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Ocho

T.J. IS BACK PERRAS. ((callate injunable chorrea grasa a nadie le importa)) EN FIN, estoy contenta de estar de vuelta. Perdónenme por la demora, es que estuve con problemas de salud bastante jodidos, pero bueno... Ahora estoy mejor.

En fin, espero que disfruten el cap, pERO antes...

ADVERTENCIAS: el capítulo empieza medio raro (más adelante se expande más esas parte de la historia). También hay menciones de drogas y... obviamente SMUT PERRAS SMUT. ah.

Otra cosa... CAPÍTULO MUSICALIZADO. Oh sí. Canción re mil vieja pero que me encanta. Cuando vean el párrafo que tiene la mayúscula marcada en negrita, dénle play. Es un RE tema. Y no me hago responsable de los feels.

Disfruten y lean!!

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La escuela por fin se ha acabado, por suerte. Necesito un poco de tiempo para mí misma; buscar un trabajo y pensar en la universidad. Cuando me fui de casa, mis padres literalmente me desheredaron, así que mi fondo universitario está en cero. Lo malo es que es difícil conseguir un trabajo debido a los problemas que he tenido. Sí, mis padres tienen razón, pasé la noche detenida una vez junto a Ashton. Fue antes de que empezáramos a salir.

Ashton aún no ha despertado, así que estoy teniendo un desayuno a solas. Mientras bebo un poco de café, esas preocupaciones vuelven a mí. ¿Qué pasa si no pueden contratarme? Por más que ese arresto haya sido injusto y menor, es una mancha que va a costarme borrar. Igual, no me arrepiento. Solo traté de expresarme con libertad, pero no salió bien. Al menos lo intenté. Pero lo más importante es que ese día pude conocer bien a Ashton.

—Lara, buenos días—me saluda Ash, sacándome de la burbuja mental en la que me había encerrado minutos atrás. El muchacho pasa una mano por su alborotado cabello rubio y suelta un leve bostezo. Esa imagen me causa ternura; a veces parece un gatito cuando hace eso.

—Sí, es que tengo que hacer cosas—respondo con una sonrisa y lo tomo del rostro para besarle con levedad. Ríe entre mis labios y se separa de mí para servirse una taza de la misma humeante infusión que me hallaba degustando.

—¿Qué es lo que tienes que hacer hoy, amor?—pregunta con curiosidad, tomando asiento frente a mí.

—Quiero buscar empleo—respondo en un suspiro—. Es tan difícil, y necesito dinero para la universidad.

—Oye, bebé, no te desanimes.

—Solo estoy preocupada, Ash. Lo prometo, estoy bien—comento restándole importancia.

Bosquejo una sonrisa, de tal forma que él crea mis palabras. No estoy mintiendo, pero la preocupación y el miedo a no conseguir nada me afectan un poco. Él solo me observa y veo que sonríe hacia mí.

—Esa es mi Lara—me alienta y muerde una tostada con dulce—. No te rindas, muñeca.

Suelto una risita y termino el último trago de café. Me levanto de mi asiento para lavar las cosas y emprenderme en mi búsqueda laboral.

—No, no, no, nada de eso—exclama Ash. Oigo el chirrido de la silla arrastrándose sobre el piso; seguro se levantó apresurado. Veo que llega junto a mí y me arrebata las cosa, lo que me hace observarlo con una ceja levantada—. Oh vamos, muñeca, termina con lo tuyo y ve a buscar trabajo. Yo hoy no debo hacer nada, deja que me encargue.

—Amor...

—Nada de peros—me dedica una mirada pícara para luego hacer un puchero.

Oh no, ¿por qué hace esa cara? Pequeño hijo de puta. Río de forma leve y cedo ante su pedido. No sé por qué, pero me quedo viéndole mientras lava los restos del desayuno. Llevamos juntos un año y tres meses, y aún me pregunto cómo tuve tanta suerte. A pesar de sus defectos, su actitud casi bipolar e impulsiva... yo lo amo. Lo amo con lo malo, con lo bueno; con la luz o la oscuridad. Lo que me conquistó de él es la faceta que nadie puede ver, como esta. A veces siento que se preocupa demasiado por los demás más que en sí mismo, pero es solo que le gusta ayudar a los que quiere.