The Decision (Shawn Mendes, Connor Brashier)

25

2:30 de la madrugada

Me seguía preguntando qué hacía en el campus tan noche. Estaba lloviendo, mucho, el agua empapaba mi cuerpo y mi ropa iba mojándose más por cada segundo que transcurría. Mis dientes comenzaron a castañear y me abracé a mi misma por el frío que comenzaba a invadirme. Caminé hacia el edificio de dirección para quedarme bajo la fachada a esperar que la tormenta bajara, pero caminaba como si hubiese un clima soleado cuando en realidad no era así. Sin embargo en el trayecto vi de lejos a Connor con un rompe vientos con el que cubría su cabeza para no mojarse, corrí hacia él y al llegar iba a abrazarlo, no obstante me detuve.

—Connor, ¿qué hacemos aquí?

—Creí que Shawn estaría aquí, contigo.

—¿Por qué estaría conmigo?

—Tú sabes, después de lo que decidiste. Y por eso lo estoy buscando —respondió con su voz aterciopelada, como en un susurro angelical, pero a la ve fue uno entrecortado.

—¿Qué? ¿Qué fue lo que decidí?

—No quiero hablar de eso, sin embargo también venía a despedirme de ti.

—¿A dónde vas?

—Sólo... adelante. Iré a buscar a Shawn, me tiene preocupado.

—¿Por qué? ¿Qué pasó con Shawn?

—Se fue, también.

—¿También? No entiendo. ¿Qué está pasando?

De repente sus labios hicieron posesión de los míos tomándome por sorpresa, el toque era suave, lento; la caricia que hacían sus labios era una delicada que expresaba cierto sentimiento, como si no quisiera dejarme ir, la cereza al pastel fueron sus manos sujetando mis mejillas mientras las mías acariciaban los cabellos de su nuca. Tres segundos después, en el que nuestras bocas se movían en sincronía y que el aire comenzaba a escasear en nuestros pulmones, Connor apoyó su frente en la mía, besó la punta de mi nariz y abrí mis ojos.

—Quería hacer eso por lo menos una última vez antes de retirarme. Sé que te perdí, pero no pasa nada, por eso me voy de la mejor forma. Voy a darte tu espacio. Sé feliz y haz tu vida con la persona que amas, ya no te detengas más por mí, por favor.

—¿Pero qué dices? Yo no quiero que te vayas, quédate.

—No puedo, tengo que marcharme. Perdóname Harley, así tenían que ser las cosas.

—Connor...

—Déjame irme, ya no me hagas sufrir más.

—Es que no lo estoy haciendo, ¿que no ves que quiero que te quedes?

—¿Por qué habría de quedarme?

—Porque es como tú dijiste: quieres que sea feliz y que haga mi vida con la persona que amo, es lo que trato de hacer. Te amo, Connor, por favor quédate.

Negó con su cabeza varias veces, mi corazón se rompía poco a poco.

—No Harley, así no funciona.

Connor empezó a andar frente a mis ojos, haciéndome sentir cierto vacío.

—Connor espera, por favor quédate. Te pido que no te vayas.

El chico de los ojos verdes sólo volteó, me dedicó una mirada triste y siguió su camino.

—Connor, ¡Connor, no te vayas!