Capítulo 5

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Con mucho esfuerzo me abría paso entre la multitud de jóvenes que se quedaban convertidos en piedra al ver el tablón con los resultados de las calificaciones del penúltimo semestre; varios hacían cálculos mentales en los que con un poco de lógica se daban cuenta si tendrían que realizar exámenes para regularizarse.

Un par de manos me ayudaron a colocarme enfrente del obituario escolar, busqué mi apellido y después mi nombre con un temblor en mi dedo seguí la línea hasta ver las calificaciones; me llevé la mano a la boca por un momento, había pasado con unas altas notas eso suponía para mí un descuento especial en mis castigos, podría volver a pasear con mis amigos varias veces por semana.

—Te dije que un par de billetes en los bolsillos de los maestros serviría —sugirió James golpeándome el hombro.

—Idiota, fueron más de un par —respondí mientras varios alumnos nos observaban, al parecer el estrés no les dejaba notar una broma.

—Gracias a mis entrenamientos logré unas notas aceptables —dijo Vi.

—Yo también quiero patear un balón para que me regales unos puntos extra —expresó James.

Tras tomar varias fotos con mi celular salimos con empujones, James miraba hacia abajo decepcionado de sus notas, Vi movía su mano apenas rozando la de su amigo, deseaba que sólo yo me diera cuenta del deseo de apretarla; después de comprar el desayuno nos sentamos en un rincón de la escuela, donde los del turno vespertino se ocultaban para fumar.

—Apenas pasé varias materias estoy en la cuerda floja, si llego a reprobar en el siguiente semestre tendré que venir a regularme, mi padre me reprenderá —lamentó James borrando la sonrisa que siempre disfrazaba su rostro.

—Tienes que estudiar un poco más, te pasaré mis apuntes para que los repases y sea más fácil para el momento del examen —le pasé la botella de zumo de naranja.

—Podría ver si puedes entrar al equipo, pero creo que tendrías muchos problemas en acondicionamiento —dijo Vi mirando a todas partes para tomar su mano.

—Si tan sólo no pensaras tanto en hacer algo, creo que es tiempo de hablar —dijo James.

— ¿Hablar, ahora? No crees que podríamos espera a estar en un lugar a solas —Vi tragó saliva.

—¡No! siempre lo posponemos, es el momento exacto —expresó James con valor.

—Los dejaré solos —dije intentando levantarme.

—¡Claro que no!, ¡Tú serás testigo de todo!

Tras pensar en alternativas de escape me resigné, una parte de mí quería ver lo que sucedería siempre había deseado que mis amigos expresaran sus sentimientos, y ya desde que habíamos encontrado la forma de comunicarnos a través de mi celular esta era la primera vez que pondrían sus cartas sobre la mesa.

—¿Qué es lo que sientes por mí? —escupió James.

—Verás, creo que no es necesario decirlo si creo que todos ya lo sabemos —esquivó Vi buscando una distracción.

—¡Dímelo!, ¡Quiero que lo digas con tus palabras! —gritó James.

—¡Me gustas estúpido!, ¿Feliz? —gritó Vi antes de salir corriendo.

James se quedó petrificado, Vi se le acercó, pero James se alejó chocando con el muro en que se recargaba, se levantó avergonzado salió corriendo... acaso él no quería escuchar lo mismo, apretaba los dientes frustrado.

—Creo que tengo que alcanzarlo —dijo James mientras salía corriendo.

—¡Esperen!, ¡No creo que sea buena idea!, ¡Podrían darse cuenta todos! —grité antes de salir corriendo despistada.

Todas las noches que soñé contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora