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Después de clases.

Adrien estaba algo nervioso ya que la amable maestra Miss Bustier, le pidió con bastante seriedad que se quedé unos minutos después de clases.

¿Hizo algo malo?

¿Le iba a dar un sermón por que siempre termina los ejercicios que ella les da, muy rápido?

Lo que sea, no podía pensar en algo bueno.

La mujer que miraba fijamente a su alumno, suspiro profundo.

No podía hacerlo sí las cosas eran así.

-Marinette, por favor, no escuches detrás de la puerta y ve a casa.

Pidió mientras Adrien miraba en dirección de la puerta que estaba cerrada, oyendo como alguien se iba corriendo, medio tropezando.

Inevitablemente sonrió al darse cuenta de que Marinette estaba preocupada por él, no como el traidor de Nino que cuando la maestra se acercó a ellos le gritó "¡fue culpa de Adrien!", antes de irse corriendo lo más rápido posible, dejándolo con la boca abierta para luego decirle la maestra que tenía que hablar con él.

Marinette lo quiso defender y Alya se quiso disculpar por lo que sea que hizo Nino (quien ahora debía estar en problemas con ellas) pero la maestra les dijo que no era un tema que ellas deban saber.

¡¿De qué le quería hablar?!

¿Será qué le quería preguntar sobre su madre?

Usualmente las personas prefieren no tocar ése tema por miedo a herirlo pero le vendría bien hablar con alguien que no sea Plagg, de éso.

-No tienes que estar tan nervioso, no estás en problemas ni nada por el estilo. - exclamó la mujer al verlo tan nervioso.

-¿De verdad? Que alivió, ya estaba asustado.

Y el rubio se relajó en su asiento.

Bueno... seguro estaría en problemas por llegar tardé a su casa pero éso no era de importancia ya que su padre siempre estaba enojado.

-Sólo quiero hacerte un par de preguntas ya que no te desenvuelves por completo en clases, cosa que hasta Marinette y Juleka pudieron y son más tímidas que tú.

Era obvio que mentía ya que Adrien era muy abierto con sus amigos pero necesitaba inventar algo.

-De acuerdo, pregunté lo que quiera.

Y gracias a su mentira, ahora podía hacer una pregunta disimulada para ver que responde su alumno.

-Bueno... seré directa y preguntó... sí tuvieses qué elegir a una de tus compañeras de clases para cuidarla, estar a su lado en la salud y la enfermedad, en la riqueza y la pobreza, hasta que la muerte los separé, ¿a quién elegirías?
Piensa en tu respuesta tranquil...

-A Marinette.- respondió el rubio, con una gran sonrisa, sin esperar a que la mujer terminé de hablar.

Miss Bustier, lo miró con asombro y su corazón se aceleró al instante que oyó éso.

¡Ni lo pensó a fondo! ¡Ella era su primer opción!

-¿P-por qué eliges a Marinette?- preguntó, intentando contener un gritó de alegría.

El ojiverde, miró por unos segundos a otro lado.

La verdad, al oír éso sólo pensaba en Marinette, obviamente que sí le pedía que piense en todas las chicas, primero pensaría en su amada Ladybug... pero... por un raro motivo, Marinette chocaba mucho con ésa respuesta.

-Lo que usted dijo, sólo me hace pensar en ella, en nadie más.
Sí me pide que piense en alguien más, creó que lo tendré que pensar mucho. - explicó con honestidad.

Marinette era la mejor amiga que podía desear así que era común querer cuidarla, ¿no?

-No te preocupes, éso es más que suficiente, te puedes retirar.

Con recibir ése permiso, Adrien se puso de pie, aliviado por que no fue tanto el tiempo que le tomó.

-De acuerdo, hasta luego y que tenga un buen día.

Y tras despedirse, el chico se fue.

Caline Bustier esperó unos segundos antes de acomodarse en su asiento, llevando sus manos atrás de su cabeza mientras sonreía.

Ése fue un buen día.

Continuará...

No lo debo hacer (Cancelado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora