"¿Segura que no tiene un arma ahí adentro?"
Abrí la puerta de mi casa y me dí la media vuelta, me agarró de la cintura y me besó tierno y corto.
- ¿Nos vemos al rato?
- Seguro- sonreí, Le dí otro beso rápido, como me encanta hacer eso, entré y le dije adiós con la mano.
Cerré la puerta de mi casa y me recargué en ella cerrando los ojos.
- Despierta amor- susurró en mi oído terminandome de despertar.
- Hola- saludé dandome la media vuelta quedando cara a cara.
- Buenos días- me besó- te ves igual de hermosa en las mañanas. Con tus ojos chinitos, tu cabello despeinado y los labios rojos.
- Gracias- reí- tú no te quedas atrás.
- ¿Contigo en primer lugar?- bufó y acarició mi mejilla-seguro soy el último lugar.
- Basta de ser adorable- reí haciendo que él tambien lo hiciera.
Escuché como se ponía en marcha el auto y el sonido del motor se alejaba.
- ¿Y qué harás hoy?- preguntó tomando un poco de su jugo.
- No lo sé, nada supongo- me encogí de hombros y me puse a pensar- No, espera. Tengo que ir con Paul para lo del testamento- rodeé los ojos.
- ¿A qué hora?
- No lo sé, no lo hemos establecido- mordí mi pan tostado.
- Cuando él te avise me llamas, quiero ir contigo.- ¿Es una petición?
- Es más bien una afirmación- me guiño un ojo y puse los ojos en blanco.
- No se me olvida que tú y yo tenemos una plática pendiente- lo señale con el tenedor.
- Disfrutaré el tiempo que queda antes de que me empieces a interrogar- metió un pedazo de hot cake a su boca.
- Lo discutiremos luego- dije por terminado mientras él me daba una sonrisa, ¿de qué estaba hablando?
Solté un gran suspiro, estaba enamorada, eso seguro.
- ¿Y ese suspiro?
Abrí los ojos de golpe espantada.
- ¿Qué haces ahí?, Me diste un susto- le dije con la mano en el pecho.
- Así haz de tener la cosciencia ¿Acabas de salir? Porque acabo de llegar, estuve trabajando toda la noche, estúpido jefe- rodó los ojos.
- Si tía, acabo de salir. Es que me dieron ganas de desayunar fuera... ya sabes- hice ademanes con la mano.
- ¿Vestida así?
Mierda, todavía traigo el vestido.
- Siempre a la vanguardia de lo elegante - sonreí falsamente.
- Correcto...- dijo poco convencida- ¡Oh, casi lo olvido!
Agarró una cajita azul marino de una repisa y caminó hacia mí.
- Feliz navidad - sonrió.
¿Qué? ¿hoy es navidad?
- Gracias, no te hubieras molestado- miré la caja que se encontraba en mis manos.
- Ábrela- dijo emocionada.
Asentí. Le quité el moño y destapé la caja. Era una cadenita de oro con unas incrustaciones de diamante, miré a mi tía sorprendida.
ESTÁS LEYENDO
Mi chico malo. {Cameron Dallas} •Editando.
FanfictionNo me hables. No me mires. Ni siquiera te atrevas a respirar cerca de mí. No me agradas, no te agrado. ¿Por qué te empeñas en pasar aunque sea un segundo de tu día conmigo? hablarme, molestarme, aunque sea ¿mirarme? Somos como el agua y el aceite. S...