ELA
Me despierto desconcertada sin saber cómo he terminado en mi cama. Lo último que recuerdo es estar en el regazo de Max. Debe ser que él me trajo a mi cama, golpean mi puerta, me levanto y abro.
—Buenos días Ela ¿Cómo estás? ¿Te sientes mejor? —Me dice Max preocupado
—Sí gracias, estoy mejor.
Aun asimilo lo ocurrido la noche anterior, salgo de mi habitación en busca de la caja y la encuentro en un cajón de un mueble pequeño. La abro y trato de descifrar todo el contenido de ella. ¿Quién demonios está jugando de esta manera? ¿Por qué revolver el pasado? Siento como la rabia recorre por mi cuerpo y mis mejillas se ponen rojas. Quiero llegar al fondo de todo esto, por un momento me había olvidado que Max estaba al lado mío.
—¿Quieres desayunar? No soy bueno en la cocina, pero quise hacer algo para animarte. –Me dice. Como puede ser tan dulce y tan ajeno al mismo tiempo.
—Gracias, no debiste hacerlo, no era necesario.
Nos sentamos en la mesa de la cocina y a decir verdad le quedo muy bien el desayuno, quizás solo fue modesto al decir que no es bueno en la culinaria.
–No sé cómo decirte esto Ela, pero ayer me sorprendió tu reacción al ver esa caja, no sé qué pasa contigo, pero quiero ayudarte, no quiero que me vayas a mal interpretar, pero siento que no debo dejarte sola. –Me dice. Un sonido al final de la habitación llega a nosotros, pero decidimos no prestarle atención.
—Estaría mal si te invitará a cenar u otro plan Ela. –Me dice.
Siguen golpeando la puerta y Max se levanta mal humorado a abrir. Veo a Mario con un ramo de flores sosteniéndolas y noto como Max se pone tenso.
–Hola, ¿esta Ela? –Dice Mario. De repente me ve y entra como si hubiera sido invitado. Me levanto de mi silla y me dirijo a saludarlo.
—Hola Mario ¿No es muy temprano para hacer visitas? –Le digo frunciendo el ceño, quiero que le muy claro que no me gusta estas visitas inesperadas. Y al ver la reacción de Max, menos. Aunque no sé porque me importa su reacción.
—Lo siento, sé que es temprano, pero sin querer pasé al lado de una floristería y las vi y pensé en ti. ¿Pensé te gustarían? ¿No te gustan los tulipanes? –Me dice con cara de preocupación.
Claro que me gustan los tulipanes, son mis favoritas, pero no estoy de humor para recibir visitas después del rollo de ayer y peor a estas horas de la mañana.
—Si claro, claro que me gustan. Discúlpame si fui grosera pero no estoy de humor, para la próxima llámame primero.
—Está bien, Discúlpame a mí por ser inoportuno, lo siento. La verdad es que tenía dos razones para venir aquí, la primera era entregarte el ramo y la otra era invitarte a comer más tarde. –Me dice
No quiero salir con él, además ya tenemos algo programado para mañana entonces cual es el rollo de estar encima de mí. No es que no me simpatice Mario, pero está muy obsesivo con salir y eso me está preocupando. Además, Max ya me había propuesto algo, antes de que llegara a interrumpirnos y no quiero ser descortés con él después de como se ha comportado conmigo.
—Lo siento Mario, te agradezco por el ramo de tulipanes, pero no puedo aceptar en salir contigo, ya quedé con Max en salir. Así que no puedo ir contigo hoy. Además, mañana quedamos en algo, así que no entiendo por qué la invitación hoy.
—Sí tienes razón, mañana igual saldremos, solo pensé en que quizás querías distraerte, espero te hayan gustado los tulipanes, nos vemos mañana, adiós. –Dice mientras va saliendo a la puerta principal.
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CAMINO A LA LUZ
Teen FictionHace un año que su vida cambio, Ela ya no es la misma, después de que su vida tuvo un giro de 180 grados. No sabe como volver a retomarla, solo espera ir poco a poco, encontrarse así misma y volver a sentirse viva. Después de lo sucedido solo creé...