Capítulo 3

682 53 14
                                    

-KYRA-

Kyra iba caminando hacia el instituto, junto con su mejor amiga Charlotte.

Charlotte Evans era una chica alta, con el pelo rubio y los ojos azules. Cada vez que pasaba junto a un grupo de chicos, éstos se la quedaban mirando y silbaban. Hasta Kyra tenía dificultades para superarla.

Habían intentado ir a recoger a Jay a su casa, pero él se había negado una y otra vez. Nunca quería llevar a sus amigos allí, cuando hacían trabajos en grupo, siempre se las arreglaba para ir a casa del otro... ¿por qué sería? Kyra no había llegado a preguntárselo todavía, a pesar del tiempo que llevaban juntos.

-¿Cómo te ha ido el verano, guapa?- preguntó Charlotte mientras se detenían.

-Muy bien, la verdad. Mi padre me ha llevado a Londres, luego a San Francisco y la última quincena de Agosto la hemos pasado en Puerto Rico. Tendrías que ver el Golden Gate... es una pasada.

Charlotte comenzó a hacerse la trenza, motivo por el cual se habían parado. Por ser el primer día, empezaban a la una, así que tenían tiempo de sobra.

-Yo he ido a...

-¡Corre, Rin!

Ante ellas pasó una chica un año menor que ellas, con el pelo rubio a la altura de los hombros y cara de preocupación.

-¿A dónde va esa? Qué pardilla, queda media hora para que empiecen las clases.

Kyra ladeó la cabeza. La presentación de cuarto empezaba a las doce y media, pero se lo calló. No quería que Charlotte creyese que defendía a alguien tan... pringado, sí. Esa era la palabra.

-RIN-

-¡Corre, Rin!- se animó mientras se precipitaba calle abajo, en dirección al instituto.

Pasó junto a unas chicas que le parecieron muy guapas: una rubia que se estaba haciendo una trenza y una morena de despampanante pelo rizado. No alcanzó a oír el comentario que hizo una de ellas, así que su impresión sobre las chicas permaneció positiva.

Torció a la derecha, cruzó la carretera sin esperar a que el semáforo se pusiese en verde y entró en el instituto.

Dejó el patio atrás y preguntó cuál era su clase en Conserjería. En la segunda planta.

Subió las escaleras trotando y llegó a su clase.

Aula 113.

Trece.

Qué número tan curioso... ¿significaría algo? Apartó esos pensamientos de la cabeza. Aquel año iba a ser maravilloso, seguro.

Llevó la mano hasta el pomo dorado y lo giró con suavidad.

Un suave chasquido fue el comienzo de todo.

Rin, Len y el Club de los FrikisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora