«El tiempo ha transcurrido muy rápido, y aun así me parece como si apenas hubiera sido ayer cuando conocí a mi caballero de cobalto. Desde entonces han pasado tantas cosas.»
Volver a ser humana no fue tan sencillo, ya que me había acostumbrado demasiado a mi escala gigantesca; pero bien valió la pena. Sin embargo, con los años, las secuelas en mis pulmones, sensibilizados por el humo volcánico, cobraron su factura, y según mi lapida, fallecí en el 98; o por lo menos mi cuerpo. Mi mente, en cambio, siguió adelante gracias a mi otro yo.
Durante esos intervalos se dieron muchos cambios, entre ellos que mi pequeña familia creciera al integrarse tres nuevos casetes: Ratbat, Slugfest y Overkill; a quienes acogí con el mismo afecto que a los demás. Porque, he de agregar, a la fecha, las insignias de ambos bandos perdieron su naturaleza distintiva tras la desintegración de los Decepticons como grupo belicoso, a consecuencia de una grave división en sus miembros por fuertes disputas internas, sumándose al conflicto la renuncia de los Constructicons, y el escape de los Combaticons, los cuales se aventuraron a ejecutar sus propios proyectos e iniciativas sin vivir bajo el yugo de nadie.
En el caso de los Constructicons, su antiguo compañero Hauler contribuyó bastante para encaminarlos a ocuparse en labores más productivas que destructoras, reuniéndose al fin con sus estimados colegas para dedicarse a lo que en verdad amaban. Por su parte, los Combaticons se afianzaron como un escuadrón de mercenarios sumamente exitoso, enfocándose en realizar operaciones especiales, algunas como escoltas, e incluso de rescate.
No obstante, no todos corrieron la misma buena suerte, pues los Stunticons optaron por abandonar al testarudo de Motormaster tomando cada uno su camino. Y los Insecticons todavía de vez en vez provocan estragos ecológicos por su insaciable apetito, pero por lo escurridizos que son, su ubicación exacta sigue siendo desconocida. Entretanto, los Coneheads se encauzaron al contrabando espacial de energía y partes de repuesto.
Mas a pesar de ello, unos cuantos, como Astrotrain y Skywarp, acabaron en oficios comerciales más cómodos y rentables por sus capacidades únicas de transporte y teletransportación; mientras que Blitzwing aceptó colaborar con los Autobots, debido a la influencia de un joven cybertroniano llamado Hot Rod.
Continuando con los restantes, Shockwave, Starscream y Megatron fueron encontrados culpables por sus crímenes en contra de la paz, encasillándolos entre los fugitivos interestelares más buscados. Si bien Starscream fue encarcelado, el paradero de Megatron sigue siendo un misterio; mas Shockwave y yo entablamos una inusual amistad secreta antes de que este tuviera que huir del planeta para no enfrentar sus cargos. Por ello, de vez en cuando recibo mensajes encriptados suyos donde me informa cómo está su estado mental, pues al parecer el contacto que sostiene conmigo es de lo poco que le ha mantenido cuerdo en su solitario exilio.
A favor de mis camaradas, los Autobots, puedo decir que ante la disolución de los Decepticons, estos consiguieron aligerar sus cargas llevando vidas más amenas, y al igual que sus anteriores enemigos, se consagraron a cumplir sus aficiones, metas y sueños.
A lo largo de ese complejo proceso neutral, a merito de mis servicios y acciones en favor de consolidar el bien común de los titanes de acero; la sociedad de femme's, liderada por Elita-1, me otorgaron un nombramiento honorifico de Cybertroniana terrícola, y con ello, por medio de Vector Sigma, se me concedió el privilegio de que mi esencia fuese almacenada y convertida en una spark; dándose la oportunidad de una interacción espectacular de muchísimos colegas del emblema carmesí con ex miembros del escudo púrpura. Entre amigos, extraños, destacados y novatos, por tan sólo mencionar a unos cuantos, los Technobots: Scattershot, Lightspeed, Strafe, Nosecone y Afterburner, a la par del quejoso Kup y algunos oficiales de rango como Blurr y Ultra Magnus, acudieron a la ceremonia; y para su disgusto, también asistieron personajes como los feroces Predacons: Razorclaw, Rampage, Divebomb, Tantrum y Headstrong, junto a los temerarios Terrorcons: Hun-Grrr, Blót, Cutthroat, Rippersnapper y Sinnertwin, con quienes aun existía cierta rivalidad y recelo.
Afortunadamente, la terrible batalla del 2006 contra Unicron había aportado mucho para suavizar aquellas viejas rencillas, a causa de que su letal amenaza hacia los dos mundos fomentara una alianza general, por el deseo afín, de todos, para derrotarlo.
Al presente, las adversidades no han acabado por completo, pero por lo menos ahora son provocadas por terceros o catástrofes repentinas que se escapan a nuestro control.
«Por eso, en este día que he rememorado el pasado y puedo contemplar con júbilo el renacimiento de Cybertron y el inicio de una nueva era para la Tierra, aprovecharé para confesarle a Soundwave una noticia que lo hará el cybertroniano más feliz del universo.»
—¿Qué serás?... ¿Un pequeñín o una pequeñina?
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𝕰𝖈𝖔 𝖉𝖊𝖑 𝕮𝖆𝖇𝖆𝖑𝖑𝖊𝖗𝖔 𝖉𝖊 𝕮𝖔𝖇𝖆𝖑𝖙𝖔 ~ {𝔖𝔬𝔲𝔫𝔡𝔴𝔞𝔳𝔢 𝔊1}
FanficMi primer Fanfic publicado. {El hecho de que lo lean es un gusto para mí, y el que les guste, un logro}. *Los personajes utilizados no son de mi autoría, son propiedad de HASBRO y TAKARA, etc.* A excepción de mis Oc's. Prisionera de los Decepticon...