S e s e n t a y d o s

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"Perdón mi pregunta pero ¿ustedes que son?"

Empecé a abrir los ojos, tenía un poco de dolor de cabeza y me sentía débil. La resolana que se colaba por la ventana me calaba en los ojos, reconocí la habitación al instante, era la habitación del hospital. Cuatro paredes blancas, una cama individual, suero en mi brazo y un bulto en un sofa a un lado de la cama. Intenté levantarme pero sentí una punzada en mi brazo derecho, inconscientemente gemí de dolor y el bulto que se encontraba a mi lado se movió rápidamente al escucharme.

- ¿Estás bien?- preguntó preocupado con esos ojos cafés tan brillantes.

- Si... ¿Qué paso?

- Te desmayaste, te atrapé antes de que tocaras el piso pero tu brazo alcanzó la navaja y te cortó un poco.

Giré mi cabeza y miré hacia mi brazo, y efectivamente, mi brazo tenía una benda.

- Bueno, supongo que te debo de dar las gracias.

- No tienes que...

- Tienes razón, no debo.

- _____..

- ¡Cariño!- entró mi tía a la habitación interrumpiendo a Cameron- ¿Qué fue lo que paso?

- Bueno--

- No me digas- interrumpió-seguramente fue culpa de Cameron, sabía que era una mala influencia, no debí dejar que salieran porque--

- ¡Basta! - regañe.

- ¿Qué?- agarró su cabeza con ambas manos- es que como--

- Solo basta, ¿si? no estoy de humor- esquivé su mirada.

- Estoy preocupada- tomó mis manos-eres lo único que tengo, si algo te pasara no me lo perdonaría jamás, ni tu madre ni a mi misma- sus ojos se llenaron de lágrimas.

- Pero estoy bien. Sana y salva, mirame- le dí una suave sonrisa- Cameron me salvó- lo miré y él me miraba a través de sus largas pestañas- el siempre está ahi- susurré y la miré de vuelta.

- Tienes razón- limpió cualquier rastro de lágrimas de su rostro.

- El doctor dijo que ya venía pero ya tardo, iré a ver que pasa- me sonrió, besó mi mejilla y se retiró de la habitación.

- Así que- caminó hacia mí- ¿siempre te salvo?- un rastro de sonrisa surgió de su rostro.

- No te hagas ilusiones, Dallas, lo hice para salvar tu lindo culo.

- Lenguaje- me regañó y rodeé los ojos- Sabes que yo estoy para ti cada segundo ¿verdad?

Resoplé- No lo sé, a estas alturas ya no lo sé.


- Quiero que hablemos.

- ¿No lo estamos haciendo ya?- respondí con indiferencia.

- Quiero decir, sobre lo ocurrido, ¿por favor?

- ¿Y si me niego?- lo miré, gran error. Esos ojos avellanas estaban taladrando mi alma.

Traté de apartar la mirada pero no pude, creo que una de las cosas que más amo de él son sus ojos.

- ¿Me dejarás explicarte?- pidió en tono de súplica, suspiré.

- Tienes un minuto..

El sonrió, pero no como lo hacía antes.

- Te explicaré de principio a fin primero te contaré sobre Rodríguez, los chicos y yo trabajabamos para él porque era una forma fácil de conseguir dinero, comenzamos hace 5 años. Al principio todo era fácil pero él cada vez nos daba más encargos y amenazaba con matarnos- rió sin humor- que te secuestrara fué la gota que derramó el vaso, yo solo pensaba en encontrarte. Su hijo siempre trató de ser como él pero el muy idiota jamás le llegará a los talones por que simplemente es muy estúpido- se encongió de hombros- lo que trato de decir es que jamás te conté de Lee porque no quería meterte en más de mis mierdas, quería mantenerte fuera de todas esas porquerías en las que me metí- suspiró.

- Bien-dije pausadamente- lo de Lee queda claro, lo conocías y no me dijiste nada. ¿Algo más?

Su mirada se entristeció.

- Si- tardó varios segundos en contestar- te quiero contar acerca de.. la venganza- miró hacia el suelo no muy orgulloso de ello.

- Empieza- él levantó la mirada y yo la evite.

