Mi primer Fanfic publicado.
{El hecho de que lo lean es un gusto para mí, y el que les guste, un logro}.
*Los personajes utilizados no son de mi autoría, son propiedad de HASBRO y TAKARA, etc.* A excepción de mis Oc's.
Prisionera de los Decepticon...
«La vida da muchas vueltas: un día eres una niña que desea mejorar al mundo con asombrosos disparates, al siguiente te vuelves una reconocida científica que enorgullece a sus queridos padres; pero después... quedas huérfana a consecuencia de un devastador accidente que nunca viste venir, obligándote a deambular por el amargo sendero de la soledad. Luego trabajas en una empresa tecnológica de élite, de la cual eres secuestrada por seres robóticos de otro planeta... y antes de que asimiles tantos vaivenes, uno de esos androides flecha tu corazón. Mas en el proceso, tus escarceos acrecientan el eternizado conflicto de los dos bandos que conforman las opuestas ideologías de estos entes, y hieres las pasiones de unos cuantos cándidos a quienes, sin advertirlo, has embelesado; desembocándose en tu dilema presente. Convertida en una femme que duda en regresar a su cuerpo mortal, pero porque al fin cree haber encontrado un hogar. Papá... Mamá... nunca más estaré sola; porque me he unido a una nueva familia en la que... soy amada.»
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La noticia de la pedida de mano que Soundwave me hizo no tardó en esparcirse de viva voz entre Autobots, gracias a una supuesta competencia de vuelo que involucraba a Thundercracker, Powerglide y Tracks, quienes por «casualidad» escogieron esa zona en específico para su alarde aéreo. Como la idea resultó ser de Thundercracker, sus motivaciones tras esta se tornaron sospechosas; confirmándolas al echársele encima a Soundwave. Por fortuna Powerglide y Tracks me ayudaron a separarlos.
El amor es impredecible e incontrolable, existe bajo muchas formas, se experimenta en distintos grados, se plasma en varios matices, y cambia como las estaciones... Por eso su naturaleza tiende a florecer sólo cuando se le permite fluir, sin pretender contenerlo o poseerlo, pues eso le cortaría las alas, silenciaría su canto, y al igual que ave enjaulada, moriría por lo fracturado de su espíritu.
Es probable que el que yo no aceptase los sentimientos de Thundercracker, Perceptor y Jazz me sitúe en el papel de la mala del cuento; pero la poligamia no es un término que parezca agradarles a los cybertronianos, ni a mí. Además, por propia salud mental, satisfice lo que mis más genuinos sentimientos y razón me dictaron. Tal y como no está bajo mi poder el imponerles a los demás las emociones y pensamientos que deberían adoptar, tampoco se me tendría que conminar para ceder a la presión de concebir algo contrario a mi voluntad. Comprender y admitir, o por lo menos tolerar mi decisión, sería la excepción que les pediría encarecidamente a aquellos que, con semejante fervor, profesan amarme; porque, si en verdad me amaran, ni siquiera intentarían forzarme a corresponderles como pareja, al no nacerme del alma. Sin embargo, no por eso me son indiferentes las llagas de sus angustias. Dentro mío, cargo su dolor, su frustración, su cólera, su desilusión... Sus sueños y esperanzas... destrozados en pedazos... por mis rechazos. Lamento, con todo mi ser, el sufrimiento que les acabé provocando; y sincerándome, desearía enmendar el daño y el vacío que he dejado en su pecho.