17

437 33 4
                                    

Varios días después

El tiempo de espera de Christine en el hospital a terminado, solo nos queda esperar a que ella salga para llevarla a casa y cuidarla para que su embarazo vaya lo mejor posible, tanto el médico como las enfermeras nos han explicado como cuidar de ambos para que todo vaya bien, bueno, lo mejor que se pueda para tratar de evitar que algo malo le pase a cualquiera de ellos dos, tanto al bebé como a Christine.

En estos días Raoul trató de pedir información para saber el porque el embarazo de Christine era de alto riesgo pero no consiguió nada, aunque preguntó cada momento libre del día nadie pudo darle información ya que Christine no quería saber el porque ni que nadie más supiera el porque, solo los médicos... y ellos deben respetar las decisiones de sus pacientes.

Todos ibamos en la camioneta mientras platicábamos; Christine estará un mes al cuidado de Raoul y mio en su casa, después de ese mes tendrá que regresar una semana al hospital para ver que tal se encuentra ella y el bebé, después regresará un mes y así será hasta que llegue el tiempo en que tenga que dar a luz, lo cual será lo más díficil para ella, así como lo más peligroso, según los médicos.

Luego de un rato llegamos a la casa de Raoul y Christine, ayudamos a Christine a salir de la camioneta y entramos; al cruzar la puerta Raoul tomó entre sus brazos a Christine para subirla hasta su habitación, aquello me pareció demasiado lindo, mientras tanto yo me acerqué al televisor y lo prendí mientras me sentaba en uno de los sillones de ahí, era extraño volver a ver la televisión después de casi un año de vivir en un teatro donde no habían televisiones, focos ni nada electronico, después de vivir en un lugar que parecía estancado en otro tiempo donde todos estos aparatos todavía no existían.

Cambié los canales hasta que me cansé, no había algo en la televisión que llamara mi atención así que terminé apagándola; me recargué completamente en el sillón dejando caer mi cabeza hacia atrás viendo el techo, me sentía de más en esta casa pero no era la primera vez que alguien me recogía en su hogar, primero Madame Giry en el teatro Garnier, después la mamá adoptiva de Christine y luego la misma Christine en la casa que comparte con su marido.

- Estoy tan cansado -Dijo Raoul haciendo que tiritara un poco mientras me sentaba correctamente en el sillón y él se sentaba a un lado mio- Estos días han sido pesados 

- Lo se -Suspiré.

- Algo raro me dijo Christine 

- ¿Qué? 

- Dijo que le hablara a nuestro abogado, que quería hacer algunas cosas por su cuenta y lo necesitaba a él para unas de esas cosas... tengo demasiadas dudas sobre eso

- A lo mejor es algo que tenga que ver con su futuro bebé o algo por el estilo, no se me ocurre nada más

Raoul asintió y yo lo imité.

El tiempo que e estado aquí en Londres, con Christine y Raoul, me a hecho darme cuenta aún más de cuan grande es su amor y que tanto cuidan el uno del otro, me había dado cuenta de esto el poco tiempo que pasé con ellos después de lo que pasó con Erik, cuando me hice pasar por Christine, pero ahora, con lo que están pasando, eso se a hecho más fuerte, es como si todas las cosas malas que les sucedieran a ambos los uniera y los volvieran más fuertes.

Después de unos minutos Raoul habló con su abogado, quien llegó a su casa algunas horas después y pasó directamente a la habitación donde Christine se encontraba, mientras ellos se encontraban hablando Raoul y yo pasamos un tiempo platicando en la cocina pensando, de igual manera, que es lo que ibamos a hacer para comer; las horas pasaron y por fin el abogado salió de la habitación, ambos intentamos hacer que nos diera alguna pizca de lo que ellos hablaron pero no pudimos obtener nada, era frustrante.

Christine habló haciendo que Raoul corriera hacia la habitación, yo le seguí mientras llevaba una pequeña mesita con la comida que hicimos, con la porción destinada para ella; llegamos a su habitación pero Raoul entró primero solo ya que no sabiamos si solo quería hablar con él o tenía hambre y necesitaba comida.

Raoul abrió la puerta dejándome entrar, cuando lo hice caminé hacia Christine y acomodé la pequeña mesita encima de ella con mucho cuidado, después salí, necesitaba tomar aire y alejarme un poco de los problemas que estaban pasando entre ellos.

Caminé hasta salir de la casa, al estar en la calle comencé a caminar por las calles de Londres, como ya había vivido aquí conocía cada una de las calles de la ciudad, mi padre acostumbraba sacarme a pasear cada fin de semana para visitar cada rincón de Londres mientras pasabamos felices momentos padre e hija.

Respiré profundo, tenía que dejar de pensar sobre mi padre aunque esto fuera sumamente difícil, porque al hacerlo me daban ganas de llorar, extraño todos aquellos hermosos momentos que viví con mi padre pero yo se estos no pueden volver y que ahora solo forman parte de mis recuerdos.

No se por cuanto tiempo caminé, lo único que si sabía era que había caminado mucho ya que estaba enfrente de The London Eye, el lugar estaba lleno de personas, los cuales las mayoría creo que son turistas, ya que es un lugar sumamente visitado por ellos cada ¿año?. 

Veía la rueda dar vueltas de manera lenta y debía ser de esa manera para que se pudiera admirar todo mientras estás dentro; de alguna manera era relajante estar ahí viendo como las personas se emocionaban por poder entrar o poder subirse por segunda vez, el ambiente alegre hizo que olvidara por un momento todo lo que estaba pasando así como todos los problemas que ya habían pasado, ojalá siempre fuera así, ojala todos los días pudieran sentirse tan calmados aunque haya ruido alrededor.

De Vuelta en la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora