c a p; 3

244 20 15
                                    

s e g. t e m p

La situación era la siguiente, Finn de acababa de ir de la mansión Sink, dirigiéndose a paso frustrado al hogar de los castaños, a disculparse con la chica principalmente por la actitud de su novia. Pero lo que él no sabía es que solo Noah estaba en la casa, con el corazón reventado, sentía como si iba a morir, pues su vida se había marchado a un paso feliz a la mansión de la pelirroja a contarle como se sentía.

Bueno, los caminos de la vida son algo locos, ya saben.

Por eso fue que cuando golpearon la gigante puerta de madera de roble de la mansión Sink, Sadie se levantó feroz del sofá de terciopelo, sabía que el rizado iba a volver y por eso ella le diría unas cuantas verdades.

— No te molestes Bernarda — dijo Sadie alisándose su vestido bruscamente al caminar — Yo abriré — le comunicó a la criada, y tomó el picaporte bruscamente, abriendo su boca para soltar todo el desprecio que le diría a Wolfhard, quedándose muda, por supuesto al ver que se trataba de una hermosa castaña, con los ojos algo rojos, su nariz sorbeando pero aún así con esa única sonrisa que la hacía aún más bella ante los ojos de Sadie

— Hola — suspiró la morena

— Hola — y de repente, todos los nervios, enojos y desprecios desaparecieron en cuanto la vio. — ¿Que haces aquí? — preguntó sorprendida

— Es una larga historia — soltó Noah con pesar

— Oh vamos amigo, sabes que puedes decirme — Finn rodeó su brazo por los hombros de su triste amigo

— No es tan fácil cuando se trata de que mi novia, o bueno, exnovia quiere estar con tu novia — dijo llevando su mano hasta sus ojos para eliminar esas lágrimas que amenazaban con salir

— Oh — soltó el pecoso algo triste — Sabía que lo mío con Sadie nunca iba a resultar, y hombre, de verdad que veía un futuro en ti y en Millie, hasta creí que se iban a casar... — dijo Finn con los ojos muy abiertos debido a que estaba sorprendido

— Finn, amigo, no estás ayudando — dijo Noah volviendo a caer en llanto.

— Lo siento, es que de verdad creí que...

— Por favor — susurró Noah quebrándose

— No llores, ya sabes mi imaginación está dañada debido a todos esos refrescos nutricionales que mi mamá me hace tomar — explicó Finn tratando de salvar la situación

— No es por eso — Noah lo miro con sus ojos rojos

— ¿Y entonces por qué? — preguntó

— Porque decidí que nunca sabré si me gustas si no lo intento ahora contigo Sadie, si hubiera tardado más, hubiera herido a mas personas — explicó Millie

— Pero nadie se enamora en una semana — Sadie atacó con diversión, en realidad estaba ocurriendo.

— Oh, no me conoces — rió la castaña recordando cuando vio a Noah por primera vez, ella no sabía si fue porque sus estupideces la hacían reír o simplemente por el hecho de tener siete años, pero desde que lo vio, Millie supo que lo amaba, y no se equivocó. Ella sonrió por eso.

— ¿Que tienes? — preguntó Sadie tomándole la mano a Millie dulcemente

— Nada — negó Millie con la intención de esfumar ese pensamiento, no funcionó

— Realmente me gustas Brown — dijo Sadie con simpleza dejando a la otra chica sin saber que decir, digamos que no estaba del todo segura que la chica le gustaba pero para eso estaba ahí, para descubrirlo, así que la besó.

— ¿Por eso trabajabas tanto? — dijo Finn con un rostro de tristeza viendo a su amigo asentir — No tenía idea, debí callarme, lo siento.

— Oh, está bien — suspiró Noah un poco más tranquilo

— ¿Sabes que deberíamos hacer? — Wolfhard anunció luego de unos minutos de silencio — Embriagarnos — soltó haciendo danzar sus cejas

— Oh no lo sé — negó Noah demostrando que quizá no era una gran idea

— Oh vamos, ¡nos divertiremos! — y solo eso bastó para convencer al castaño.

— OMG, ¿mis ojos acaban de ver a Finn Wolfhard y Noah Schnapp ir a por unos tragos? Wow, ¿pero que no estos dos se odiaban porque el bombón de Wolfhard quiso quitarle a su novia? Los rumbos que forma el destino ¿no? Bueno, les tendré informados del chisme del verano, se despide los ojos de la academia Blackburn.

197 me gustas 89 comentarios 3 repost

Limerence.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora