ELA
Voy a clase del profesor Elías, ya es la última que tengo el día de hoy. No he podido sacar de mi mente el beso con Max, fue algo que realmente no esperaba. Toda la clase no he podido concéntrame, solo veo esos ojos glaciares en todo momento, esas grandes pestañas, también esas increíbles cejas pobladas y ni que decir de sus labios con piercing, jamás había besado a alguien con algo así en los labios ¡Dios! Meneo la cabeza quitándome esos pensamientos, lo que menos quiero ahora es tener algo con alguien, solo sería una distracción. Debo concentrarme en cosas importantes como descubrir quien es el remitente misterioso para poder llegar a la verdad de aquella noche, al igual de retomar mi vida en la universidad.
-¿Hola? ¿Ela? –me dice una chica al lado mío. Sacándome de mi burbuja y de aquellos ojos color mar.
-Sí, dime.
-¿nos hacemos juntas? ¿Te parece? –me dice con una sonrisa amable. Pero ni idea de que me está hablando.
-¿Disculpa para que hacernos juntas?
Volteo a ver la pizarra y veo las indicaciones de un trabajo, me froto la sien, he estado tan distraída que ni me había dado cuenta de ese trabajo, debo estar concentrada en todo, no me gusta elevarme tanto.
-Discúlpame, he estado elevada toda la clase, si claro, hacemos el trabajo juntas. ¿Cómo te llamas? –le digo
-Melani, un placer Ela, dame tu numero para estar comunicadas y quedar para empezar hacer el trabajo, ¿te parece? –me dice. Si había visto esta chica en algunas de mis clases, me siento avergonzada por no haberle puesto atención desde un inicio.
-Si, por supuesto.
Terminamos de compartir nuestros números de celular y nos despedimos.
***
Estoy almorzando a las afueras del campus, hay un nuevo restaurante, bueno, nuevo para mí porque jamás había venido, pido la comida del día y la verdad no está nada mal, tiene muy buen sabor, quizás venga de vez en cuando a este sitio. Siento mi celular vibrar, me ha llegado un mensaje.
Mario:
¿Estas lista para la cena pequeña Ela? Paso por ti a las 6.
Se me había olvidado por completo la cena con Mario, miro el reloj y apenas van a hacer las 2, pago la cuenta y salgo del restaurante. Camino de vuelta al apartamento, no tengo mucho ahínco por la cena de esta noche.
***
Estoy eligiendo la ropa para esta noche, debe ser algo cómodo, porque después de cenar iremos al apartamento de Heidi, quiero saber cómo están todos y ver si puedo averiguar pistas del remitente, el mensaje fue muy claro, alguien cercano a mi está detrás de todo esto. Decido por una blusa de tirantes negra, unos jeans azules y una chaqueta de cuero café. Estoy agradecida porque no he visto a Max, aun no sé cómo resolveremos lo que sucedió anoche pero no quiero que se repita, me sentí muy bien, demasiado bien a decir verdad, pero no puedo permitir nada de esto, solo podemos ser amigos, nada más que amigos, no estoy lista para estar con alguien y más con lo destruida que estoy por dentro, aun me recupero de mi perdida como para iniciar algo.
Escucho la puerta principal, han llegado dos personas, escucho sus voces, una voz femenina y una masculina, ¿será Max? Volteo los ojos de solo pensarlo. Pego un brinco al escuchar la manera tan fuerte de como cierran la puerta de la habitación de Max, seguramente es él. Hay gemidos provenientes de la habitación de Max. Es inaudito que apenas me beso anoche y ya hoy se está follando a alguien. Es inconcebible el comportamiento de los hombres. Salgo rápido de mi cuarto. Estoy enfrente de la puerta de Max, tengo muchas ganas de ir a insultarlo. ¿Pero quién soy yo para juzgarlo? Él no tiene por qué darme explicaciones. Sale alguien de la habitación, mis ojos se abren como platos. ¡Es Maddie! Ya sabía yo que ellos tenían algo. Salgo apurada de la habitación, siento su mirada fija en mí. Mario está esperándome en el estacionamiento.
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CAMINO A LA LUZ
Teen FictionHace un año que su vida cambio, Ela ya no es la misma, después de que su vida tuvo un giro de 180 grados. No sabe como volver a retomarla, solo espera ir poco a poco, encontrarse así misma y volver a sentirse viva. Después de lo sucedido solo creé...