Romeo Santos y tu

Capitulo 11

-¿Lista para ir a cenar mi hermosisima ____?-

-Claro que si, mi guapisimo Romeo- le sonrei coquetamente, y el me devolvio la sonrisa.

Cerre la puerta de la casa y me dirigi a su carro, el caballerosamente abrió la puerta del copiloto y espero a que subiera para cerrarla, rodeo el carro y subio al asiento del piloto, antes de arrancar me sonrió, esa sonrisa tan sexy que me volvia loca, puso las llaves y arrancamos, ibamos en camino, ibamos a cenar, no sabia a donde, pero iba con el y eso era lo importante, habia un silencio entre los dos, pero no incomodo, lo disfrutaba, nos veiamos mutuamente de reojo, en un alto, al detenernos, Romeo giro su cabeza hacia mi y nos miramos fijamente a los ojos, como cuando la conocí, sus ojos cafes, sus sensuales ojos cafes me miraban como aquella vez en su camerino, me puse roja, no podia evitarlo, se puso en verde y seguimos avanzando, empece a observar todo aquello fuera del carro, nunca me fijaba demasiado, pero esta vez el mundo se veia color de rosa por la noche, iba con Romeo en un auto, iriamos a cenar juntos y esa noche esperaba que fuera espectacular.

Llegamos al restaurant, se bajo Romeo y abrió mi puerta, me ofrecio su mano, la tome y baje del auto, le sonrei y el me guiño el ojo, despues me dijo -¿Lista para cenar mi amor?-

-Claro mi amor -. Contesté.

Avanzamos a la puerta y nos recibio una chica con dos menús en la mano -¿A qué nombre está la reservación? -Anthony Santos -Pasen por aquí por favor-. Dijo señalando una mesa para dos.
Caminamos hasta la mesa y Romeo extendió una silla para que me sentara, sonreí, el se sentó justo enfrente de mi y sonrió también, el lugar era bastante bonito y elegante, todo en colores negro y tinto, las mesas, la mayoría eran para dos, el lugar estaba pequeño pero era lo suficientemente adecuado para las parejas, había dos pequeños porta velas, las velas estaban encendidas, Romeo y yo nos miramos fijamente sonriendo sin decir nada, todo aquello era tan bonito, de reojo vi que alguien se acercaba, era el mesero, nos dio los menús, Romeo pidió crema de champiñones, yo pedí una ensalada, el mesero se marchó y nosotros seguíamos sin decir nada, cuando voltee para observar todo el restaurante hubo una chica que se me quedo viendo, era rubia y atractiva, sentí que nos espiaba o algo así, pude ver que al parecer no me observaba a mi, sino a Romeo.
-Amor, ¿qué pasa? - me pregunto Romeo, voltee confundida -Aquella chica se te esta quedando viendo -¿Cuál? La rubia de allá? -Así es -. No terminaba de decirlo cuando aquella rubia ya estaba parada alado de nuestra mesa, voltee confundida y le pregunté -Emm si ¿Qué se te perdió? - me ignoro, sólo volteaba a ver a Romeo -Eres, eres ¿Eres Romeo Santos? - la cena está arruinada pensé...
Romeo voltio confundido, no sabía que decir, si decía que no tal vez se iría, ojalá, porque si decía que sí, seguramente lo acosaría toda la noche... De nuevo, volví a la realidad
-Me estas confundiendo - dijo Romeo intentando disimular sus nervios.-Podría jurar que eres tu... Pero bueno... Disculpa - la chica se alejó y yo suspire aliviada, -Casi te descubren amor - le dije a Romeo -Lo se, pero por suerte no fue así- sonreímos los dos.
***
Llego el mesero con nuestra cena, se veía delicioso, y efectivamente, así estaba, empezamos a comer, pero, antes, Levantamos nuestras copas con Champán, brindamos y yo dije -Brindo por nuestro amor - sonreí y Romeo me devolvió la sonrisa y dijo -Salud - platicamos sobre la ida a New York, por un momento lo había olvidado, nos iríamos en sólo 4 días, y no había ido a avisar a la Universidad, ni había podido hablar con Camila últimamente, todo iba a ser tan rápido, lo curioso fue que, Romeo, a pesar de brindar no tomo Champán, seguía tomando medicamentos y no podía beber alcohol, yo me tome 3 copas, no tome más porque me empece a sentir mareada, no quería estar borracha, 1 porque daría una mala impresión y 2 porque quería recordar esa noche el resto de mi vida, después de cenar nos trajeron el postre, cuando acabamos, Romeo pidió la cuenta... -Amor, como te gusta más que te digan, ¿Anthony o Romeo? - le pregunté -Los dos suenan hermosos si tu los dices mi amor - respondió, baje la mirada y me sonrojé, llevaron la cuenta, Romeo pagó y nos retiramos del restaurante dejando una generosa propina, subimos al auto... -Ya es tarde, que te parece si te quedas a dormir conmigo? - sabía lo que insinuaba, pero acepté, le mande un mensaje a mi madre diciéndolo que no me esperara, regresaría hasta en la mañana, llegamos al hotel, subimos las escaleras hasta el piso 4, el hotel era bastante lujoso, seguía sintiéndome mareada, llegamos a la habitación, Romeo abrió la puerta, había dos sillones donde en medio había una mesita de noche, una cama matrimonial, un ventanal con cortinas grises, dos burós con una lámpara a juego con las cortinas, al igual que la colcha, casi todo era gris, como no tenía pijama Romeo me presto una camisa que me quedo gigantesca, y uno short pijama, fui a cambiarme al baño y cuando salí encontré a Romeo acomodando los dos sillones -¿Qué estas haciendo? -Preparando mi cama - respondió Romeo -No te dejare dormir ahí, es tu cama, en ese caso mejor yo duermo en el sillón... Es más ¿qué te parece si dormimos los dos en la cama matrimonial? - sonrió, su sonrisa de satisfacción, -Esta bien amor, iré a cambiarme -De acuerdo - contesté, el se metió al baño y yo, mientras, acomodaba la cama para dormir , oí que la puerta del baño se abrió, salió Romeo, quede boquiabierta, Romeo, Romeo salió solo en unos bóxers blancos, estaba sin camisa, sin pantalón, sólo con aquellos bóxers, se me quedo viendo sonriendo, no sabía que decir -¿Qué pasa ___? - preguntó, sólo reí, -Nada, sólo que, te ves bien - dije -No tan bien como tu - me tomo de la cintura, me empujo hacia el y me beso, fue un beso largo, hermoso, mientras nos besábamos despeine su sedoso cabello, y de repente, podía asegurar que jamás me habían besado tan bien...
Después de aquel beso, sonreímos los dos, y lo abrace muy fuerte, no quería soltarlo jamás...
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