Malditas mariposas, dejad de revolotear de una vez y enteraros de que James solo es un amigo y que no puede llegar a ser nada más ¿vale? No te mientas Emily, sabes que mueres porque te de un beso Calla subconsciente, solo me hace falta que vengas tu y me lo líes todo. Levanto la cabeza e intento ver a Alan entre la gente, camino rápido y chocando con cada persona que se me cruza. Está delante de un chico que a la vez este está sentado en un sofá, me mira y sonríe.
- Hola Mily ¿qué tal la fiesta?
- Podría ser mejor. Y... ¿quién es este chico?
- Él es Dalan, el novio de Samantha.
- Que raro que no esté Samy con él.
Justo cuando Dalan se va a lenvantar a saludarme una chica se abalanza sobre él tirándolo al sofá, cubriéndole la cara con un sedoso cabello rubio. Y, a pesar de que hay mucho ruido, consigo oir las risas de la pareja de enamorados que tengo delante.
- Hola Samy, creía que estarías al lado suya cada minuto para mantener una orden de alejamiento de diez metros de tu chico. - me río y le saco la lengua.
La chica móvil, Samantha, se levanta con los mofletes rosados debido al repentino subidón. Acorta el pequeño espacio que hay entre nosotras y me abraza. Entusiasmada me dice:
- Este es Dalan, mi novio. Y, por muy extraño que parezca, confío en él, aunque como alguna chica le toque... - mira al rededor con los ojos entrecerrados, como desafiando a chicas invisbles.
- Tranqui rubita, que me tienes hipnotizado con tu encanto, no necesito a nadie más para hacerme sonreír. - le dice Dalan mientras la abraza por detrás.
Samantha se ríe y se suelta del amarre y cuando me mira, me siento culpable por haberme inventado diversas razones por las cuales ella querría hacerme daño intentando ligarse a James. Es imposible que esta chica quiera hacer daño a alguien.
- ¿Dónde está James? - me pregunta Alan.
- No sé, lo dejé atrás hace unos minutos.
- Oye, ha llegado la hora de que me bailes. - me sonríe y señala la barra. - Ahí está.
Nerviosa y enfada a la vez por haber perdido, me dirigí a la barra, me subí y, justo en ese momento, resulta que a la gente se le ocurre mirarme. Claro, si soy la única chica que se le ocurre subirse a la barra de cerveza y quedarse paralizada, que pintas tendré. Una voz me saca de mi trance.
- ¡Vamos guapa, bailame! ¿O querrás admitir delante de todas estas personas que has perdido a los churros?
La gente se empieza a reír y, enojada por una parte, le grito:
- ¡Tu lo que quieres es un beso mío! Pero te tendrás que conformarte con un baile.
Esto se estaba poniendo interesante de ver, sin embargo no le iba a dar el gusto a Alan de dejarme en ridículo delante de estas personas. Pero lo que no me imaginaba era a lo que me iba a desafiar.
- Hagamos un trato, me das un beso y yo a cambio, toco una canción con la guitarra.
- Acepto.
La palabra se me escapan antes de poder procesarlas, sin embargo ya no hay vuelta atrás. ¿Cantaba Alan? Las manos me sudan por haberme metido en este estúpido juego. Las personas me hacen un camino hacia Alan y este espera con una sonrisa picarona.
- No sabía que eras tan atrevida.
Cierro los ojos fuerte, nerviosa no estoy, sino lo siguiente. Pero cuando siento una manos cálidas a ambos lados de mi cara y unos labios que me acarician la boca, el mundo se desmorona. Me dejo llevar por lo que siento y alzo los brazos, los enredo al rededor del cuello de Alan y le devuelvo el beso. Entonces cuando creo que estoy volando hacia el paraíso alguien carraspea al lado mía...
Me separo confundida y miro a mi alrededor, veo a Samy con Dalan cogidos de la mano y con los ojos como platos, después a personas riendo y señalándonos y por último veo a Alan. Un momento, ¿Alan? ¿No se supone que él tendría que estar a mi lado? Oh, no. Si el que está a mi lado no es Alan, ¿a quién he besado? Me giro rápidamente y me topo con la sonrisa de suficiencia de un chico al que conozco como si fuera mi alma gemela. James.
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Una Vida Llena de Palabras
Teen Fiction- No estoy dispuesta a dejarte ir... - Deberías, no te convengo. - Ese argumento no se sostiene y no me vale por lo tanto. - Bueno... - me dice con una sonrisa de medio lado - Ya veremos quién de los dos tiene razón. Hola me llamo Emily y esta es...