Toda la multitud parecía estar discutiendo aun la cuestión de las tareas, pero como sabían que las ordenes eran de un demonio superior y su inteligencia era un rasgo destacado, decidieron al final seguir sus ordenes, aun así personas estaban en la sala óptica discutiendo otros asuntos, mientras la mayoría se puso al orden del asunto arreglando la entrada para buscar el arma que había quedado sellada por los escombros. Sindier y Elisa se unieron a la conversación que tenían Xio y el ruso que había hablado anteriormente. Claro esta que los siguieron sus entidades. El demonio de Xio siempre se mantenía en una forma de murciélago que se zarandeada en su andar por los pasillos, el ruso presentaba una entidad de nombre Estroncio como el elemento de la tabla periódica, y de una apariencia fragmentada sobre una forma de un hombre blanco y bien parecido, sus ojos presidían de una raíz negra que caía y desaparecía en sus mejillas y un cuello tenia también aquellas raíces negras que llegaban hasta su espalda. El murciélago de Xio de nombre Rhifnirok, tenia un rostro animal y unas palmas humanas.
Sindier y Elisa tuvieron la oportunidad de cambiarse ya después de la reunión, Sindier se había dispuesto a curar su mano, y pero lo único que pudo hacer fue la apariencia de que estaba curada ocultándolo. Se vistió de una camisa blanca con un saco marrón encima, y tirantes negros con un pantalón gris. Elisa mostrase de apariencia de una camisa holgada y blanco con verde y una falda con motivos verdes pero mas oscuros. Era evidente que la ropa en la mansión oscura solo era de hasta los años 1900, para Sindier le parecía melancólico y para Elisa se le presentaba mas que extraño. El pasillo en donde estaban era uno que estaba doblando la esquina de la sala óptica, este camino presentaba la característica de ser de un techo mas alto que el resto de hasta el triple, y un ancho dos veces mas grande que cualquier pasillo de la mansión oscura.
Ya los ocho presentes el ruso abrió la conversación presentándose:
—Hola, parece que no nos presentaron, mi nombre es Lavosik, querida...—continuó por besarle la mano a Mition como saludo y un apretón de manos a Sindier, Lavosik parecía de una edad que rondaba la de los treintas.
—Muy bien, ya que se conocieron, sera mas fácil para trabajar los Europeos y Asiáticos—mencionó Xio.
—¿También los americanos pueden trabajar con nuestro equipo?—preguntó Lavosik mirando de reojo a Elisa, el único que se percato de esto fue el dudoso Sindier.
—No veo porque no, pero si, si pueden trabajar si eso es lo que deseas—dijo Xio.
—primero discutamos esto ya que estamos nosotros, ¿si alguna entidad o persona muriese lo dejaremos tirado en un basurero sin una muerte apropiada?, ¿que dices Xio?—Karma parecía mostrar aun su odio hacia aquel portador a tal punto de matarlo con la vista, el asiático respondo:
—¿Vas a seguir con eso Karma?, ¿realmente no puedes dejar el pasado en el como debe ser?—Xio parecía disgustado una y otra vez que le hablaba a Karma.
—¿Quieres que lo maté a puñetazos?—decia Rhifnirok a un costado de Xio.
—No sera necesario amigo mio...yo puedo con esta marica.
—¿Y a que viene eso?—decía furioso Karma.
—Porque siempre andas llorando por el portador que perdiste tra-gi-ca-mente.
—¡Ahora si me encargare de ti...!—Karma se abalanzo contra Xio de un golpe certero en el rostro.
Rhifnirok la entidad de Xio se abalanzo contra Karma, pero vasto con que este viejo demonio moviera su brazo hacia un costado y la entidad de Xio salio disparada hacia una pared atravesando otra y otra mas. Después de que Karma moviera su palma hacia atrás para defenderse, hizo un puño y siguió atacando a Xio. El asiático respondió con un ademán afirmativo de la cabeza y detuvo el puño de Karma que iba en dirección hacia su rostro.
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El Sombrero Maldito
Paranormal/Segundo libro de la saga Maldad Oculta/ Los objetos malditos han tenidos desde siglos peleas con los ángeles por el dominio del cosmos, en donde los demonios pueden adquirir diferentes poderes, sin omitir los psicológicos, abriendo para una persona...