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Ocho meses después

El tiempo pasó rápidamente, Christine se encontraba bien según los médicos, su embarazo estaba llendo mucho mejor de lo que pensaban aunque, aún así, ella seguía corriendo el peligro de morir en cualquier momento durante el parto, lo cual asustaba demasiado a Raoul, él no estaba preparado para cuando eso pasara ni quería imaginarse el dolor de poder perderla.

Durante todos estos meses, el abogado de Christine a estado viniendo casi a diario, a estado reuniéndose solo con Christine en su habitación mientras Raoul y yo nos preguntamos sobre lo que ellos harán, ninguno de ellos nos a dicho nada acerca sobre lo que están trabajando en conjunto y eso frusta, nos frusta a ambos aunque creo que mucho más a Raoul. 

De hecho, ahora que lo recuerdo, tal vez las cosas que está arreglando Christine tienen algo que ver conmigo ya que me hizo firmar algunos papeles sin dejarme leerlos, aunque eso que hizo me pareció extraño no creo que se trate de algo malo, Christine nunca haría nada raro, se que puedo confiar en ella.

Las horas pasaban y yo recorria la casa de arriba a abajo llevando cosas a Christine, así como ayudándola con aquello que ella necesitara, pero después del atardecer un grito me hizo subir rápidamente hasta su habitación.

Entre a la habitación de Christine y esta se encontraba en el suelo, su vestido estaba empapado, como si no hubiera tenido tiempo de ir al baño, y el piso brillaba un poco.

- ¡Christine! -Grité mientras me acercaba a ella- ¿Estás bien?

- No -Dijo con dolor mientras algunas lágrimas se resbalaban por sus mejillas- Creo que se me rompió la fuente

Y ahí fue cuando algo hizo clic en mi cabeza: ¡Christine estaba a punto de dar a luz!

Rápidamente ayudé a Christine a levantarse del suelo, la subí en la cama y corrí hasta el primer piso, necesitaba informarle a Raoul lo que le acababa de pasar a Christine y tenia que ver si él podía venir rápido para poder llevarnos al hospital o tenia que pedir un taxi.

Raoul contestó rápidamente y, después de informarle lo que pasaba, dijo que vendría lo más rápido posible, que solo bajara a Christine hasta el primer piso para poder irnos en cuanto él llegara.

Volví a subir hasta donde se encontraba Christine, ella estaba recostada en la cama mientras las lágrimas se resbalaban por sus mejillas a mares, lo que era extremadamente raro es que ella solo se encontraba sollozando en silencio.

- Christine -Dije y la susodicha giró su rostro hacia mi- Tenemos que bajar, Raoul dijo que iba a llegar en unos minutos pero necesitas estar abajo para que en cuanto llegue nos vayamos

- Si -Dijo ella mientras asentía y respiraba con dificultad trantando de no llorar más- Vamos

Me acerqué a ella para ayudarle, lentamente la levanté de la cama pero antes de comenzar a caminar volteé a ver la cama, esta se encontraba empapada, era como si se estuviera quedando sin el agua que tenemos los humanos en el cuerpo.

Comenzamos a caminar con cuidado hasta llegar a las escaleras, con cada paso que dabamos Christine comenzaba a controlarse cada vez más hasta comenzar a respirar de una manera normal, bajamos con cuidado las escaleras hasta llegar a la planta baja, cuando llegamos a esta descansamos un poco antes de caminar hasta la sala.

Llegamos a la sala y Christine se adueño del sófa recostándose en este, yo caminé hasta la puerta para revisar si Raoul estaba cerca de la casa pero aún no era así, entré a la casa y me senté en uno de los sillones mientras jugaba con mis manos, me estaba desesperando tener que esperar tanto por la llegada de Raoul. Luego de un rato volví a subir a la habitación de Christine para recoger aquella maleta que habiamos preparado para cuando este día llegara y la bajé para acomodarla cerca de donde Christine estaba.

