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El vuelo fue extremadamente lento para mi ya que no podía dejar de pensar en Erik y en lo que hubiera pasado si él hubiera llegado a decirme que no me fuera, que de verdad me amaba y todo lo que había hecho era algo sumamente tonto que hizo por orgullo; solamente me estaba torturando.

Al estar en el aeropuerto permanecí por casi una hora ahí pensando en las acciones que me habían llevado hasta a aquí, así como también pensaba hacia donde iría ahora.

Caminaba por todo el aeropuerto a paso lento como si estuviera esperando que algo pasara, que alguien llegara pero, en realidad, no iba a llegar nadie y nada iba a pasar solo no quería afrontar la realidad, no queria afrontar que ya no estaba en Paris, no quería afrontar que ya estaba en otra ciudad.

Respiré pronfundo y comencé a caminar hacia la salida del aeropuerto para tomar un taxi, aunque este sería sin rumbo ya que ni siquiera tengo donde quedarme.

Al salir de ahí pude ver un carro pasar lentamente, un carro que se me hizo conocido pero trate de no tomarle mucha importancia hasta que este se detuvo enfrente de mi.

Quedé congelada un momento frente al auto, miles de pensamientos terribles pasaron por mi cabeza cuando la ventana del asiento del copiloto estaba bajándose; contuve la respiración y cerré fuertemente los ojos esperándome lo peor.

- ¡Abigail!

Una dulce voz gritó mi nombre y esta provenia del auto que tenía enfrente, abrí los ojos de golpe ya que la voz me era sumamente conocida.

- ¿Christine? -Pregunté casi en un susurro, no podía creer que era ella.

- Si Abigail -Dijo mientras empujaba la puerta- Soy yo

La puerta del auto se abrio y Christine salió rápidamente de este para abrazarme, solte mis maletas dejandolas caer sin cuidado por el suelo para poder corresponder a su abrazo.

Sentí como de mis ojos las lágrimas salieron recorriendo mi rostro, pero no eran de tristeza eran de felicidad, me alegraba poder volver a ver a mi mejor amiga. Aunque no me esperaba que estuviera aqui no me desagrada para nada encontrarmela, antes tal vez me desagradaría un poco pero ahora no, no importa lo que Erik haya sentido por ella, ella es mi mejor amiga.

- No pensaba verte aquí -Dijo Christine mientras se separaba de mi.

- Ni yo, pensaba que tal vez se habían ido a otro continente -Sonreí- Jamás me imaginé que vendrían a vivir a Londres

- Si te soy sincero, quería traer a Christine a la antigua casa que tenía aquí

- ¡Raoul! -Dije mientras corría hacia él para abrazarlo fuertemente- Recuerdo que aquí nos conocimos -Sonreí- En el aeropuerto

- Si -Dijo Raoul mientras me soltaba- Recuerdo que cuando te vi lo único que podía pensar era en cuanto extrañaba a Christine

Cierto, hablamos de una Little Lotte y luego nos dimos cuenta, creo no recuerdo muy bien, que ibamos a viajar en el mismo vuelo.

- ¿Dónde te quedarás? -Preguntó Raoul.

- La verdad no lo se, de hecho estaba pensando en eso hace unos segundos

- ¡Puedes quedarte con nosotros! -Dijo Christine mientras caminaba hacia Raoul- ¿Verdad?

- Tenemos un cuarto de visitas por si quieres venirte

- No quisiera ser un estorbo

- Claro que no -Dijeron al unísono haciendo que ellos rieran contagiándome de paso.

Raoul tomó mis maletas mientras Christine abriá la cajuela del auto, creo que piensan llevarme consigo sin preguntarme; cuando terminaron de subir las maletas abrieron una puerta de atras y me indicaron que entraran, así lo hice, mientras ellos entraban a los asientos delanteros.

El auto comenzó a avanzar hacia un rumbo desconocido para mi, aunque podía orientarme si veía por la ventana, ya que conocía perfectamente la ciudad, pero no quería hacerlo ya que quería mantener el suspenso.

El viaje se sintió demasiado corto por la platica que estábamos manteniendo entre nosotros tres, aunque tuvimos que hacer una pequeña parada ya que Christine se había mareado y tenía que bajarse a vomitar.

- ¿Estás bien? -Pregunté mientras me acercaba a Christine.

- Si -Dijo mientras se limpiaba los boca con un trozo de papel que sacó de su bolso- Últimamente no me e sentido muy bien

- Te llevaré al médico -Dijo Raoul mientras le daba una botella de agua a Christine- No quiero que te sientas mal, me pone mal verte así

Sonreí mientras miraba hacia otro lado, ellos dos se aman demasiado y, sin querer, me están haciendo sentir mal, quisiera que Erik se hubiera preocupado alguna vez así por mi... pero no, ya nunca podrá pasar eso ya que ahora estoy un poco lejos de él.

- Bueno -Dijo Christine mientras cerraba su botella de agua, ni siquiera me había dado cuenta cuando tomó agua- Creo que debemos seguir con el camino que teniamos, Abigail va a querer descansar

Raoul sonrió para después asintió; Christine se acomodó en su asiento mientras yo hacia lo mismo y Raoul subía al asiento del piloto. El auto avanzó lentamente continuando a su destino para no provocar que Christine volviera a marearse, luego de unos segundos Raoul estaciono el coche y ambos bajaron del coche; no estaba segura de si bajarme o no, así que esperé hasta que ellos me lo dijeran.

- Puedes bajar -Dijo Raoul mientras abría la puerta que estaba a mi lado- Ya hemos llegado

Salí del coche con cuidado tomando la mano que Raoul me había ofrecido, Christine estaba en la puerta de una casa, supongo que es la suya, que era grande pero no una mansión, ella giró hacia mi y comenzó a brincar mientras agitaba las manos diciéndome que fuera con ella, Raoul se acercó a mi con mis maletas en sus manos.

- Ella es demasiado inocente -Dijo mientras sus mejillas se tornaban rojizas- Es algo muy lindo de ella -Agachó su cabeza mientras soltaba una risita- Aún sigo pensando ¿cómo no me dí cuenta que Christine no era la que tenía el fantasma en su guarida?

- Soy buena actriz ¿no? -Sonreí.

- Creo que si

Reimos un poco y después comenzamos a caminar hacia donde Christine estaba, ella abrió la puerta de la casa para que todos entraramos y al hacerlo solo pude quedarme en la entrada, la casa era sorprendente, parecía una casa de otra época y demasiado acogedora.

Respiré profundamente dejándome llevar por el olor que la casa transpiraba, un olor que te hace sentir como si fuera tu casa y ahí tuvieras a tu familia.

- ¡Christine! -El gritó de Raoul interrumpió lo que estaba sintiendo.

Abrí los ojos y pude ver a Christine en el suelo a unos cuantos pasos de mi mientras Raoul la comenzaba a levantar del suelo, corrí hacia ellos y pude ver que a Christine más de cerca, se había desmayado.

- Tenemos que llevarla al doctor -Dijo Raoul a lo que yo asentí.

Comenzamos a caminar hacia la puerta de la casa para poder salir rápido de esta, lo único que podía venir a mi mente era que Christine estuviera bien, me daba igual todo lo demás solo quería ver a una de mis mejores amigas estable.

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Nota de la autora: Hola!

Hace unos dias decidi volver a tener una rutina de escritura para poder así traerles más seguido capítulos, lo malo es que no solo estoy trabajando en esta historia sino que también estoy trabajando en una novela original aun así pienso traerles capítulos más seguidos.

Espero les haya gustado el capítulo, no vemos pronto.

<3

De Vuelta en la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora