The Decision (Shawn Mendes, Connor Brashier)

21

Tenía frente a mi vista al hermoso mar azul, las olas rompían en las rocas y en la arena y la brisa del viento golpeaba suavemente en mi cara haciéndome sonreír. Caminé hacia la orilla del mar sintiendo el agua fresca empezar a filtrarse entre mis dedos, Olivia corrió junto a mí y me habló antes de entrar al agua.

—Vamos, Harley. El mar nos espera.

Con cierta timidez me quité mi pareo y mi blusa holgada, retiré mis sandalias y me fui metiendo cada vez más y más al mar. Sentía la mirada de alguien, sin embargo no le tomé importancia y nadé hasta con Olivia. Dylan y Sam nos alcanzaron y nos pusimos a jugar en el agua y luego se nos unieron los demás. Connor estaba con su cámara grabando cualquier momento entre todos nosotros o simplemente grababa las olas de mar.

Veía a mis amigos divertirse, me sumergí un poco y saqué la cabeza mientras reía; sin embargo, no podía evitar sentir la cámara de Connor grabándome. Volví a sumergirme nadando hacia adelante, no sé cuánto había nadado, pero de repente sentí que alguien me jaló la pierna y tiró de mí haciendo que me retorciera. Empecé a pelear y a tirar patadas, no podía conseguir que me soltaran. Giré mi cuerpo, vi a un joven desconocido, me pegó a él y comencé a pegar en su pecho. Me desesperé, el aire comenzó a hacerme falta en mis pulmones y ahí ese chico aprovechó para tirar de mi muñeca y llevarme con él. Yo ya no hacía tanta fuerza, sentía pesados mis párpados y cerré mis ojos. Lo último que sentí fue que alguien me tomó en sus brazos y eso fue todo antes de quedar inconsciente.

(...)

Tosí expulsando el agua de mis pulmones poniéndome boca abajo, continué carraspeando y jadeé a más no poder.

—Tranquila, todo está bien.

Esa voz... Connor. Posó su gran mano en mi espalda, luego repartió caricias pequeñas en mi piel calmándome.

—Harley, Harley, ¿me oyes? —asentí aún asustada.

—¿Qué fue eso? ¿Qué pasó? —inquirí respirando de forma acelerada.

Cuando Connor iba a responderme Dylan interfirió viniendo hacia nosotros, se acercó y le habló a su hermano.

—Ahí vienen —luego me miró—. ¿Estás bien, Har?

Volví a asentir. Noté en los ojos verdes de Connor cierta pizca de rabia, apretó sus puños a tal grado que sus nudillos adoptaron un color blanco y caminó molesto hacia aquel chico desconocido que casi hacía que me ahogara.

—Connor...

Le hablé tratando de evitar que se metiera en problemas, pero no me hizo caso; así que lo seguí sólo por el miedo de que fuese a cometer alguna imprudencia.

—¿Qué te da el derecho de querer lastimarla, Richard? —inquirió furioso.

—Uy, ¿de verdad tu novia te importa? ¿Tanto así como no te importó la mía? Si a ti no te importó ella, a mí menos. Además, ella esta pelirroja es muy hermosa.

—No te voy a permitir que te expreses así de ella —dijo señalándolo con su dedo y picándole el pecho con el mismo.

—Así como tú me quitaste a mi chica yo me robaré a la tuya

Dicho esto jaló de mi codo haciéndome soltar un grito, pero Connor posó sus manos en mi cintura impidiéndolo y poniéndome detrás suyo.

—Tú le tocas uno de sus hermosos cabellos rojos y vas a arrepentirte.

—Me voy a poner a temblar —dijo haciendo uso del sarcasmo—. Me daría miedo si fuera Mendes.

Volvió a agarrarme, esta vez de la muñeca, y Connor lo evitó otra vez y lo empujó con fuerza mientas comenzó a gritarle.