Algunos minutos pasaron, minutos en los que Christine se la pasó sollozando ya que las contracciones habían comenzado y yo vigilaba que tan seguido las tenia, así como cuantas había tenido y a que horas, ya que el médico nos había dicho que así lo hicieramos; Christine había tenido una contracción y, mientras yo escribia en una libreta la hora exacta, la puerta se abrió de golpe dejando ver a Raoul, que se veía como si hubiera corrido un maratón en unos minutos.

- ¡Raoul! -Gritó Christine y este corrió hacia ella- Llevame al hospital, rápido 

Raoul asintió para después cargarla entre sus brazos, yo sostuve la libreta y la pluma con una mano mientras sostenía la maleta con la otra para después salir de la casa junto con Christine y Raoul, subimos a la camioneta y emprendimos el camino hacia el hospital, necesitabamos llegar rápido, demasiado rápido.

No tardamos tanto en llegar al hospital, cuando Raoul se estacionó yo corrí hacia adentro para buscar a algún médico que nos ayudara o registrar a Christine dependiendo lo que me dijeran.

Después de pedir ayuda algunos médicos y enfermeras corrieron para llegar hacia la camioneta donde se encontraba Christine mientras yo la registraba en la recepción, la señorita que estaba en recepción era demasiado lenta para mi gusto y para cuando esta terminó de atenderme Christine ya había pasado en una camilla hacia la sala de partos.

Corrí hacia los enfermeros para pedir información de donde quedaba aquella sala, lo único que me advirtieron es que no podía estar ahí si es que no era algún familiar suyo.

Llegué a la sala de partos y una enfermera me detuvo.

- Lo siento -Dijo ella- No puede pasar

- Necesito estar ahí adentro -Dije- Ella es mi hermana -Mentí pero no del todo ya que ella era como una hermana para mi.

- Esta bien -Suspiré aliviada- Solo tienes que cambiarte tu ropa por una que te brindamos aquí -Asentí- Ven conmigo

Seguí a la enfermera hasta un pequeño cuarto cerca de la sala de parto, en aquel cuarto habían varios trajes color azul como aquellos que usan los cirujanos, me hicieron tomar uno de aquellos trajes y ponermelo encima de la ropa que ya llevaba puesta; cuando terminé de cambiarme seguí a la enfermera hasta donde se encontraba Christine.

Me sorprendí al ver a todos ya cambiados, desde Christine hasta los médicos. La mirada de Raoul se cruzó con la mia y este corrió hacia mi.

- Que bien que estás aquí -Dijo mientras se retiraba el cubrebocas- Los médicos dijeron que van a tener que trasladarla al quirófano

- ¿Por qué? -Raoul tragó saliva.

- Van a tener que someterla a un parto por cesárea, es lo mejor para ella y para él bebé 

Asentí mientras suspiraba, volteé a ver a Christine, esta se retorció un poco de dolor, seguramente a causa de una contracción, volví a suspirar.

- Espero que todo salga bien

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Nota de la autora: Hola :3

Perdón por no publicar en tanto tiempo pero es que en verdad tenia la agenda llena, entre ensayos, escuela, cosplay y la presentación no tenia tiempo para dedicarme un rato a escribir, por lo menos ahora tengo un poco más de tiempo, poco pero es más del que tenía antes :D.

Este capítulo sufrí escribiéndolo ya que para tener información sobre este tema tuve que investigar mucho, ver varios videos de mujeres embarazadas, a punto de dar a luz y en pleno parto (no tan explicito porque no podría con ello), y preguntarle a mi familia (los cuales me vieron de manera muy extraña por preguntarles eso... fue vergonzoso pero valió la pena). Pensé que este tema me iba a traumar pero no, por lo menos no tanto como creía.

El próximo capítulo lo publicaré, si es que puedo, el próximo sábado y si no puedo el sábado lo publico el domingo o el lunes siguiente.

Nos vemos

<3

De Vuelta en la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora