ser una mala persona, a todos nos gusta pensar que somos buenos, ¿no es cierto? Nadie se considera a sí mismo como una mala persona en realidad pero qué pasa si estamos equivocados acerca de la concepción que tenemos de nosotros mismos, ¿qué si pensamos que somos buenos cuando en realidad somos malos? Malos en nuestro interior. —Mi voz sonaba rápida y angustiada—. ¿Qué si no soy blanca, Alonso? ¿Qué si soy negra en el interior, si mi alma es oscura como el carbón?

Alonso se enderezó en su asiento, dándose cuenta de que yo estaba hablando muy en serio y después de un momento, respondió

—Siempre tienes que llevar todo a los extremos ¿no es así? —me miró por unos segundos más— No todo es blanco o negro como tú lo ves pequeña Benatia, la vida no funciona así; Contigo todo siempre es acerca de los extremos, o una cosa o la otra pero tú Benatia, sobre todo tú, estas justo en el intermedio. Si una cosa sé sobre ti, es que no eres ni blanca ni negra, tú eres la escala entera de grises.

Nunca antes había sonado tan sincero, nunca antes había sonado tan serio y verdadero, no supe si fue por la seguridad de sus palabras, por la seriedad de su expresión, o porque simplemente estaba segura de que iba a empezar a llorar.

Me lancé hacia él y lo besé con fiereza, me lancé hacia él y no lo solté, me lancé y todos los malditos colores del mundo entero desaparecieron. Y ocurrió lo que siempre me ocurría cuando estaba con él, la nada apareció abarcando todo, tragándose todo y me perdí en ese agujero, me perdí en mi estela de grises y quise permanecer así.

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Así que buenooo... hay una frase que me gusta mucho, que seguro conocen "We accept the love, we think we deserve" 

Aceptamos el amor que creemos merecer.

Y personalmente creo que esa frase está cargada de verdad, hay personas que simplemente no se dan cuenta... conozco muchas y a veces no importa que tanto le hagamos ver lo mucho que valen y que merecen ser queridas y respetadas, ellos ven lo que quieren ver.

No sean una de esas personas.

Los quiero mucho y recuerden que cada uno de nosotros somos un lucero que alumbra y guía la vida de alguien, aunque no nos demos cuenta. (que se me sale lo Mariela jajaja)

Besos y espero que les esté gustando la historia.

adelantos de la historia, Instagram YOSE_DV

Capitulo dedicado a @lopezvg2808 con muchisimo amor