Episodio 3: Peligro en la selva asfáltica

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La persona con la que choco Erick fue una mujer quien le sorprendió un poco. aquella mujer tenia heterocromia, uno de sus ojos era color azul eléctrico y el otro verde esmeralda. Sus cabellos negros como la noche y su piel color canela. Aquella mujer se miraba furiosa al darse cuenta de lo sucedido.

— ¡¡Maldito imbécil!! ¡¡Mira lo que le has hecho a mi ropa!! ¡Carajo esto no se quitara tan fácil!

— Lo lamento, fue un accidente... p-por favor déjame recompensarte. Pagare la lavandería. Realmente lo lamento.

— ¡Crees que esto es así de fácil! ¡Hoy tenía una entrevista y ahora con esto! ¡Eres un....!

— ¿Que sucede aquí... Nath? Se escuchan tus gritos en todo el pasillo.

— Alejandro ¡Este imbécil! Que por su maldita culpa me ha ensuciado mi ropa... y mierda no tengo tiempo de ir a cambiarme.

Aquel chico que llego su apariencia era realmente deslumbrante cabellos igualmente negros, ojos azules como el mar y de buen cuerpo incluso su estatura hacia que se viera mas increíble. Llevaba arracadas en sus orejas.

— Bueno cálmate veremos que haremos al respecto pero deja de gritar — volteo a mirar al chico que choco con su amiga y le sonrió — cuál es tu nombre chico, supongo que eres de primer año o me equivoco.

— Mi nombre es Erick, para servirle — se escuchó que la mujer bufo al oírlo hablar — y si soy de primer año.... Y realmente lamento lo sucedido, no era mi intención manchar su ropa... si puedo hacer algo para remediar mi error.

— Si hay algo que puedes hacer y eso es que te vayas al infierno maldito imbécil — aquella mujer rápidamente contesto.

Erick quedo atónito por la actitud de esa mujer, comenzaba a molestarse no era para que se portara de esa manera tan cruel y ofensiva.

— Ya Natasha cálmate... — la mujer ya no dijo nada simplemente se cruzó de brazos — bien chico... por ahora ve a tu clase pero antes dame tu número, yo te mandare un mensaje y te diré como puedes pagar la ropa de mi amiga ya que ahora no tenemos tiempo de hablarlo con calma... te parece el trato.

— Bien acepto mi error y pagare por ello.

Erick le dijo su número y su nombre, mientras aquel chico lo guardo en su celular.

— Pero cuando me llames no se tu nombre aun no me lo has dicho.

El chico sonrió, antes de responder — es verdad que descortés soy... mi nombre es Alejandro... buena ya debemos irnos.

Se despidió Erick y miro aquella mujer que aún lo veía con furia. Trato de no darle más importancia y siguió su camino pero esta vez ya no corrió no quería más problemas. Aunque llego tarde a su clase, el profesor no lo regaño ya que Erick mintió diciendo que se había perdido ya que aún no conocía bien el campus. El profesor fue amable y lo dejo entrar.

El mes paso rápido, comencé a tener nuevos amigos. Pero aun sí no cambiaba a mi mejor amigo. Mi novia se volvió un poco distante lo entendía ya que nuestros horarios rara vez coincidían pero preferíamos vernos los fines de semana para no distraernos.

Mi compañero Rómulo se acercó sonriéndome. Rómulo era un chico algo regordete, de cabellos negros y algo largos. Siempre con una sonrisa en sus labios.

— Hola Erick que tal... — Lo saludo y se sentó a su lado esperando que comenzara la clase.

— Bien Rómulo... que cuentas — Erick revisaba unos apuntes mientras hablaba con su amigo.

— Oye... escuche que habrá una fiesta quieres ir, será de los de tercer año. Seguro se pondrá buena..... imagínate ver a los superiores desatados será interesante.

— No lo creo pronto abra una evaluación... y seguirán aumentando los gastos. El trabajo de medio tiempo es pesado y con la escuela me estreso más. Porque no invitas a Héctor tal vez él quiera ir.

— ¡¿es enserio?! Dudo que el desee ir. Es un nerd completamente.

En ese momento va entrando Héctor, es un joven algo bajito de cuerpo delgado, de cabellos rojizos y con gafas. Ve a sus amigos y va hacia ellos, los saluda y se sienta junto a Rómulo.

Dudoso Rómulo habla con él aunque ya conoce la respuesta que este le dará — Hey... abra una fiesta vienes.

Héctor levanta una ceja y lo mira en silencio antes de responder — Sabes que yo no voy a esas fiestas prefiero estudiar.

— ¡¿Vez te lo dije?! Él es así... vamos chicos no sean aguafiestas, solo será esta vez. También soy consciente de que debo estudiar más. Pero vamos solo nos hemos concentrado en estudiar si sigo con eso me saldrán raíces — Rómulo miraba con carita de cachorro a sus amigos.

En eso sonó el celular de Erick, le llego un mensaje. Lo leyó y se sorprendió de ver de quien era.

 Lo leyó y se sorprendió de ver de quien era

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Se maldijo, sabía que no debía negarse. Aunque de algún modo había olvidado lo del accidente ya que había pasado un buen tiempo pensó que tal vez lo habían dejado pasar pero ahora con ese mensaje. Supo que no fue así.

— Creo que siempre si iré a esa fiesta Rom, tal vez si sea divertido — Aunque en realidad no deseo ir pero no puedo evadir mi responsabilidad. Pensó.

Rómulo se abalanzó sobre Erick abrazándolo feliz y alegre — ¡Genial Erick! realmente no te arrepentirás, llevaras a tu novia. Siempre nos platicas de ella pero aún no hemos podido conocerla quiero saber quién es la mujer que trae loco a mi amigo.... Y tu Héctor vamos viejo anímate solo una vez se, es joven. Además te vendría bien un poco de relax no es como si todos los días fuéramos a divertirnos llevamos cuatro meses los exámenes terminaron, mereces relajarte un poco. Anda bro anímate.

Héctor miro ha Rómulo un momento y después a Erick este último sonreía. Eso le dio un poco de confianza a Héctor para poder responder — De acuerdo pero solo un rato.

Nuevamente el eufórico Rómulo abrazo a sus amigos, el no deseaba ir solo a esa fiesta. Se alegró de tener a sus amigos ese día y poder compartir de un buen momento.

Sonreía algo nervios Erick recordaba la mirada de aquella chica y se le erizaban los bellos de los brazos, esperaba que con esto ya todo lo sucedido quedar atrás. Por una parte estaba tranquilo iría con sus amigos y su novia así que no estaría solo. Y por otra esperaba que su billetera tuviera el suficiente dinero para poder comprar las cervezas.

Pasión, Prejuicios y DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora