Capítulo 08: Verdad o chupame el pico (Termina mal, si me la chupa).

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— México, amigo, vos sabes lo mucho que te quiero.

El mexicano arqueo las cejas. 

— ¿No le vas a decir nada de esto a Chile, verdad? 

México simplemente suspiro mientras se acercaba a ver las cosas que dejó desordenadas Argentina. 

— Arge, ¿qué buscas? — Preguntó mientras ordenaba un poco aquella pieza. 

— ¡Chile está enamorado y no nos ha dicho nada! 

— ¿Qué? — Preguntó desconcertado. — Pero si es tu vato, es obvio que está enamorado de ti. 

El argentino recordó que no puede decir ese tipo de cosas, ya que mantiene esa relación falsa con Chile. De cierto modo ya no le agradaba tanto la idea del noviazgo falso debido que no puede decir ciertas cosas. 

— Sí, pero estos poemas tratan de un amor que no es correspondido. 

— Sí supieras cuanto tiempo sufrió porque tú no correspondías su amor. Argentina se quedó en silencio mientras empezaba ayudar a ordenar junto a México la habitación. 

— ¿Entonces Chile me ama? 

— De verdad que estás pendejo, parece que tu nuevo vicio es que te digan que Chile sí gusta de ti. — Sonaba bastante molesto. 

— ¿Celoso? — Alzó un ceja el argentino. 

— Pff. — Intentó no reír. — Sí, claro. — Dijo con ironía. 

Hubo un largo silencio entre los dos.

— Un segundo, ¿qué haces vos en casa de Chile? 

— No pues nada, aprovechando que Chile y yo salimos temprano nos vinimos a su casa a coger un rato. 

— ¿QUÉ?

México no pudo evitar reírse a carcajadas, no podía creer lo incrédulo que podía ser su amigo; en especial si se hablaba de Chile. 

— Es mentira. — Aclaró el mexicano mientras se limpiaba una pequeña lagrimita que tenía en su ojo. — Solo nos hicimos compañía, no queríamos estar solos y luego me fui un rato para ir a comprar unas pastillas. 

Argentina simplemente puso su boca en forma de forma de "O" para luego seguir limpiando el desastre del lugar.

— ¿Y qué haces tu aquí? Pensé que estarías en la fiesta de Uruguay, ya sabes, viven juntos.— Cuestionó para meter conversaciones y que el ambiente no se vuelva incomodo. 

— ¿Y dejarte a solas con Chile? En tus sueños. 

— Tú no sabías que estaba aquí. 

Argentina hizo un chasquido con la lengua.

— Es que no estoy invitado. — Murmuró avergonzado. 

— ¿Qué? 

— No estoy invitando. — Habló más fuerte pero aún seguía susurrando.

— ¿Ah? 

— QUE NO ESTOY INVITADO. 

México lo miraba con una sonrisa. 

— ¿Qué miras así? — Cuestionó el argentino. 

— Es que ya lo sabía. 

Argentina quería golpearlo, entonces solamente hizo aquella pregunta por capricho. Que desagradable. 

— ¿Qué hacen los dos metidos en mi habitación? Solo me fui unos minutos para atender una llamada. 

El mexicano y el argentino quedaron paralizados al escuchar Chile hablar con su voz neutral, no parecía enojado ni nada, pero les sorprendió escuchar a alguien de la nada misma. Incluso Argentina llegó a dar un brinco pensando que era un fantasma o algo. 

𝐎𝐓𝐑𝐎 𝐃𝐈́𝐀 𝐌𝐀́𝐒 𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐄𝐒𝐂𝐔𝐄𝐋𝐀 (CANCELADO) ── chile.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora