Capitulo 6

117 9 0
                                    

Max

Tengo la necesidad de protegerla, en el momento que la conocí, sus ojos color gris me fascinaron, colocando mi mundo de cabeza, no sé si fue cosa del destino presentarla de esta manera a mi vida, compartiendo apartamento, es como si la vida me estuviera dando una oportunidad o se estuviera riendo de mí. Opto por la segunda opción. Aún la recuerdo corriendo desnuda por el apartamento, nunca pensé que ella podría hacer algo así, me rió en mis adentros. ¡Dios! Que hermosa que es, su nombre encaja totalmente a la perfección con ella, su rostro es tan angelical, ni qué decir de su cuerpo, parece hecho por ángeles, sé que creen que exagero pero en toda mi vida jamás había visto una mujer como ella. Es perfecta.

A pesar de lo hermosa que es, en su mirada denota una tristeza inconmensurable, después de ver su reacción con esa maldita caja, maldije al ser humano que le pudo enviar esa caja. Quien es tan cobarde de enviar una caja así, sin remitente. Ella se miraba tan frágil, era como si en cualquier momento se fuera a romper en mil pedazos. Pensé dubitativamente si acercarme a ella, me daba miedo que me rechazara, pero no pude evitar querer sentirla y fue ahí cuando mi cuerpo reacciono ante ella, su contacto, su calor hizo que mi cuerpo temblara y solo fue un simple abrazo, no me quiero imaginar si fuera algo más. Ela no sabe que leí el mensaje de la caja pero no podía quedarme con la duda, era insufrible verla así y no saber porque, apenas podíamos tener una conversación y eso no era suficiente como para que ella ya me fuera a contar lo que pasaba por su vida, para mi ella era un misterio, un misterio que quiero descifrar a toda costa, quiero poder acercarme a ella, quiero quitarle esa mirada de tristeza, en serio que no sé porque tengo la necesidad de hacerla inmensamente feliz, pero así es.

Aunque definitivamente empecé con el pie izquierdo dejándola plantada, como diablos no le pedí su número, estaba tan emocionado de que hubiera aceptado salir conmigo que mi juicio se nublo y solo pensé en un sitio para llevarla y que se sintiera cómoda, pero no contaba con la noticia de mi abuelo.

***

Flashback

Estaba en el campus cuando veo corriendo a maddie hacía mí, llega sin aire y apenas puede hablar.

-¿Max dónde estabas? Te estado buscando como loca. -me dice. Veo en sus ojos preocupación.

-¿Qué pasa? ¿Estás bien maddie?

-Max es tu abuelo, mi padre me ha contado que tuvo un paro cardíaco y está en el hospital, -Siento como se me parte el alma, la persona más importante de mi vida está en el hospital y nadie se ha dignado a informarme, pero que rayos le pasa a mi padre, le consume el odio para ser tan desgraciado para ni siquiera avisarme del estado del abuelo.

Me dirijo a mi auto en el estacionamiento, maddie decide acompañarme y no me niego, lo que menos quiero es estar con mi padre en un mismo lugar.

Actualmente

No puedo sacar de mi mente a Ela, debe estar furiosa conmigo, pero no tengo manera de contactarme con ella. La primera oportunidad de acercarme a ella y así como llego, se fue. Aun no me dan noticias de mi abuelo y ya llevo varias horas aquí, tampoco ha llegado mi padre, solo están sus hermanos, Frank, Roger. A decir verdad no soporto ni verlos. La animadversión entre nosotros es muy evidente. La relación con la familia de mi padre nunca ha sido estable, iniciando con mi padre, todos dirían que como todo buen padre debería sentir su apoyo, pero en mi caso no es así, la relación entre nosotros siempre ha sido precaria, sin cariño, sin atención. Desde que tengo memoria ha sido así, quien siempre estuvo conmigo fue mi abuelo, él es mi héroe, la única persona que considero como familia, siempre hemos estado el uno para el otro. Mi abuelo viene desde hace meses con su salud delicada, se me nubla la vista de solo pensar que puede pasarle algo, es lo único que tengo. Me importa su vida, a diferencia de mis tíos y mi padre. El abuelo al enterarse de su estado de salud decidió hacerles cambios a su testamento, dándonos una noticia que a toda la familia dejo atónicos, hasta a mí, decidió dejar el 55% de la empresa a mi nombre, el otro 45% en partes iguales a mis tíos con mi padre, al igual que todos los bienes inmuebles y muebles también lo dejaría para mí. Aun no puedo discernir todo lo que dijo sobre su testamento, he estado persuadiéndolo para que lo cambie, a pesar de todo, lo relacionado a mi familia no es justo la repartición, pero su decisión ha sido absoluta, dice que se irá en paz sabiendo que estaré bien.

-¿La familia del señor Collins? -Dice el médico. Como reflejo me dirijo a él sin importar que mis tíos estén ahí.

-Sí doctor ¿Cómo está mi abuelo?

-Su abuelo está estable, tuvo suerte, llego a tiempo al hospital, estará unos días en observación, pero ya paso el peligro pueden estar tranquilos. -Dice mirando a mis tíos.

-¿Cuándo podemos verlo?

-Mañana estaría bien, hoy solo debe descansar, así que no tiene caso quedarse, deberían ir a descansar. -Dice el doctor.

-Muchas gracias, -dicen mis tíos.

***

Llego al apartamento y está todo apagado, no veo ninguna luz saliente del cuarto del Ela, me gustaría hablar con ella y explicarle todo lo que paso. Será mañana, ojala me dé la oportunidad de explicarle y de salir con ella, quiero estar junto a ella. Saco una botella de Whisky del mini bar, me quedo en la sala un buen rato con mis pensamientos y un vaso lleno de whisky, sé que esto no ayudará a solucionar nada, pero al menos calmara esta amargura que lleno dentro, mi padre no fue ni capaz de asomarse en el hospital y todo por dinero, aun no puede perdonar al abuelo por la decisión que tomo con el testamento. Sin darme cuenta he tomado de más, la botella ya va por la mitad. De repente siento una mirada fija en mí. Ela

-¡Ela déjame explicarte por favor!

-¿Explicarme qué? El hecho que casi estas ebrio o el porque me dejaste plantada. -me dice.

-Te explicare todo, solo dame la oportunidad de explicarte.

Ella asiente y se sienta al lado mío, la veo serena, tranquila, esperaba otro tipo de reacción de ella, pensaba que lo primero que haría era pegarme un insulto, pero definitivamente me equivoque, esta chica no es nada predecible.

-Es mi abuelo Ela, tenía todo planeado para salir contigo, pero maddie me dijo que mi abuelo estaba en el hospital y pues no tuve manera de decirte lo que estaba sucediendo, no tengo tú numero para llamarte no había manera de decirte que no podía llegar.

-Lo sé. -me dice.

Frunzo el ceño confundido ¿Cómo que ya lo sabía? No había manera que se enterará.

-¿Cómo te enteraste?

-Tu padre ha venido al apartamento y me dijo que te dijera, pero igual que tú no había manera de comunicarnos, pero déjame decirte que tu padre no es el mejor tipo, tiene un temperamento difícil. Prácticamente me toco echarlo de aquí, -me dice, mientras suelto una carcajada, no puedo creer lo que me está diciendo. Ella me mira confundida, frunciendo el ceño, ¡Dios! realmente es hermosa, a pesar de tener cara de recién levantada.

-¿En serio echaste a mi padre? -le digo mientras me río.

Ella asiente aún confundida de porque me estoy burlando, mínimo debe estar pensando que me rió de ella. Me sorprende mucho que lo haya echado, siempre he pensado que mi padre tiene una vibra intimidante. Y hay esta ella echándolo sin reparos del apartamento, me hubiera encantando ver eso.

-Mira te explico, mi padre es una persona difícil, complicada de tratar, eres la primera persona que escucho que hace tal cosa, me sorprende el ímpetu que tienes al haber hecho eso.

-Sí me di cuenta. -me dice con una sonrisa mientras se ruboriza. -¿Cómo está tu abuelo? ¿Cómo estás tú? -me dice.

-El abuelo está estable, fue una falsa alarma a pesar de haber tenido un paro cardíaco y yo pues apenas puedo sobre llevar todo esto. No sé qué sería de mí, sin el abuelo, lo es todo para mí.

-Todo estará bien, confía en mí. -me dice mientras me coge mi mano.

Siento calidez por su contacto, y no puedo evitar sentir unas inmensas ganas de besarla. Miro sus labios mientras ella se muerte su labio inferior. Y por un segundo no me importa nada, la quiero, la quiero besar, y no puedo evitarlo, mis labios están contra los suyos y no siento resistencia, ella me corresponde el beso y mi mundo desaparece, solo la veo a ella, aquella mujer con rostro de ángel. Siento mi cuerpo estremecerse, mis manos recorren su espalda y siento como ella me toca mis hombros, ¡Dios! Que sensación, quisiera tenerla siempre así.

Sus ojos grises se conectan con los míos, nuestra respiración está muy agitada, apenas podemos respirar. Ella se levanta y se dirige a su cuarto, no dice ni una sola palabra ¿Acaso que acaba de pasar?

Porque seré tan imbécil, no debí besarla, pero no puedo negar que ha sido la mejor sensación que he sentido en mi vida y si me diera la oportunidad lo repetiría mil veces.

CAMINO A LA LUZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora