09: Dos deseos.

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Jimin:

Seguíamos esperando a que llegaran las dos de la madrugada para poder ver Júpiter. Y la verdad es que me estoy divirtiendo demasiado con Jane.

Eran exactamente la una de la mañana y el cielo se había puesto más estrellado.

Los árboles gigantes no tapaban la gran cantidad de estrellas que se había posado esta noche. Sentía chispas por todos lados, y la verdad es que me gustaba sentirme así.

— Cuéntame tu lista de sueños en la vida. —le digo y ella se mete un caramelo de limón a la boca.

Se acerca más a mi y se sienta haciendo que ambos nos miremos frente a frente. Cierra su termo, que por cierto ya no tenía casi nada de café y respira profundo.

— Son muchas en verdad, hacerme un tatuaje, estar en dos lugares a la vez, tener una cita, ver el asteroide Hyakutake. —hace una pausa para reír un poco avergonzada. Yo solo la miraba y me daba cuenta de que siempre la he visto como una chica aburrida cuando en el fondo es alguien que tiene mucho por vivir y contar. —El número uno no te lo puedo decir porque no quiero matarte.

Ambos reímos y su vergüenza se aligeró un poco. Yo por mi parte estaba con estas chispas y con unas insaciables ganas de comer carne. ¿Qué?, me gusta la carne.

— ¿Que piensas estudiar una vez terminando el instituto? —le pregunto y ella me mira fijamente a los ojos. Sentí como su sonrisa se desvanecía y el aura alegre cambiaba.

— No lo sé, quizás medicina o diseño de modas. —me sonríe, pero siento que esta sonrisa era forzada. —¿Y tú?

— Quizás arquitectura, o alguna carrera que vaya con el arte. —le respondo. —Mi padre es médico así que no creo que haga falta otro más. —ella ríe bajito pero siento que ya no hay esa aura.

— ¿Que fue lo que pasó con ese chico... Ese tal, ¿Jeon Jungkook? Todo el instituto estuvo hablando del chico nuevo que se accidentó sin razón alguna. —ella se veía asustada, solo me quedaba decir la verdad.

— Su accidente fue a causa mía. —ella abre los ojos muy expresiva. —Pero no lo hice con la intención de que se lastimara.

— Cuéntame y veremos si fue o no tu culpa. —me dice y siento un gran peso en mi conciencia.

— Él vino junto con Namjoon, quería integrarse a nuestro grupo de amigos... Como yo estaba algo aburrido decidí hacerle una broma. Estábamos en una construcción no terminada así que había algo así como una ¿piscina con trampolín?, le dijimos que se tirara de ahí, no iba a sufrir ningún daño, después de todo había mucha agua. Pero todo salió mal cuando si se tiró de ahí, y le atravesó un gran fierro. Pensé que él iba a caer al agua e iba a salir para irnos a tomar unas cervezas, pero salió accidentádose y con suerte no me culparon ante la corte. —ella se acerca más ya que teníamos que compartir la cobija y me mira a los ojos.

— Si tienes la culpa de su accidente, no lo hiciste con esas intenciones, pero pasó. ¿Ya has ido a verlo al hospital? —otro peso en la conciencia.

— Pues- pues no, no he ido. —le digo y ella niega con la cabeza.

— Quizás él solo espera que vayas, que le pidas perdón y que sean amigos de verdad. —me responde y en serio tenía que darle la razón.

— Tengo miedo, ¿sabes? —entré en confusión, la conciencia hablaba por mi.

— ¿Miedo? ¿Por qué? —me extiende un caramelo de limón y lo recibo.

— Tengo miedo a ver como ha quedado Jeon. ¿Cómo sé si es que él no me odia por quizás perder una pierna o un brazo? —ella pone una mano en mi hombro y comienza a darme ánimos.

— Uno nunca sabe, pero si no intentas hablar con él nunca estarás tranquilo y tu conciencia siempre cargará ese sentimiento de culpa. Si vas quizás recibes el perdón de Jeon, o quizás sólo recibas odio. Pero estarás tranquilo al saber que ya has dado el primer paso más importante: pedir perdón. —asiento y tenía que darle la razón por segunda vez.

— Quizás tengas razón, nena. —le digo y ella me sonríe.

Ambos conectamos nuestras miradas por un largo tiempo, y volví a sentir esa mágica chispa. Otra vez miraba con dulzura a Jane, y es que sus ojos parecían dos estrellas más en el firmamento. Aquella noche es una de las mejores que atesoraré por siempre.

Me acerco más a ella con la intención de probar sus labios, coloco una mano en su mejilla, y siento mil chispas sobre mi.

Ella estaba con las mejillas rojizas, en sus ojos había un brillo espectacular. Me acerco a ella, y decidido a besarla, poso mis labios a centímetros de los suyos.

Ella se estaba acercando, pero el celular de Jane comienza a sonar con insistencia, haciendo que ambos nos separemos de inmediato.

El corazón me latía a mil por hora, sentía mis manos sudar y me sentía muy sonrojado. ¿Es que eres idiota Park Jimin?

— Son las dos de la mañana, Júpiter se va a ver en segundos. —me dice agarrando mi brazo y haciéndome parar para ir juntos al telescopio.

Ambos nos ponemos de cuclillas para ver mejor, entonces ella me cede el telescopio y miro a través de él. Miles de estrellas se veían y Júpiter se veía a lo lejos.

Me aparto de ahí para que Jane pueda ver y ella mira a través del telescopio.

— Wow, es hermoso. —dice viendo a través de esa cosa.

— Esta noche ha sido muy buena, y Júpiter lo compensa todo. — le digo y ella asiente.

Me vuelve a ceder el telescopio y no pierdo la oportunidad para ver.

Mientras miraba veía como un cometa se iba acercando.

— ¡Wow, Jimin mira esto...! —quito mi mirada del telescopio y quizás unas dos cometas juntas pasaban por el cielo.

Ella miraba feliz las cometas, yo solo me dedicaba a mirar a Jane con entusiasmo, y es que no podía despegar mi mirada de esta maravillosa chica.

Me acerco a ella y agarro su mano, ella me ve y me sonríe. Entrelazo mis dedos con los suyos y ella me responde:

— Pide un deseo, y verás que se hace realidad. —siento como mil chispas comienzan a recorrer mi cuerpo. Entonces cierro los ojos justamente con ella y pido un deseo.

>>Deseo que esta noche se vuelva a repetir.

© only hope ↬ park jimin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora