*Día 44*
...
Recuerdo que durante el descanso en una junta con Astoria Carlton-Ritz (la heredera de la compañía Hybrid en donde trabajaba), ella no paraba de alabar a un Autobot de nombre... Powerglide. Siendo una mujer caprichosa y mimada a la que nunca le complacía nada, me sorprendió bastante verla tan feliz cuando hablaba de su «aventura» (También fue secuestrada por los Decepticons). Y en esa euforia se iluminaba como si ella realmente lo amara.
Enamorarse de un robot suena a locura... De ser así, entonces me estoy volviendo loca.
No comprendo qué le veo de atractivo. Es frío (literal), arrogante, cruel, calculador... enigmático, inteligente... muy útil y práctico; tanto que puedes cargarlo en tus manos. Incluso a veces llega a ser un poco torpe, y eso es... tierno.
Sal de mi cabeza y de mi corazón, estúpido Walkman gigante.
*Día 47*
Anotaciones personales
Debo acentuar que en esta última colisión los Autobots sí que les dieron una paliza a los Decepticons, pues lucían demasiado abollados. El cuerpo de mi guardián tenía magulladuras, rasgones y huellas de quemaduras en una mayor medida de las que suele padecer.
Desconozco al tal Brawn, pero parece tener una firme riña en contra de Soundwave. Sus compañeros se burlan de él por ser la víctima favorita de ese «Autobot enano», quien es el causante de casi todas sus cicatrices contundentes generadas en batalla. Me han contado que tiende a patearlo con desmesura en sus posaderas traseras; le ha montado en pleno vuelo, impactándolo de cara a montículos rocosos; e incluso lo ha levantado, lanzándolo con facilidad, entre otras cosas.
Si algún día lo tengo de frente, le reclamaré por ese trato tan brusco hacia él...
El decaimiento moral de los Decepticons por su humillante derrota los puso de un humor pesado y solitario, reparándose cada uno por separado debido a su fastidio de lidiar con los comentarios mordaces de sus camaradas.
Es ahí donde entré yo a socorrer al caballero cerúleo responsable de mantenerme viva. Necio y reacio, en un principio se resistió a mis cuidados; pero acabó cediendo gracias al cansancio por su escasa reserva energética. A lo largo de las curaciones permaneció quieto y silencioso, sin mirarme en ningún instante.
Para ser el encargado de las comunicaciones, es el menos comunicativo.
*Nota*
A Soundwave no le gusta que le pinchen sus botones sin permiso.
*Día 55*
Anotaciones personales
Hace unos días estuve al borde de la muerte a consecuencia de una fuerte fiebre. El estrés físico y el agobio psicológico no se han podido evitar ni contrarrestar a pesar de los detalles obsequiosos de mi guardián.
A falta de los medios adecuados para tratarme, Megatron optó por dejar en segundo plano mi grave y delicado estado, en aras de una misión más importante para él. Sin embargo (para variar), su plan fracasó, y retornaron a la base en breve.
En mis desvaríos terminé vagado por la sala principal de cómputo. Sólo recuerdo haber atisbado la compuerta abriéndose, y a Soundwave y a Thundercracker precipitándose hacia mí un segundo antes de que todo se volviera negro.
Cuando recuperé el conocimiento estaba sobre una cama de hospital. En mi convalecencia escuché la mecanizada voz de mi guardián a través de la ventana. Amenazaba a unas personas junto con Thundercracker. Ambos les ponían en claro que se me atendiera en secreto y dando resultados satisfactorios. Después de eso traté de moverme, y me percaté de la presencia de Rumble en un rincón; el cual, en cuanto notó mi gesto, corrió a informar mi despertar.
Restablecida, medicada y dada de alta, Soundwave me tomó entre sus manos con cuidado, colocándome en la cabina de Thundercracker.
En el camino, Thundercracker planeó a baja altura para permitirme disfrutar de los paisajes, y se lo agradecí. El orgulloso gladiador me llamó tonta debilucha, aunque en un tono algo avergonzado. Supongo que fue su forma de decir, «de nada».
Sin embargo, justo al sobrevolar unos campos despejados, en un área de arboledas se ocultaba un precioso claro repleto de flores esplendorosas; y presenciar ese espectáculo me hizo suspirar con anhelo. Detalle que no fue ignorado por Soundwave, quien señaló el lugar dando la orden de descender. (Aunque Thundercracker maniobró tan rápido que casi choca contra Soundwave).
Pasé una tarde mágica ese día, quizá la más hermosa en años. Contemplar la puesta de sol al lado de ellos es una preciosa memoria que atesoraré siempre.
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𝕰𝖈𝖔 𝖉𝖊𝖑 𝕮𝖆𝖇𝖆𝖑𝖑𝖊𝖗𝖔 𝖉𝖊 𝕮𝖔𝖇𝖆𝖑𝖙𝖔 ~ {𝔖𝔬𝔲𝔫𝔡𝔴𝔞𝔳𝔢 𝔊1}
FanficMi primer Fanfic publicado. {El hecho de que lo lean es un gusto para mí, y el que les guste, un logro}. *Los personajes utilizados no son de mi autoría, son propiedad de HASBRO y TAKARA, etc.* A excepción de mis Oc's. Prisionera de los Decepticon...