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La lluvia había llegado de golpe mientras me encontraba en el camino hacia mi hogar haciendo que cayera de golpe al suelo por ir corriendo entre las calles.

- ¡Diablos! -Grité cuando me encontraba en el suelo.

Estaba a unas cuantas cuadras de casa pero no deseaba levantarme del suelo, no después de lo que había pasado, no con todo lo que sentía dentro de mi.

¿Todo era verdad? No podía serlo, aún deseaba estar cerca de Erik, lo amaba ¿en verdad lo hacía? ¡Debía de ser así! Un amor como el que le tuve no se puede borrar, no puede.

Me levanté del suelo, no quedaba mucho camino para llegar a casa y no podía permitir que alguien me viera así, esto era demasiado para mi, necesitaba tiempo para descansar y pensar.

Seguí caminando hasta llegar a aquel lugar que llamaba hogar, tomé con cuidado el picaporte, respiré profundo y lo abrí con fuerza entrando de la misma manera, y cerré la puerta a mis espaldas.

- ¡Abigail! -Aquella grave voz hizo que tiritara, aquel que menos quería que me viera en este momento se había dado cuenta de mi presencia.

Me giré hacia donde había escuchado su voz y ahí estaba él parado enfrente de mi claramente preocupado haciéndome tiritar y retroceder con su simple presencia.

- ¿Estás bien? -Preguntó con clara angustia en su voz a lo que no pude responderle- ¿Qué pasó? ¿Te hizo algo?

¿Algo? Más bien fuiste tú el que hizo algo sin siquiera estar presente.

Giré mi rostro hacia la izquierda, no podía verlo más, no quería afrontar la realidad tan rápido porque estoy segura que eso no es real, ¡me niego a creer que sea real!

Y de un momento a otro comencé a correr dejando a Raoul parado enfrente de la puerta, necesitaba estar sola, necesitaba llegar a mi habitación lo más rápido posible.

Sentía mi a corazón latir aceleradamente, como si alguien me estuviera persiguiendo aunque sabía que no era así, ¿por qué ahora me e vuelto tan cobarde?

Caminé con cuidado hasta la cama para después sentarme de la misma sobre la ella, sabía que debía cambiarme de ropa primero para evitar enfermarme pero debía pensar en lo de hace un momento así como en mis propios sentimientos.

Besé a Erik, después de diez años volví a tomar la iniciativa de hacerlo pero algo en ello no se sentía bien, la última vez que había besado a Erik siendo correspondida fue cuando... cuando era Christine, ya que después de eso quise besarlo y él solo me apartó.

Pero ¿por qué Raoul llegó a mi cabeza en aquel momento? Con él solo me e besado una vez y fue hace bastante tiempo.

- ¿Eso quiere decir que lo amo? -Susurré- ¿Qué hay de Erik entonces?

Erik es un caballero y un pobre individuo que toda su vida a sufrido el rechazo de las demás personas mientras que Raoul jamás a pasado por ello ya que él no sufre de algo como Erik, pero ambos han sufrido por una misma persona: Christine y lo malo de esto es mi extremo parecido con ella.

Agaché mi cabeza recargándola en mis manos, siempre en momentos como este tenía que llegar Christine a mi cabeza, ella no hizo nada malo y aún así aquí esta, haciéndome pensar que por el único motivo que estos hombres se fijan en mi es por mi parecido a ella.

Desearía preguntarles pero estoy segura que ambos responderían evadiendo la pregunta o diciendo que eso no es verdad y que jamás me vieron como Christine... por más que un día pude confundirlos a ambos con ello y ninguno sospechó nada.

Hablando de ese día, debería decirle a Erik la verdad, han pasado diez años desde eso y él aún no sabe la verdad, eso no es justo para nadie, mucho menos cuando casi todo el mundo sabe la verdad excepto él.

Queda poco para que presentemos la obra, no puedo seguir así para ese día, no puedo seguir huyendo de los problemas cuando estos se me presentan, tengo que afrontarlos y superarlos como cualquiera lo haría pero...

- Estoy confundida y no se que hacer -Suspiré- Desearía poder renunciar a esto pero... no puedo

No puedo, debo cumplir con presentar la obra, no tienen a alguien más y debo super esto también ya que solo será un día, solo será una ocasión.

- Solo una vez -Respiré profundo- Una vez más me presentaré junto a Erik en un escenario pero ahora sabrá que soy yo

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Nota de la autora: Hola

Primero que nada quiero disculparme por no haber publicado en un mes, no estoy pasando por cosas demasiado buenas y la situación que todo el mundo esta viviendo también me está afectando. Necesitaba un poco de tiempo para calmarme y pensar, ya que en el mes pasado hace dos años perdí a un conejo que fue mi mascota por cinco años y aún sigue doliendo.

También quiero aprovechar esta nota para decir que estoy muy enojada y decepcionada de las personas que habitan este planeta que creen que pueden tomar la vida de otras personas solo por tener un color de piel diferente al suyo, estamos en el año 2020 y aún no pueden entender que todos somos iguales, que todos merecen ser respetados y escuchados sin importar su color de piel, género u orientación sexual.

El racismo es algo que no debería existir pero aún está ahí y por eso debemos pelear contra él.

El racismo es algo que no debería existir pero aún está ahí y por eso debemos pelear contra él

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"La belleza del antirracismo es que no tienes que fingir que estás libre de racismo para ser antirracista. El antirracismo es el compromiso de combatir el racismo donde quiera que lo encuentres, incluyendo en ti mismo. Y ese es el único camino a seguir " -Ijeoma Oluo

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De Vuelta en la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora