28

264 20 11
                                    

Al siguiente día, en la escuela, estaba sola. Dylan no ha aparecido, no llegó a la primera clase, y yo quería hablar con él y aclarar algunas cosas. Claro que tenía que hacerlo. Caminé por el pasillo que conducía a la cafetería, en la entrada de ésta me topé al chico que buscaba; ambos cara a cara, me miró y trató de caminar lejos, pero lo detuve.

—Dylan, ¿qué pasa? ¿Por qué no has entrado a clase?

—Yo sabré qué hacer.

Marchó unas cuantas zancadas comenzando a alejarse. Qué raro, ¿acaso él me estaba evadiendo?

—Hey, ¿qué tienes?

—Nada —declaró seco.

—¿Entonces por qué estás...?

—Dije que nada, Harley.

Y, sin más, se fue. ¿Qué le pasa? ¿Hice algo que lo lastimara? No. Ahí es cuando recordé que su hermano mayor y yo nos íbamos a besar, y él vio todo. Bufé, tenía que hablar con Connor de esto. No hubo necesidad de buscarlo, ya que, al girarme, lo vi; no obstante, como las veces anteriores, no estaba solo, ya que Maddie yacía a su lado otra vez. Ahora era diferente, no porque viniera hacia acá abrazándola por los hombros, sino porque sus labios tocaron los de ella. ¿Qué? ¿Por qué la besaba? Sentía que aquel hecho me estaba destrozando, no podía aguantar; así que me giré y, al tratar de irme hacia mi casillero, su voz me detuvo.

—Creí que estarías en clase.

—¿Por qué quieres que esté en clase? ¿Para hacer este tipo de cosas a mis espaldas?

—¿Ah?

Volví a girar en mis talones, mis ojos yacían humedecidos, pero no lloraría. Sería fuerte, no mostraría debilidad.

—¿Crees que soy un juguete?

—¿Ahora de qué estás hablando, Harley?

—Sabes muy bien de lo que estoy hablando.

—Si te lo estoy preguntando es porque no sé.

—¿Crees que puedes ir por allí jugando conmigo? No.

—¿Piensas que juego contigo?

—No lo pienso, lo sé. Primero me hablas bien, salimos e incluso me besaste; luego me tratas mal, eres grosero y me ignoras; después me salvas la vida, lo cual siempre voy a agradecerte, y casi me besas de nuevo. ¿Ahora vienes llegando con Maddie y la besas también? ¿A qué estás jugando?

—Yo... a nada, no estoy jugando a nada.

—Si piensas que esto es como el ajedrez y crees que voy a dejar que me des el jaque mate, estás equivocado. Así no funcionan las cosas.

—Harley...

—¿Sabes, Connor? Estoy cansada de esto, no quiero que sigas aparentando cosas conmigo que no son, porque uno de los dos puede salir lastimado. No quiero eso, así que lo más conveniente es que dejemos de ser amigos.

Me miró, rápidamente analicé su semblante: había sorpresa, asimismo tristeza.

—¿Qué? Harley, no...

El tono de llamada de mi celular irrumpió el momento, retrocedí un paso y, al notar que era un número desconocido, atendí con cierto miedo.

"¿Hola?"

"¿Señorita Grier?"

"Sí, soy yo, ¿quién habla?"

"Hablo del hospital de la ciudad, ¿usted conoce al joven Shawn Mendes?"

The Decision (Shawn Mendes, Connor Brashier)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora