ELA
¿Pero que rayos hice? Lo miro al lado mío durmiendo tranquilamente, es definitivamente guapo, de eso no cabe duda, ¿pero acostarme con él? En que estaba pensando, mi cerebro se fue de tiempo vacacional y mis hormonas tomaron el mando. Ahora las cosas serán aun más complicadas con él. Esas cervezas me sacaron ese lado valiente y hormonal. No lo niegues, te encanto estar con él, con solo verlo vuelven mis hormonas a dispararse. ¡Dios! No es que me esté arrepintiendo, es solo que jamás había tenido este tipo de comportamiento. ¿Qué estas haciendo conmigo Max?
¡Los chicos! Los deje solos en la sala. Miro la hora y es de madrugada, ya no deben estar ahí, que vergüenza tengo con ellos, espero no haber hecho demasiado ruido. Salgo de la habitación haciendo el mínimo ruido, lo que menos quiero es despertarlo y enfrentarme a él. Convivir con él bajo el mismo techo cada vez se esta complicando, me gusta es verdad pero ¡Acostarme con él! Es un comportamiento que jamás pensé que haría.
La sala esta completamente vacía, pero hay una nota.
Te esperamos un buen rato, pero nos dimos cuenta que la estabas pasando muy bien, así que decidimos irnos, pero no te sientas mal por nosotros, la pasamos bien, por favor llámame, tenemos trabajo pendiente.
Melani.
Siento mi cara arde, sé que debo tener mil colores, no tengo cara para verlos. Aún pienso cuando vi a Max llegar, mi corazón se acelero, sentía que en cualquier momento saldría de lo feliz que estaba, pero todo acabo cuando Max se puso insoportable con ellos, ¿estaría celoso? No lo creo, quizás no le gusto verlos en el apartamento, de por si, él también vive aquí.
4 am, marca el reloj, y no tengo nada de sueño, abro la nevera y aun quedan cervezas, ¡Que mas da! Una más no me hará daño y después de estar con él la necesito. No se cuanto tiempo ha pasado, pero el sol ya salió y solo quedan dos cervezas en la nevera, me siento un poco ebria.
-Hola, buenos días Ela, -me dice Max, tomándome desprevenida.
-Hola Max, -tomo lo que me queda de mi cerveza, abro la nevera para tomar otra, -¿No crees que han sido suficientes?, -me dice cruzando los brazos.
-¿Quién dice que es suficiente? La única que puede decir eso, soy yo.
-Oye no me mal interpretes, solo me estoy preocupando por ti.
-Pues no lo hagas y ahórrate tu charla, -él me mira pero no dice, es mejor que guarde silencio. Saca unos sartenes, parece que va hacer algo de comer, es mejor así, cada quien por su camino, que nos hayamos acostados no significa nada para mí.
¡Si claro! Cuanto tiempo lo negarás. Mis ojos me pesan, y sin darme cuenta me quedo dormida en el sillón.
-¿Ela? Despierta, llamando a Ela, ¡Wao! Que sueño tan profundo, -dice Max.
-Ya no digas mas, ya estoy despierta, ¿Por qué no me dejas dormir?
-Por que debes comer algo, solo tienes alcohol en tu cuerpo, -sé que tiene razón, pero podría dormir y luego hacer algo de comer.
-Déjame dormir, luego me preparó algo.
-No es necesario, ya te preparé algo, así que levántate y ven a desayunar. -¿me hizo el desayuno? Quiero evitarlo y él no me ayuda mucho.
-Esta bien, no quiero ser grosera contigo, lo tomaré con una condición.
-¿Cuál? Si es, no hablar sobre lo que paso, me niego, además en algún momento tendremos que hablar sobre eso.
-¿Por qué tienes que hacerlo todo tan difícil? -Le digo mientras tomo mi plato, se ve realmente delicioso, y ver esto ya me hizo dar apetito.
-¿Porqué quieres hablar sobre eso? Solo paso y ya, no le demos vueltas al asunto.
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CAMINO A LA LUZ
Teen FictionHace un año que su vida cambio, Ela ya no es la misma, después de que su vida tuvo un giro de 180 grados. No sabe como volver a retomarla, solo espera ir poco a poco, encontrarse así misma y volver a sentirse viva. Después de lo sucedido solo creé...