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En el salón de clases.

Miss Bustier tenía sus ojos cerrados mientras luchaba mentalmente.

"No debo hacerlo, no debo hacerlo, no debo hacerlo, no debo hacerlo, no debo hacerlo, no debo hacerlo, no debo hacerlo, no debo hacerlo...
¡Lo debo hacer!"

La mujer, abrió sus ojos y miró en dirección de Marinette y Adrien quienes estaban estudiando para la prueba de matemáticas que tendrían.

Ella les dio permiso de estudiar en los últimos 10 minutos, pero creyó que Marinette estudiaría con Alya y Adrien con Nino, pero se equivocó.

Cambiaron de asiento ya que al parecer, Adrien entendía a la perfección algo que Marinette no y Marinette entendía a la perfección algo que Adrien no, así que se daban ayuda mutua.

Era mucho para ella el ver éso, Adrien tenía una mano sobre el hombro de Marinette mientras le explicaba por octava vez lo mismo y ella parecía estar intentando descifrar el secreto de la misma creación.

Marinette no estaba nerviosa ni nada pase a que hace unos días, le dijo a Adrien que le gustaba.

Algo habrá pasado luego de éso y ella no lo sabía.

¡La curiosidad la destrozaba!

Marinette, volteó su rostro para ver a Adrien y al estar el chico muy cerca, sus miradas quedaron a centímetros de la del otro.

Caline Bustier, se movió en su asiento, intentando ser fuerte.

Se prometió a ella misma no volver a shippear a sus alumnos y debía cumplir su promesa.

Adrien, se alejó un poco de Marinette, apenado.

-Bueno... me alegra que al fín entendieses.- dijo el chico.

La ojiazul, parpadeo un par de veces antes de volver su mirada a su cuaderno de estudio.

-S-sí... eres un gran maestro y tienes paciencia, muchas gracias, profesor Agreste. - bromeó Marinette.

La mujer, fruncio el ceño levemente al oír éso mientras Adrien sonreía y se tocaba el pecho, con orgullo.

-Profesor Adrien, para usted, señorita Dupain-Cheng.- siguió el juego el chico mientras Marinette sólo rodaba los ojos con una sonrisa.

Estaba conociendo lados de Adrien que nunca vio y... le gustaba.

-Muy bien, ahora es turno de que la sensei Marinette te enseñé a ti.- exclamó la chica y Adrien la miró, con sorpresa.

-No se vale, ¿por qué yo no fui un sensei?- preguntó.

-Adrien, es lo mismo.- dijo ella, no dándole importancia a que Adrien, era un poquito obsesionado con el anime.

-Pero me gusta mas el "sensei"- dijo el rubio pero Marinette lo ignoro y se puso a explicarle lo que él no entendía.

Miss Bustier, fruncio aun mas el ceño con lo que vio.

Marinette, estaba muy pegada a Adrien, hasta el punto de tener él que levantar su brazo y pasarlo alrededor de ella y posar su mano en la cabeza de ella, no dándole atención Marinette a éso.
Y sí éso no fuese poco, Adrien ni siquiera veía la hoja, oyendo la explicación, sólo veía a Marinette con una pequeña sonrisa.

¡Ése tipo quería ser shippeado de manera intencional! ¡No tenía dudas!

La mujer, gruño levemente y miró a otro lado para calmarse y no shippear a sus alumnos.

Alix, quien se había sentado con Max para que le explique lo que no entendía, estaba profundamente dormida, con su cabeza sobre la mesa, en dirección del chico quien lucía claramente algo avergonzado.

Miss Bustier, bajo su mirada y volvió a cerrar sus ojos.

Su salón de clases, era un campo minado de shipps.

Miré donde miré, encontraría alguien a quien shippear.

¡¿Por qué sus alumnos eran tan crueles con ella?!

¡¿No se daban cuenta qué esta en rehabilitación?!

Y así, Caline Bustier se dio cuenta de que su salón de clases, era una mina de oro para un shipper.

Continuará...
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¡Hola!

Ya se me ocurrió una segunda parte para esta historia y aquí, le damos inició 👏👏👏

Espero que les haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

No lo debo hacer (Cancelado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora