CAlAMIDADES DE UN MEDICO
CONTRAPORTADA
Un hombre, una pistola, una cabaña. La ventana abierta, un florero al piso, yerba, tierra y dos disparos.
Un médico en su camioneta, unos disparos, ocasión, curiosidad. La misma cabaña, ventana abierta, un florero roto, yerba, tierra y el fuerte impacto al ver que el hombre con el agujero en la cabeza era un paciente de su hospital que había conocido y el cual recibía atención psiquiátrica.
(...) Y después, un largo tiempo de tortura que nunca supo a ciencia cierta cuantos días duró y no fue esto la gota que colmó la copa cuando huyó de su verdugo y tampoco fue esto el inicio de sus calamidades; sin embargo pese a todo, el médico sigue en pie para contarlo por medio de estas palabras que escribió a la par de la intensidad de su corazón.
FIN
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10 DÍAS DE TORTURA
Bí ẩn / Giật gân¿Qué culpabilidad puede tener un hombre que simplemente va manejando su vehículo y se detiene al escuchar un par de disparos a la lejanía de una cabaña? Frank lo único que puede hacer entre la espada y la pared, entre el desespero y la insertudumbr...