Mi chico malo. {Cameron Dallas} •Editando.

C a t o r c e (parte2)

*Flashback*

-¡Papi!- corrí hacia ellos y me paré en seco al ver a mi papá con la punta del cuchillo en el cuello de mi madre.

-Mi ángel, ve a tu habitación- dijo mi madre con lagrimas en sus ojos, mi papá me miró.

-Hola, cariño- me dió una sonrisa lobuna- no te vayas.. la fiesta recién comienza.

-¿Qué le haces a mami?- mis ojos se llenaron de lagrimas.

-Oh, nada.. ¿Te cuento un secretito?- asentí- bueno, como bien sabes tu madre y yo siempre peleamos. Ella quería darme el divorcio, como la cruel mujer que es -hizo un puchero- Yo obvio le dije que no, por que ¿que pasaría contigo?.

-Cállate- logró decir mi madre.

-¡Silencio!- le dió una cachetada, haciendo que cayera al suelo.

-Como te decía, preciosa -me miró- Tu madre inventaba feas excusas como "me engañas con otras mujeres" "eres un idiota" "vete con tu putas.."

-¡No digas groserias enfrente de ella!

-Yo digo lo que se me da la puta gana, golfa. Bueno, lo que ella decía pues.. tal vez tenía un poco de razón pero no era para tanto. ¿Quieres saber lo que hizo tu madre?-me preguntó.

-¡Joshua, por-por favor! - imploraba mi madre.

-¿Acaso no dije que te callaras? - la pateó en el estómago, intenté acercarme pero él me lo impidió.

-Acabo de presenciar como tu madre me ponía los cuernos - la miró - solo yo podía hacerlo.. ella no respeto eso y ahora viene mi venganza - me sonrió inocente. Las lagrimas caían por mis mejillas, quería gritar pero tenía un nudo tan grande en la garganta que me lo impedía. Volteé a la puerta de la cocina y ví a mi nana que sólo me hizo una seña con los dedos que guardara silencio, desapareció.

-N--no le hagas nada, papi - dije con la voz entrecortada.

-Levántate, golfa. - le dijo a mi madre, sin hacerme caso. Ella se levantó débilmente - ¿Algunas palabras que le quieras decir a tu hija antes de pasar a mejor vida?

-M--mi ángel - tosió - Te amo, nunca lo olvides.

-Pero que ternura - la agarró por el cuello estreyándola contra la pared - Y ahora tu hija verá como mueres - sonrió.

-¡NOOOOOO!  grité, mientras veía como mi padre le encajaba el cuchillo varias veces en el estómago. No podía hacer nada más que gritar y llorar.

-Muérete - escupió mi padre a mi madre mientras la dejaba caer y la veía semi-muerta en el suelo - Clarisse, que te pasa ¿te comió la lengua el gato? - le decía a mi madre que trataba de hablar pero en vez de eso le salía sangre por la boca - hmm, ¿cómo haré éste castigo peor? - me miró vilmente-¡ya sé!-me agarró de los brazos hacia atrás y puso el cuchillo en mi garganta - Dile adiós a tu--

-¡Policía, salga con las manos en alto! ¡Lo tenemos rodeado! - dijo un hombre con un altavoz desde afuera.

-¡Oh, mierda! - me soltó y corrió hacia una ventana por la parte trasera de la casa, haciendo una exitosa huída. Dejandome asustada y de rodillas en el suelo viendo como mi madre moría, mientras la policía entraba por la puerta principal derribándola.

*Fin del Flashback*

-Ví.. ví como ese estúpido mataba a mi madre a sangre fría-salían lagrimas por mis ojos-no pude hacer nada, y-- cuando ví a mi tía en la misma situación, sentí que moría por dentro.

-Shh - me tranquilizó el moreno, agarrando mis piernas y poniendolas sobre las suyas, para recargar mi cabeza en su pecho mientras me arrullaba.

-Y luego.. luego llegaste tú, salvaste a mi tía. A la única persona en el mundo que me queda - respiré en su pecho, llenandome de su aroma masculino.

-Escucha, ángel - me abrazó mas fuerte - De ahora en adelante nadie te hará daño ¿entendiste? por que el que se atreva a hacerlo se las verá conmigo.. Y creeme, nadie quiere hacerlo - besó mi cabeza.

-¿Cómo estás tan seguro de eso? - lo miré.

-Sólo lo sé, y es una promesa - limpió mis lagrimas con su pulgar, recargué mi cabeza en su pecho mientras mirabamos hacia el hermoso lago. Estabamos en un silencio cómodo, de esos que no merecen ser interrumpidos.

¿Cómo es que llegamos a ésto? de ¿"Haré tu vida imposible por aboyar mi moto" a "No dejaré que nadie te haga daño"?. Simplemente son preguntas que se contestaran solo con el tiempo. Sentía mariposas en el estómago, como nunca antes las había sentido. Tal vez yo no sea el ángel, tal vez lo es él y me encargaré de que sólo sea mi ángel.