Capitulo 15

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Narra ___

Oigo que se abre la puerta, finjo estar dormida, entra, supongo, un hombre, enciende una luz y se arrodilla alado mío, no lo veo, pero lo siento.
-Muy bien ¿Qué tenemos por aquí?
Dice tocándome la mejilla y a continuación la barbilla, trato de no abrir los ojos, baja a mi cuello...
No puedo permitir, abro los ojos para ver si logró ver el rostro, pero lo tiene tapado con un pasamontañas, al verme con los ojos abiertos se sobresalta, puedo ver que también hay una mesa donde hay unas pastillas y un vaso de agua, el tipo me obliga a tomarlas, me quita la cinta pero si grito se que me golpeara, finjo tomarme las pastillas dejándolas entre mis dientes y mi mejilla, pero el se da cuenta y me hace abrir la boca y revisar que me las haya tomado, me da un fuerte bofetón en la mejilla donde estaban las pastillas, que hace pegarme con la pared.
-Tragatelas, no me hagas volverte a pegar.
Me las tomo de mala gana y con un dolor de cabeza que me esta dando gracias al golpe. Romeo ¿dónde estarás mi amor? Empiezan a hacerme efecto las pastillas, son tranquilizantes, el tipo que estaba a un lado de mi, se para, toma la cinta y vuelve a ponerme un trozo en la boca, se va hacia el apagador, apaga la luz y sale, yo intento mantener los ojos abiertos pero me es imposible.

Cuando despierto oigo gritos que viene de afuera.

¡Nos descubrieron!

¡Tenemos que salir de aquí!

¡Toma a la chica, te espero en el carro!

Entra a la habitación donde estoy, me siento demasiado débil, intento luchar por que no me tome en brazos pero no puedo hacer nada. Corre conmigo en brazos, toma un maletín y nos dirigimos al carro, supongo yo, el lugar es una casa vieja, empolvada y en malas, muy malas condiciones, es lo único que alcanzo a ver. Trato de luchar por que me suelte pero en lugar de ello toma la cinta y la amarra a mis pies, no puedo mover mis manos, ni hablar, ni mover los pies.

Subimos a una camioneta 4x4 negra, me avienta al asiento de atrás, me pego en la espalda en donde se abrocha el cinturón de seguridad, el motor enciende y arrancamos haciendo un rechinido de ruedas en reversa.

No se a dónde vamos, pero empiezo a escuchar sirenas de patrullas de la policía, si, salvenme, por favor, pido dentro de mi mente, después de unos, tal vez 10 minutos damos un frenazo que me hace estamparme contra el asiento de adelante. Las patrullas de escuchan muy muy cerca, seguramente los acorralaron.

¡Bajen del vehículo!

Me duele la cabeza, la espalda y me siento muy debil, ya nos paramos, escucho gritos, gente corriendo, no tengo ni idea donde estoy. Alguien se baja de la camioneta:

-¡Alejense! o mataremos a la chica.

La otra persona también se baja de la camioneta en donde estoy.

Mis ojos se llenan de lagrimas nuevamente, tengo mucha sed, mucha hambre, mucho cansancio, maldita sea, Romeo ¿donde estaras? intento sentarme, lo logro torpemente, veo por la ventana, estamos rodeados de patrullas y los tipos que supongan son mis secuestradores les están gritando todo tipo de insultos a los policías, intento ver alrededor, veo un carro... Se me hace conocido... ¡Si! ¡Es el carro de Romeo! ¡Romeo está aquí!

Alguien habré la puerta de la camioneta y me jala, no logró ver su cara, me toma en sus brazos y me lleva, pero no logro verlo.

Cuando logró voltear me encuentro con...

-¿Me extrañaste? -es Bruno, es Bruno, es Bruno, sonríe de forma vacilante.

-¡Suéltala! -es la voz de... ¡Romeo! Es la voz de Romeo llena de angustia, volteo para todos los lados que puedo y no lo veo.

-Imbécil... -susurra Bruno.

Trato de patalear como puedo, pero sin éxito de lograr que me suelte.

Me sube a otro carro, es un negro deportivo, Romeo grita mi nombre... ¡Lo veo! Romeo esta parado y su tío lo esta deteniendo, esta llorando, Romeo... Romeo... No puedo evitar y empiezo a sollozar... Me avienta al carro Bruno, sube al asiento del piloto y arranca, desde el asiento del copiloto veo por el espejo, nos esta siguiendo el auto de Romeo. ¡Si! Sálvame Romeo, ruego...

Bruno empieza a maldecir a Romeo por lo bajo, yo trato de deshacerme de la cinta de los pies, creo que lo estoy logrando, Bruno da vuelta exageradamente rápido y llegamos a un callejón -Espero que sea sin salida- pienso.

En efecto, así es, nos paramos y Bruno baja del vehículo, Romeo se estaciona atrás del carro y antes de que me de cuenta ya esta fuera del carro, intento luchar por quitarme la cinta de los pies, ¡si! Lo logro, y ya puedo caminar, mis manos están con cinta por delante, torpemente las muevo a mi boca para intentar quitar la cinta, lo hago de un tirón, me arde, pero no me importa.

Por el retrovisor veo a Bruno y Romeo gritandose, pero no entiendo lo que dicen.

Vuelo a lo mío, intento con los dientes quitar la cinta de las manos, ¡Hubiera hecho esto antes! Lo logro y ahora estoy libre.

Por el retrovisor veo a Bruno apuntando a Romeo, decido bajarme decidida. ¡Donde están los policías cuando los necesitas!

-¡Hey! -grito y Bruno se sobresalta.

-Como lograste... ¡Vuelve al carro!

-No, no lo haré -se distrae y voltea hacia mi, Romeo avanza sigilosamente para quitarle la pistola.

-¡Idiota! -grita Bruno cuando Romeo se le lanza a quitarle la pistola, corro hacia el carro de Romeo, se oye un disparo... Siento un dolor agudo en la pierna, por encima de la rodilla, volteo y esta llena de sangre, intento caminar pero no puedo e inútilmente caigo al suelo, estoy demasiado débil, Romeo le da un puñetazo a Bruno que hace que caiga al suelo, inconsciente, patea la pistola lo más lejos de Bruno y corre hacia mi.

-___, ___, aquí estoy, no te pasara nada -empieza a llorar con fuerza, me sostiene la cabeza, y con la otra mano se dirige a mi herida, me acuesta sobre sus piernas y se quita su camisa blanca, la rasga y el trozo lo pone en mi herida para que no me desangre, lo empiezo a ver borroso...
Me abraza y pone su cabeza en mi pecho sollozando.

-___, no te vallas, te amo, te amo, te amo -saca su móvil y marca un número...

Mis párpados pesan demasiado, no puedo más...

Oscuridad...

Romeo Santos y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora