6 días.
Me resguardo más en mi chaqueta. Hace frío.
- Demonios, Dana, ¿a quien estamos esperando?- pregunto impaciente.
- Calla y relajate.- me regaña.
- Llevamos esperando una hora y media, hetoy helada.- digo enfadada.
- Dios, Eve, eres peor que una niña pequeña. Toma, ponte mi chaqueta.- me tiende la prenda.
- ¿Y tú?
- Yo no tengo frío. Mi cuerpo es muy caliente, otra caracteristica de los Odraz.- dice Dana encogiendose de hombros.- Mira, ahí está.
A lo lejos veo acercarse una figura. Cuando esta lo suficientemente cerca, veo que es Dylan.
- ¿Por qué hemos quedado con él?- digo antes de que llegue.
- Porque te va a ayudar. Será tu entrenador.- responde Dana.
- ¿Qué? Yo no neces...
- Chsst, callate.- me advierte Dana.
Dylan está a nuestro lado.
- Hola chicas, siento la tardanza. Estuve ocupado.- se disculpa.
- ¿Alguna redada?- preguntó Dana seriamente.
Dylan asintió.
- Bueno, dime, ¿la pequeña y torpe Blake se va a unir a nosotros?- pregunta burlonamente.
Le miiro con furia y le doy un patada en la espinilla.
- Eres idiota, Winstead.
- Dejad de pelaros.- nos regaña Dana.- Teneis que mepzar a llevaros bien, vais a pasar mucho tiempo juntos ahoraa.
Yo ruedo los ojos y resoplo. Dyla se acerca a mi y me coge de la cintura.
- Era broma, en realidad me cae bien, me parece buena idea que pasemos tiempo juntos. ¿Que me dices, Blake? ¿Amigos?- dice Dylan con su sonrisa, la cual me parece menos empalagosa.
Sonrio debilmente y asiento.
- Bueno, dicho esto, yo me voy.- dice Dana satisfecha.
- ¿Qué? ¿A donde?- pregunto alterada.
- He quedado.- responde Dana encogiendose de hombros.- Bueno, me voy, portaos bien.
Dana se aleja. Dylaan me mira.
- ¿Que vamos a hacer?- pregunto.
- Vamos a mi casa. Tienes que aprender unas cuantas cosas.- contesta serio.
- Oh, ¿ahora te pones serio?
- Evelyn, ¿por que eres tan irritante?
- ¿Y tú por que eres tan idiota?
Dylan suelta una carcajada.
- Vamos, anda.- dicec y toma mi mano.
- ¿Que haces?
- Tu dame la mano, es mas seguro.
- Ya, ya...- digo resoplando.
Voy todo el camino de la mano de Dylan. La gente nos mira como si fuesemos una pareja, pero yo me siento como una niña pequeña siendo arrastrada al dentista. Caminamos durante 10 minutos hasta llegar a un bloque. Dylan suelta mi mano para sacar las llaves. Me resulta extraño sentir una mano caliente, estoy acostumbrada al frio de Matt. Contengo una lagrima al recordarle. "Vamos, Eve, olvidale, es un idiota. Es agua pasada."
Dylan abre la puerta y entramos al ascensor. Evito mirarme al espejo. Dylan se acerca a mí.
- No quieres mirarte, ¿verdad?- pregunta.
Asiento con la cabeza.
- Una pena... eres muy bonita.
Las puertas se abren y Dylan saca las llaves de nuevo. Abren una puerta. Me hace un gesto caballeroso.
- Bienvenida a mi hogar.
