© only hope ↬ park jimin

22: Bailemos.

Jimin:

Faltaban apenas unas dos horas para ir por Jane. Ella estaba muy callada en clases y en recreo no pude verla debido a que tenía que ir a dirección por lo que pasó con Namjoon en la cafetería la otra vez.

Así que solo rogaba a los cielos que Jane me acompañe a la cita.

Acomodo mi chaqueta y el ramo de tulipanes en el auto. Mis ilusiones estaban por los cielos ya que todo iba a salir de acuerdo al plan…

[...]

Jane:

Estaba demasiado nerviosa por la cita, como para saber siquiera si no era mentira o alguna broma de Park.

— No te altares Jane… es sólo una cita con el chico que te gusta… sólo es una cita… —mi subconsciente no ayudaba en lo absoluto. ¡Aish…!

Pude ver a través del reloj cuco de mi habitación que faltaban exactamente treinta minutos: mi cabello estaba ligeramente rizado, traía puesto el vestido, suéter y el perfume que él me había dado… un maquillaje ligero, unos tacones a juego y mis ilusiones por los cielos.

Meto algunas cosas esenciales en el pequeño bolso que mi padre me había regalado mi cumpleaños anterior, mientras escucho que llamaban a mi puerta.

— Jane, hija… —le recibo con un amable «adelante» y él entra a mi habitación. —Pero si estás igualita a tu madre…

— Oh vamos papi… —sonrío avergonzada.

— Ten en cuenta hija… ésta salida es solo como amigos… —recalca.

— Padre… —me resiento.

— Chicos como él tienen… tienen otra mentalidad… otros pensamientos… —se acerca más a mi.

— Lo sé… pero tengo fe de que él será diferente a lo que tú me dices… —trataba de no ponerme a discutir con mi padre por el mismo tema que veníamos hablando desde el principio.

Mi padre iba a hablar cuando en eso el timbre de la casa suena.

— Seguro que es Jimin… gracias por darle una oportunidad… te amo papá… —le doy un abrazo y un beso en la mejilla. Él me corresponde y bajo corriendo las escaleras mientras mi padre se quedó en mi habitación.

«Cómo has cambiado mi niña»

[...]

Jimin:

Estaba de lo más nervioso porque en este mismo momento estaba parado frente a la casa de Jane con el ramo de tulipanes en las manos.

Iba a volver a tocar el timbre, pero escucho el sonido contundente de pasos de tacón, entonces supe que era ella. Me pongo aún más nervioso cuando la veo parada frente a mi. ¡Y es que era tan preciosa!

— Ho-hola… estás… digo-… estamos… perdón… ¡aish…! —mi lengua era incapaz de pronunciar palabra alguna al verla tan sublime, su sonrisa me atraía y me hacía quererla para mí por completo.

— Tu también estás guapo esta noche… —me responde con su inigualable sonrisa.

Decido componerme y dejar de idiotizarme con su sonrisa y entregarle el ramo que tenía para ella…