- Bueno- suspiró- todo empezó cuando abollaste lo más preciado que tenía- golpe bajo- juré vengarme porque me retaste, ¿sabes lo que es eso? ¿herir el orgullo de alguien? Era un idiota, lo sigo siendo, ideé todo para que te enamoraras de mi... Ya sabes, las idas al lago, ayudarte con los problemas de tu padre. Poco a poco te tenía en mi bolsillo y me sentía tan bien, hasta que el estúpido de Rodríguez te secuestró y algo en mí se movió, algo que--que pensaba que yo no tenía, un corazón. Mi corazón latía y late por ti, ahora tú eres lo más preciado que tengo, no quiero perderte- hizo una pausa- Supe que lo que estaba haciendo estaba mal, pensé.. Pensé que si me largaba de aqui tú seguirías con tu vida, encontrarías a la persona perfecta y serías... feliz. Yo no fui feliz, cada día lejos de ti sentía que moría, y se que suena cursi, yo no soy asi pero tú me hiciste sensible y hacerme sentir que vale la pena ser alguien por alguien- mis ojos se llenaron de lágrimas, ¿cómo creerle?-mírame- tomó mi barbilla y quedamos cara a cara, podía sentir su aliento y sus ojos estaban rojos- Te amo, _____. Te amo como nunca he amado a nadie, ¿has sentido alguna vez una sensación extraña en el estómago?- asentí- eso me pasa cada que te veo, las típicas mariposas- resopló- ¿Quién lo diría? La dulce niña buena de _____ haciendo sentir mariposas al chico malo - rio con un ligero sonrojo - Lo que pasó esa noche, la noche de navidad fue que estaba platicando con Shawn y salió la conversación, si, él lo sabía- respondió ante mi cara de circunspección- yo estaba tan incómodo con la conversación que me removía mucho en el sofa y creo que te marqué con el trasero cuando decidí que era hora de contarte todo, revisé mi celular y ví que decía "llamada finalizada", claro que la revisé y resultó que te había marcado- suspiró- no planeaba que te enteraras de esa forma..


- ¿No planeabas decirme?- pregunté con un hilo de voz.

- Planeaba prepararte para la bomba y creo que esa no fue la manera correcta- rió un poco mirando hacia otro lado.

- Entonces...

- Entonces...- me imitó, mirándome- Te amo y quiero que me perdones.

- Y yo a ti- mis ojos picaban- y claro que te perdono-- sonrió contagiandome, se acercó, besó ambos parpados para terminar en mis labios.

- Creo que el doctor ya tardo- miró hacia la puerta.

- Creo que si- hice una mueca, me dí cuenta que traía una bata puesta, ¿quién fue? ¿Se habrán dado cuenta de mis cortadas? Mierda.

El pomo de la puerta se movió haciendonos mirar hacia ese punto, la puerta se abrió dejándonos una vista de el doctor seguido de mi tía.

- Buenas noches soy el doctor Stevens, ¿cómo se encuentra señorita Jones?

- Algo adolorida - hice una mueca -pero bien.

Él asintió y anotó algo en su tabla.

- Tengo unos resultados que talvez le interese- regresó su vista a la tabla.

- ¿Aja?

- Usted a perdido sangre, afortunadamente no es mucha como para estar en estado crítico.

- Pero ella solo se cortó un poco el brazo, es imposible- dijo mi tía.

El doctor me miró.

- Eso tal vez se lo quiera explicar su hija cuando los deje solos- me miró y yo no sabía que hacer, talvez esconder mi cabeza en un hoyo de tierra.

- Es mi sobrina.

- Claro, su sobrina - continuo- También salió algo baja de peso y eso no les hace bien.

- Querrá decir hace- dijo mi tía corrigiendolo, de nuevo.

Él la miró, se quitó las gafas y nos miró a los tres.

- Perdón mi pregunta pero ¿ustedes que son?- preguntó haciendo un ademán hacia Cameron y hacia mi.

- Pues--

- Novios- dijo Cameron mirándome.

- Oh, bueno. En ese caso me complace decirles que muchas felicidades, van a ser papás.

Mi chico malo. {Cameron Dallas} •Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora