𝐎𝐓𝐑𝐎 𝐃𝐈́𝐀 𝐌𝐀́𝐒 𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐄𝐒𝐂𝐔𝐄𝐋𝐀 (CANCELADO) ── chile.

Capítulo 03: Callaito te vei más bonito.

— ¿Nombre? — La chica se puso a pensar en su nombre.

Argentina la miraba extrañado, ¿quién mierda se queda pensando en su nombre?

— ¡Oh! Mi nombre ser Rapa Nui pero seguro tu debes conocerme por nombre Isla de pascua. —

¡Isla de pascua! Ahora tiene más sentido su forma de vestir, pero no deja de ser raro de que viva ella con Chile.

— ¿Ko ai tu'u inoa? — La chica nuevamente empezó hablar con su idioma natal.

— ¿Qué? —

— Ella preguntó tú nombre. — Se escuchó una voz por detrás de Argentina.

Este se puso nervioso, la voz no sonaba nada alegre y era demasiado obvio saber quién era con solo escucharlo.

— ¡Iorana, Chilito! — Saludo Rapa Nui.

— ¿Chilito? Ay, no. Ahora ella me va a decir así también. — Soltó un leve suspiro.

— Realmente lo siento per-. . . — Argentina al voltearse pudo ver una Chile que se veía bastante cansado, con toda su ropa desordenada, es que incluso tenía su corbata puesta en su cabeza y los botones desabrochados de su camisa. — ¿Y a vos que te pasó boludo?

— Nah. — Abrevió la palabra nada. — Aunque. . ¿tú qué haci’ aquí?

— Yo solo quería preguntar por una tarea y que vos no respondas mis mensajes no me ayudaba. — Habló algo molesto Argentina. — Además, ¿por qué vivís con Isla de pascua? Os habías dicho que vivías solo, se los diré a los demás.

— ESPERA. — Chile tomó el brazo de Argentina tratando de ser lo menos brusco que podía. —

— ¿Qué querés? —

Al voltear a verlo, pudo ver su carita de preocupación y susto, había puesto su cara de perrito triste.

— Callaito te vei más bonito. — Chile trató de bromear para después mostrar una leve sonrisita nerviosa.

Argentina cayendo en sus pies en;

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Nah, ni loco.

Realmente le hizo agitar su corazón por alguna razón al verlo de tal forma pero no se dejaría llevar por caritas lindas.

Se soltó del brazo de Chile, no podía creer que él le haya mentido por tanto tiempo y aparte que nunca se haya dado cuenta. En especial porque era una chica, le enfurecia pensar eso.

— ¿Hana ró koe mo kai? —

Argentina se detuvo, tenía curiosidad en que decía la pascuense.

— ¿Qué dijo? —

— Ella preguntó si tienes hambre. —

El argentino quedó pensando en ello, realmente no tenía hambre así que simplemente se iría de allí, sabía que sí se quedaba tendría que escuchar las excusas que tenía Chile pero, a decir verdad, él quería escuchar sus excusas.

— La verdad sí, tengo hambre. —

— ¡Tunu! (¡Cocinar!) — La chica con el mismo entusiasmo que ha mantenido todo este tiempo entró a la casa.

— Chilito. — Detuvo a Chile antes de que entrará a la casa.

Se acercó a este para primero arreglar todos su botones que estaban mal abrochados.

— Che deberías llegar más ordenado, estas como si te hubieras metido dentro de un tornado o algo así. — Luego de terminar de ordenar sus botones se dispuso a ordenarle su corbata como se debe. — ¡Listo! ¿Ves que no es complicado?