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Quince

CHICOS, NO SUBO DESDE EL AÑO PASADO. we, me calmo. Espero que hayan empezado el año de lo mejor y y y y y ojalá que también la hayan pasado lindo en Navidad. El gordo ese -no Mike, Papa Noel- no me trajo a Ashton. LES PARECE ESO? ah calmate gorda. 

Bueno, capítulo medio de relleno. Haters de Shane, preparen sus puteadas. Lashton shippers, preparen los feels. ah. Dentro de un ratito les subo el dieciséis :B 

Capítulo dedicado -de forma inesperada- a mi querida Ángel que sé que anda medio bajón y meno... quería hacer algo lindo por ella -aunque le dedique mis basofias-

Lean y disfruten! xx

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Ya entrando a la casa de Shane, la lluvia ha parado. Lamentablemente, ambos estamos escurriendo agua y debemos tomar una ducha sí o sí. Apenas la señora Hotchner nos ve, nos manda directo a que nos cambiemos y tomemos una ducha. Lo bueno es que es temprano, así que tendré tiempo para dormir una siesta antes de la cena.

Me deshago de la ropa mojada y abro el grifo de agua caliente. Alterno un poco entre lo frío y lo caliente hasta tener la temperatura deseada y me meto allí. El simple contacto me conforta. Empiezo a lavarme el cabello y mi mente empieza a recordar las imágenes de hoy. Ese momento con Ashton aún es extraño. ¿Por qué tendría ese contacto conmigo si dijo que “me quería lejos, por mi bien”? ¿Por qué hace esto para luego olvidarse de mí? Puedo imaginármelo enredado en las sábanas con alguna de las putas que ve en el bar. Seguro todas ahora le saltan a la yugular al ver que está soltero y sin apuros.

Al terminar con mi cabello y de lavarme el cuerpo, apoyo la frente sobre la cerámica. ¿Me habrá olvidado ya? ¿Habrá llorado por mí tanto como yo lo he hecho por él? ¿Acaso anhela tenerme a su lado? No lo sé, y eso me carcome el cerebro. Cierro el grifo del agua y procedo a secarme el cuerpo. Me envuelvo con una toalla y tuerzo mi cabello en una toalla más pequeña para escurrir por completo el agua. Me visto con esa estúpida camiseta que no he dejado de usar desde que me fui de la casa de Ashton y me tiro sobre el acolchado a dormir una siesta.

Cuando me llaman a comer, me rehúso a bajar. Bridget insiste en, al menos, traerme un tazón de sopa vegana que había preparado para mí. No puedo negarme, pero tampoco quiero que me obliguen a sentarme allí con una sonrisa falsa. Bebo un poco de sopa mientras recuerdo las cosas que he imaginado.

El problema fuiste siempre tú…

Oh, vamos Lara, no le importas…

Seguro ya va a encontrar a alguien mejor…

No eres interesante, ¿acaso crees que él va a extrañar a una niña como tú?

Él necesita a una mujer, no a una estúpida que no puede dejar de meter su nariz donde no debe…

Mucho amor, mucho amor, pero te va a olvidar por el primer par de piernas que se abran para él…

En lo que consiga sexo fácil, adiós Lara Jones…

 

—¡Basta!—exclamo en voz alta, cerrando los ojos con fuerza. No me hace bien ser pesimista, pero es lo único que se me ocurre pensar. Desearía no haberlo presionado. Si hubiera aceptado que no fuera del todo sincero conmigo, tal vez seguiría aquí. Lo malo en todo esto es que no se puede volver atrás el tiempo: lo he perdido.

Dejo el tazón sobre la mesa de noche y, después de lavarme los dientes, me meto a la cama. Apenas envuelta en las sábanas, me quedo de costado, observando mis manos como si fueran tan interesantes. Mi índice toca la palma de la mano contraria y recuerdo lo bien que se sentía tomar la mano de Ash. Mi atención se posa en la camiseta que llevo puesta y recuerdo su aroma. Me siento una estúpida recordando todas estas cosas, pero creo que es lo único que me mantiene en paz.