12: Ayúdame.

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Jimin:

Siendo sinceros han pasado exactamente dos semanas desde que Jane dejó de hablarme y la verdad es que ya me estoy cansando. ¿Hasta que punto esa chica va a estar molesta conmigo por algo tan simple como una negación?

Cuando paso por su costado en los pasillos, me evita. Ya ni ganas tengo de comer... ¿Qué causa Jane en mi? ¡Por qué mi actitud tan desesperada!

— Jimin, ¿Qué te parece ir al concierto de BTS, la otra semana? —me pregunta Jiwoo.

— Paso, tengo cosas que hacer. —le respondo llevando una cucharada de arroz a la boca.

— ¿Qué es eso tan importante? —pregunta Haneul, yo solo ruedo los ojos y YoonGi le da un codazo amistoso a su curiosa novia.

— Hey, hey, miren quien viene ahí. —Namjoon comienza a reír y todos voltear a ver a Jane, quien estaba con un libro en mano.

Ella estaba muy bonita, traía el mismo suéter, la misma coleta, una falda color guinda que le llegaba hasta las pantorrillas y una blusa blanca.

— Oye, oye... —Hoseok llama la atención de Jane. —Lindo suéter. —le dice y ella sonríe.

— Gracias. —le da una de sus mejores sonrisas y sigue caminando, se sienta en una mesa vacía y saca de su mochila una manzana y un jugo de naranja.

— Qué ilusa, no entendió el chiste. —reía Leigh y Namjoon le seguía, todos comenzaron a reír.

— Hey, Namjoon, ¿no puedes calmar a tu novia? —le digo al escuchar el comentario de Leigh.

— Que amargado, Jiwoo, ¿No puedes controlar a tu novio? Parece que está enfadado porque hablamos así de la rara. —Hoseok se armó a la defensiva.

— Parece que Jimin quiere a la rara solo para él. ¿No han escuchado el dicho? Dicen que las calladas son las mejores en la cama, ¿es por eso que la quieres, Jimin? —me pregunta Namjoon con una cara de pocos amigos.

— ¡Ya basta de tanta estupidez! —empujo mi bandeja de comida y salgo cabreado de la cafetería.

Al parecer alguien me había seguido, no se quien pero no me importaba, voy a las duchas y me encierro en un cubículo.

— Jimin... Jimin, sal de ahí, soy YoonGi. —dudé. ¿Debería salir?

— Vete, estoy bien. —le respondo.

— Solo quiero charlar contigo, bro. ¿Qué es lo que te está pasando? —me pregunta al mismo tiempo que yo decido abrir la puerta del cubículo.

— No lo sé, ¿qué pasa conmigo? ¿A que va esta actitud cuando hablan así de ella? —pregunto. Me miro al  espejo y noto que no estaba nada bien.

— Si que eres idiota. —me responde mientras colocaba una mano en mi hombro. —Parece que te has enamorado.

— ¿De ella? Eso ni loco. —le respondo pero mi conciencia me decía otra cosa.

— Esa chica te ha cambiado, y tu ni cuenta te has dado, amigo. —me responde. Ahora quería gritar y llorar, esto era una experiencia muy rara, nunca me había sentido así.

— No puedo enamorarme de ella, es más. Nunca me he enamorado, no de ella... ¿Como sucedió esto? —me pregunto, Yoon Gi me miraba y reía con ternura.

— Nadie elige de quien enamorarse, las cosas pasan por que tienen que pasar. Ella es tu destino, compréndelo, has caído en sus raros encantos. —alzo la mirada hasta él. Quizás si tenga razón y ahora estoy sufriendo por amor.

— Si tan solo no hubiera entrado a esa estúpida obra. —le respondo al mismo tiempo que me quiebro totalmente.

— Sabía que estabas centrado en eso, te soy sincero no tenía esperanzas de que te centraras en tus guiones. —me responde. —Quizás su dios quiso ponerte en su vida.

— ¿Sería malo enojarme con su dios en estos momentos? —le pregunto mientras mis lágrimas caían.

— Enamorarse no es un castigo, quizás su dios lo hizo con un gran propósito para ambos. —abre el grifo y se moja una mano.

—Hace las cosas sin consultar. —reniego. ¿Ahora me ponía a discutir con un dios?

— Todo pasa por algo, nada es por casualidad. —pasa su mano mojada por mi cara, haciéndome volver a la realidad.

— Tengo miedo, nunca me había sentido tan idiota como ahora. —le digo con total sinceridad.

— A quien deberías temerle es a la maestra de bonitos pechos... ¿Como es que se llama? ¿Siho?, ella enserio es temible. ¿Cómo es que la aguantas en las prácticas de la obra? —me pregunta al mismo tiempo que ríe.

— Me la pasaba viendo a Jane, ni siquiera prestaba atención a la maestra, ni a sus bonitos pechos. —le respondo. Abro el grifo y me lavo la cara.

— Si que estás jodido, hermano. —me responde.

— Necesito que me ayudes a practicar el guión, Jane se molestó conmigo por lo de la otra vez. —él ríe.

— Así que por eso tan deprimido y enfadado. —sigue riendo. —Vale te ayudaré. —me da una sonrisa y yo sonrío igual.

Ambos salimos desapercibidos de las duchas, no quería mal entendidos o alguna broma pesada de Namjoon y Hoseok.

Cuando vamos de nuevo a la cafetería, Jane ya estaba saliendo de ahí, pero su mirada era fría hacia mi. ¿Tan molesta estaba?

Decido restarle atención y me siento mi lugar de antes.

— ¿A donde fueron? ¿Que pasó contigo, Jimin? —preguntó Haneul, todos posaron sus miradas en mi y la verdad es que no me gustaba.

— Solo estaba algo alterado, ya saben... Mi madre está presionándome con eso de la universidad y todo. —les respondo y Namjoon carraspea.

— Al menos tu podrás ir a la universidad. —murmura Hoseok.

— ¿No tienen planeado ir a la universidad? —les pregunto y ellos niegan.

— Me parece muy raro que ahora quieras ir a la universidad, antes te valía todo lo relacionado a la escuela. —me dice Jiwoo.

— Quiero madurar, ¿vale? —les digo y Namjoon sonríe.

— Siento que te debo una disculpa entonces. Y espero dejes de frustrarte tanto, tus calificaciones son perfectas, no tendrás problemas en entrar a la universidad. —responde. Asiento y chocamos los puños.

Todos comenzamos a reír y para ser sincero, me gustaba estar así con mis amigos. Pero la idea de que Jane ya no me habla, me mantiene mal, quiero hablar con ella y aclarar las cosas. No quiero callar más esto...

© only hope ↬ park jimin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora