36 (Maratón 1/2)

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En el camino a casa ambos permanecimos callados, el silencio era cómodo, pero a la vez, no. Shawn tenía su vista fija en la carretera, por otro lado, yo miraba por la venta. En cierto grado, seguía molesta con él. Fue una verdadera tontería el que Shawn me haya cuestionado en el cine, no es mi novio como para que pueda decirme qué hacer o qué no hacer, o con quién salir o con quién no; y si lo fuera, no se lo permitiría. ¿Y por Connor? Eso es absurdo, es mi amigo y Shawn también lo es, ni por eso, u otra razón, le da el derecho a controlarme. Ni él ni nadie.

Al llegar a mi casa, traté de bajar del auto con rapidez y, antes de siquiera poder abrir la puerta, el chico de rulos me detuvo al sujetarme de mi muñeca izquierda.

—Harley...

—¿Ahora qué ocurre? ¿Olvidaste decirme algo en el cine?

—No, no... o sea, sí, pero no es el momento para que te lo diga.

—Ok, entonces ya me voy.

—Harley...

—Lo siento, Shawn.

Suspiró, recargó su cabeza en el asiento y luego me miró.

—¿Te veo después, entonces?

—S...sí —titubeé.

Quitó los seguros del auto, abrí la puerta de éste y salí. Después entré a mi casa, saludé a mi mamá y subí a mi habitación. Posteriormente, ingresé a mi pieza, me dejé caer en mi cama sintiendo un hueco en el corazón y tomé mi celular para leer el mensaje de mi papá.

"Hija mía, sé que nos hemos visto poco este último año, y no es justificación lo siguiente que voy a decir, pero el trabajo me imposibilita tomar el teléfono y hablarte. Te he descuidado, mi nena, por ello, me encantaría que, si lo deseas, vinieras a vivir conmigo los próximos seis meses. No pasa nada si no accedes, te seguiré manteniendo a distancia. Te amo, hija"

Suspiré. ¿Qué es lo que debo responder? Aún no le he contestado porque, desde que me llegó el texto, no he sabido qué decidir.

Ir a vivir con papá. No está tan descabellada la idea, si lo hago dejaría a mi madre aquí, sola; y también dejaría a mis amigos: Dylan, Sam, Sebastian y Connor. Inmediatamente pensé en el último mencionado. Me dijo que me ama, a pesar de que estaba enamorada de él, jamás le dije; porque en ese momento, y aún, estaba en una tremenda confusión. No sabía a quién quería o lo que quería. Como dije antes, amaba a Shawn, ya que fue mi primer novio; y al chico de los bellos ojos verdes lo amaba porque él curó mi corazón después de mi anterior fracaso sentimental.

Me puse de pie, salí de mi habitación y fui a la de mi mamá. Golpeé suavemente la puerta y esperé.

—Adelante, hija.

Entré, la vi recostada en su cama mirando televisión y, ella al verme, la apagó.

—Perdón si estoy interrumpiendo —me disculpé.

—No, mi amor, no pienses eso, siempre tendré tiempo para ti —dibujé una sonrisa—. Dime, cielo, ¿qué ocurre? ¿Hay algo que te inquiete?

—En realidad, muchas cosas —bufé.

—¿Quieres contarme?

Asentí, tomé mi tiempo y la miré a los ojos.

—Mamá..., ¿recuerdas a Connor?

—Sí, el que te gusta —mis mejillas se pusieron coloradas.

—Am... sí, bueno, él... él me dijo que me ama.

Mamá analizó mentalmente la situación, segundos en silencio transcurrieron y de repente soltó un grito que me asustó.

—¿Es de verdad, mi amor? —inquirió.

The Decision (Shawn Mendes, Connor Brashier)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora