Epílogo (Parte 2)

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Había dejado a Luke en casa de Zoe, para poder hablar ella con calma con Bastien. Sabía que su hijo no mostraba cariño por su papá, porque le gustaba pelearlo, pero lo cierto, es que lo amaba.

Lo había notado nervioso, mordiéndose las uñitas mientras miraba la televisión, o preguntándole a Candice si era Bastien, cada vez que escuchaba el celular de su madre sonar.

Luke extrañaba a su papá, aunque no lo dijera. Y sólo llevaba medio día sin verlo.

Bastien llegó a la casa eso de las seis de la tarde, encontrándose solo con Candice.

—¿Y Luke?

—Con Zoe, le pedí que lo cuidara un rato, hasta que tú y yo pudiéramos hablar.

—Sí, me parece lo mejor —suspiró sentándose en el sofá.

—¿Por qué haces esto, Bastien? —le preguntó frustrada, sentándose también—. Estábamos bien ¿Por qué te fuiste? ¿Fue por lo de ésta mañana?

—Fue por mis sentimientos, Candice, ya no puedo seguir viviendo a tu lado de éste modo.

—Nuestro principal interés tiene que ser Luke, y su bienestar ¿Y crees qué el niño estará bien sin ti? No tienes idea de lo fatal que la pasó éstas horas sin ti, preocupado.

—¿Y sería justo para mí?

—Primero está nuestro hijo.

La miró a los ojos, y luego bajó la mirada. ¿Qué tan infeliz debía ser?

—Está bien —murmuró.

—¿Volverás a casa?

—Sí, iré mañana a casa de Gillian a buscar la ropa, algo tengo aquí.

—De acuerdo, vayamos a buscar a Luke entonces. Sé que él estará feliz de verte.

***

Estaban ambos acostados en el sofá, Luke apoyando su cabeza sobre el brazo de Bastien, mientras ambos miraban la televisión, y Candice preparaba la cena para los tres.

—Bastien ¿Por qué no estabas hoy?

—¿Recuerdas que fui a casa de Gillian?

—Sí... Bastien ¿Tú no vivirás en otra casa? Yo no quiero que tú vivas en otra casa como el papá de Thiago. Thiago dijo que tiene otro papá, yo no quiero eso.

Miró a su hijo, y acarició suavemente su cabello, observando su mirada azul inocente.

—A veces los papás se separan, hijo. Dejan de quererse como pareja, pero siguen amando a sus hijos.

—Pero tú no vas a separarte de mami.

—Tal vez no —murmuró.

Luke miró a Bastien, y sonrió.

—Me gustas tú como papá, no otro.

El azabache lo abrazó a él, y besó suavemente su frente.

—Te amo, terrible.

***

Secó el último plato, antes de acomodarlo en la alacena, y después secó la mesada, colgando la rejilla. Por fin terminaba de limpiar la cocina.

Se giró para salir, y se encontró con Candice, sonriendo.

—Tuve que leerle tres cuentos para que se durmiera.

BastienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora