Los pasos de una mujer se hacían cada vez mas cerca hacia la Elisa melancólica mirando la ventana destrozada, junto al cuerpo de McKensey. Esta mujer se agachó y se dejo ver que era Mition, tenia en su mano el amuleto o el maldad oculta que le pertenecía al pobre difunto. Esta se le ocurrió decir:
—Lo siento, McKensey era un buen aliado, espero que comprendas su sacrificio, —Elisa parecía ignorarla— pero tienes que entender el poder de esto, y la complica...
—No quiero seguir con esto...—Elisa había dejado desconcertada a la entidad, que se encontraba mostrando consuelo con una sonrisa.
—¿Que has dicho, Elisa?.
—Se acabo, no seguiré con esto, no estaré mas en este camino que desean que siga, no soportare lidiar mas con la muerte, en especial la de una persona que fue como un padre para mi—ella parecía dejar lágrimas correr por su rostro, cayendo desprevenidamente.
—Elisa, de igual forma ten, —Mition le sostuvo el brazo con el maldad oculta para que Elisa lo tomará— como el ya no esta, su entidad ya tampoco debería estarlo—Elisa movió su rostro hacia Mition, que con un rostro frío, se decidía a esto, a su vez que ella veía a Vaknar recostado sobre el mostrador mirándola con felicidad.
—¿Que quieres que haga?—se preguntó ella tomándolo lentamente.
—El amuleto es viejo, por lo que sera fácil romperlo a la mitad, solo los poseedores de las entidades pueden romperlos, y como él —dijo Mition refiriéndose a Vaknar y mirándolo al mismo tiempo— lo desea así, entonces es tu labor, además esta cansado de la tierra desde hace milenios.
—¿Que le pasará a Vaknar?.
—Dejara esta realidad y volverá al espacio, pero no podrá volver debido al arco de los angeles—Elisa asintió con la cabeza, y antes de ejecutar aquella orden miro por ultima vez a la entidad feliz afincada sobre el mostrador, finalmente al amuleto se volvió en dos partes, el demonio desapareció al igual que la energía que ella sentía en el amuleto, el cual ahora era hueco.
Mas tarde Elisa y Mition llevaron cuidadosamente el cuerpo hasta las montañas detrás de la cafetería a una distancia de cientos de metros adentro de las mismas en una caverna que encontraron, allí enterraron rápidamente el cuerpo, a su vez que Elisa enterraba una ultima vez su pasado tortuoso. Ambas se sentaron en una roca en la boca de la caverna, esperando según Mition, a que llegara Sindier y Karma para buscarlos, debido a que eran los únicos que podían viajar en el espacio libremente.
—Elisa...espero que entiendas, no puedes dejar así como así, todo esto, si te escapas orbes poderosas de asesinos te buscaran porque ellos y nosotros, sabemos tu colosal potencial al igual que Sindier—Mition miraba con preocupación a Elisa, a su vez que esta permanecía mirando la tumba de McKensey.
—Se cuales son los peligros al pendiente, pero de todas formas no seguiré con esto...cuando llegue Sindier los pondré al tanto y le pediré a Karma que quiero regresar a la universidad, —Elisa miro a los ojos a Mition— no quiero volver a verlos.
—Me temo Elisa que no quería hacer esto pero no tengo mas opción.
Mition se levanto y por consiguiente se acerco fría y lentamente hacia la piedra donde estaba sentada Elisa, ella parecía confiada, pero cada vez que se acercaba mas un miedo al ver su rostro la consumía, aquel rostro inexpresivo, y con un movimiento brusco se alzo sobre ella, poniendo sus manos en su rostro. Un pavor recorrió su cuerpo y antes de que respondiera el ataque parecía que estaba en otro lugar. Aquel sitio era ya diferente al desierto, una ciudad occidental parecía adueñarse de todo el lugar, pero con un diseño futurista que la mente de Elisa nunca pudiera concebir en su imaginación. Era una fantástica utopía de tecnología, donde edificios como rascacielos invadían el tranquilo cielo poblado con nubes, y lo llenaban de edificaciones inmensas que se perdían con la vista.
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El Sombrero Maldito
Paranormal/Segundo libro de la saga Maldad Oculta/ Los objetos malditos han tenidos desde siglos peleas con los ángeles por el dominio del cosmos, en donde los demonios pueden adquirir diferentes poderes, sin omitir los psicológicos, abriendo para una persona...