¡Noche Loca! 1/2

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Narra Emily:

- Bueno... Mily... creo que has perdido el juego...

La voz suave de Alan interrumpe mis pensamientos, me giro y sonrío levemente. Me acerco a él y le cojo la mano, lo llevo a la cama y nos tumbamos. En silecio me acurruco en su pecho mientras éste me atrae hacia sí y, con los labios pegados en mi cabello, me susurra:

- Tranquila, tranquila... No sabe lo que dice, tienes que perdonarlo. Él te quiere...

Cierro los ojos y dejo que de ellos broten pequeñas lágrimas, trago saliva y, mientras siento otra vez los labios de Alan en mí, dejo escapar un leve gemido.

- Él te quiere... él te quiere...

Y, con sus dulces palabras, pero con un significado que para mí ya no existe, me quedo dormida entre sus brazos que, suavemente, me mecen.

****

Alargo el brazo y noto el lado derecho frío, me levanto y, bostezando, retiro las sábanas. ¡Por dios, he dormido dos veces en una sola mañana! Me pongo algo cómodo y bajo al salón donde Samantha está tumbada en el sofá tecleando en el móvil, esta es mi oportunidad de saber el por qué de tantos sms. Recorro la estancia sigilosa y, rápidamente, le retiro el celular de las manos.

- ¡Eh, devuélvemelo!

- Haber quien es la x que tengo que despejar... - esquivando las manos ansiosas de Samantha, consigo leer unas cuantas letras. - ¿Así que el sr.X es un tal Datan?

Samantha me arrebata el móvil y se sienta en el sofá, yo la sigo e imito. Me mira y, por primera vez, se sonroja.

- Bueno, todavía no te lo he contado, pero...

- Vamos Samy, suéltalo.

- Pues... Hace ya un mes que llevo hablando con un chico del instituto, solo lo vi una vez, pero me dio su número de wasshap y, pues...

- ¡Ay. Dios. Mío! ¡¿Cómo se te ha ocurrido ocultármelo?! ¿Y no pensabas contármelo? Yo te mato Samy. Bueno, da igual, el caso es... ¿es buen chico? ¿es guapo... cuántos años tiene?

Samy se ríe y yo la sigo, nos miramos y veo en sus ojos el brillo de la emoción.

- Haber, en primer lugar, se llama Dalan y no Datan, después, tiene 18 años y es... - Samantha hace un gesto con los ojos mientras se muerde el labio inferior que me hace pensar que tiene que estar como un buen plato de churros con chocolate - Oh dios Mily... es... lo mejor del mundo, es súper guapo y majo.

- Me alegro, ¿por qué no lo invitas a venir un día?

- Ah, hablando de eso... me ha invitado a una fiesta esta noche a las nueve, le he dicho que me lo pensaría. No quiero ir sin ti, además, será la primera vez que lo vea y hablemos después de tardes y tardes comunicándonos por wasshap...

Miro a Samy que me pone ojos de cachorrito mojado, sabe que no me puedo resistir a esa mirada. Ruedo los ojos y suspiro, qué voy a hacer con ella... Asiento y en un instante me veo arrastrada por el aura de alegría que desprende.

- Bien, a las seis nos empezamos a arreglar y dile a los chicos que también pueden venir. Necesitaremos un conductor sobrio, porque esta noche va a ser una noche ¡loca!

Veo como Samy se aleja dando saltitos de felicidad y sonrío para mi misma, siempre está llena de energía. Me dirijo a la cocina en el que se oyen trastos chocar y caer al suelo. Nada más entrar veo a un Alan lanzando exabruptos sin cesar intentando que no se le queme la comida. Avanzo hacia el fuego y lo apago, pruebo la sopa y sonrío.

Una Vida Llena de PalabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora