Capítulo XXIX
Larga vida a los Aragón.
Respiró hondo mirando al frente esa pequeña luz parpadeante. Esperaba la señal. La luz roja se mantuvo encendida.
-Buenos días a todos los que me ven por televisión, internet o me escuchan en sus radios. Me dirijo hoy a ustedes para asegurarles que éste no es el final de la historia de Castilnovo y los San Román. Por mucho tiempo, mi familia ha estado ligada al gobierno de este hermoso condado y me siento totalmente segura al afirmar que ningún San Román se ha tomado este encargo a la ligera y que siempre hemos visto esta responsabilidad como una oportunidad de servirles. Muchos creen que sería muy fácil para nosotros hacer maletas y mirar hacia otros horizontes, pero no es así. Nacimos con esta tierra, amamos sus aromas, sus colores y sabores. Y al igual que todos ustedes estamos orgullosos de nuestra gente, amable y trabajadora. Mi padre es uno de los mejores condes que ha tenido este condado y de él aprendí, que ostentar el título no significa ser el dueño de este lugar, significa pasar la vida ayudando a engrandecerlo aún más. Es por eso que les informo que mi familia y yo nos quedaremos a seguir trabajando por Castilnovo. No necesitamos un título para amar este sitio. No necesitamos que un rey nos de su bendición. Solo necesitamos las ganas de salir adelante todos juntos. Los proyectos impulsados por mi familia siguen en pie y se desarrollarán los que hagan falta para seguir con la prosperidad de esta tierra. Las puertas de este palacio siempre seguirán abiertas para todos los Castilnovences. Hoy se comete una gran injusticia, un acto de autoritarismo puro. A todos esos que se sienten victoriosos, déjenme decirles que su ambición no podrá destruir lo que por muchos años hemos logrado alcanzar. Termino agradeciendo a la gente todo el apoyo que nos han demostrado. Me siento muy honrada de ser parte de ustedes.
La transmisión se cortó.
-Estuviste fantástica.- Le dijo Alejandra acercándose a ella.
-Gracias.- dijo con pesar.
-Hija, estoy orgullosa de ti.- Se levantó para abrazar a su madre.
-Estos chicos son increíbles.- Murmuró Álvaro mirando su Ipad.
-Sin duda.- Luciano dio un brinquito de emoción.
-¿Ahora que sigue?
-Hacer lo que siempre hemos hecho.- Respondió su madre con una sonrisa.- Trabajar.
-Creo que lo mejor es que acompañe a Guillermo a la capital.- Álvaro parecía bastante preocupado aún por ese tema.
-Iré también.- declaró su castaña.
-Deberíamos hablar esto en un lugar más privado.- Opinó su tía, señalando a las personas que trabajaban desinstalando las cámaras.
-Vamos a mi habitación.- Pidió su madre.
Cuando todos se encaminaban al segundo piso, Ale le sujetó la mano, haciéndola retroceder.
-¿Qué pasa?
-¿Quieres quedarte a hacer planes o vas conmigo?
-Espero no acabar presa también.
***** *******
*****ALE********
-Apresúrate.- Dijo mientras Cristina se cambiaba de ropa rápidamente. Lo que traía la azabache haría que las reconocieran de inmediato.
- Me queda un poco ancha.
-¡Eso no importa! Recoge tu cabello y ponte esto.- Le dio una gorra vieja.
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De Aristocracia y Otras Estupideces.
RomanceA sus veinte años, Alejandra no conoce a su padre, pero esa situación pronto cambiará. Por diversas circunstancias tendrá que mudarse a la casa de su familia paterna y vivir con ellos ocultando su verdadera identidad, ya que el prestigio de los San...