Elisa se dejo tumbar sobre sus piernas y solo alcanzó a susurrar:
—Estoy cansada de esto, ya no quiero seguir—Elisa con frío en su espalda y con un nudo en la garganta alcanzo a decir.
—Calmate, solo necesitamos tu ayuda—dijo Sindier, con un circulo en su ropa donde carecía su camisa.
—¿Donde esta ella?—preguntó Karma, a lo que Sindier respondió alzo los hombros en son de desconocer su paradero.
—Estoy hablando de Mition...
Mi hermana—volvió a decir Karma.—Ella salto al abismo, y no la volvimos a ver en esta espesa niebla—al decir esto Sindier, Karma se precipita hacia el centro del coliseo.
Al llegar allí, Karma alcanza asomarse por el abismo, era como si pudiera sentir algo en el fondo. Tentado a la vista profunda del abismo, salta con todas sus fuerzas, y alcanza volar hasta arriba, dejando consigo una estela negra similar aquella vez en Hiroshima.
Al descender al abismo una estela de vapor negro salio del centro en el coliseo, consigo, volvieron a caer toneladas de estalactitas en forma de lanzas. Esta vez fue Elisa quien abalanzó a Sindier a correr lejos de allí.
Esta vez, desde la perspectiva de la pareja, la nube se detuvo, a lo que Elisa y Sindier ya se encontraban a salvo. Desde la entrada del coliseo se podía ver como un objeto, salia despedido del epicentro y era considerablemente mas grande que los mismos escombros y estalactitas que expedía desde un principio.
Cuando la espeso y burbujeando cuerpo de humo se había ya dispersado, el proyectil no era mas que el mismísimo Karma. Y al aterrizar dejo mostrar su sombra ante los ojos incautos de Elisa y Sindier, a lo que como si de una manta se tratase fue cambiando su forma de una dependiente del suelo a la forma independiente de un cuerpo. La figura se fue volviendo cada vez mas clara hasta llegar al punto de ser esa mujer.
La vestimenta inevitablemente se había cambiado a una mas cálida, de ropajes de color grisáceo, y un pantalón azul oscuro. Acompañada también de unos ojos azules y una mirada hipnóticamente profunda, a quien se estuviera en medio de su paso.
Su andar, contiguo al de Karma, era dirigido hacia Sindier y Elisa, allí fue cuando una voz femenina, similar a la de Mition interceptó las mentes de Sindier y Elisa, pronunciando con una disonancia de ultratumba:
—Me encuentro liberada al fin...pero necesitamos acabar con ese maldito del ángel primero—los labios de Mition no ejercieron movimiento alguno, parecía para Sindier, venir de solo su cabeza.
—¿Como...?—preguntó, Elisa mirando a Mition, que tenia una sonrisa pequeña en su rostro.
Esta vez, los labios de Mition se movieron suavemente, produciendo aquella voz pero sin la disonancia oscura, diciendo:
—Este lugar, antes era de donde se une el mundo Kamico y el mundo físico.
—¿Que es el mundo Kamico?—pregunto Elisa, a lo que respondió Sindier:
—Es uno de los pisos astrales o también llamado, el piso del deseo, en el cual se encuentra las peores cosas de la humanidad—luego continuó diciendo Mition, acompañada de una pequeña risa:
—Para nosotros es el limbo—Karma siguió diciendo:
—Y para ustedes estar en ese piso astral, el tiempo allí les destrozaría sus cerebros, convirtiéndolos en mierda interestelar—Karma soltó una pequeña risa.
Karma se adelanto hacia el interior del laberinto de las habitación de la mansión oscura de nuevo, los siguió Elisa, Mition y Sindier a paso redoblado, y antes de salir del coliseo de figuras petrificadas, Elisa preguntó:
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El Sombrero Maldito
Paranormal/Segundo libro de la saga Maldad Oculta/ Los objetos malditos han tenidos desde siglos peleas con los ángeles por el dominio del cosmos, en donde los demonios pueden adquirir diferentes poderes, sin omitir los psicológicos, abriendo para una persona...