La preocupación por Jin crecía día a día en el corazón de Yoongi, como una sombra que se cernía sobre su felicidad. A pesar de sus esfuerzos por mantener una actitud optimista, no podía ignorar la evidente fatiga y desgano que consumían a su amado robot.
Las semanas pasaban sin dar tregua, y el verano se acercaba rápidamente. Los planes de viajar a Venecia con Jin se desvanecían ante la preocupación creciente por su salud. Cada vez era más raro ver a Jin fuera de la cama, su energía parecía desvanecerse lentamente, dejando tras de sí un rastro de apatía y agotamiento.
— ¿Jinnie? —llamó Yoongi con voz suave, apartando la mirada del libro que sostenía para observar a su pareja con preocupación— ¿Estás bien?
— ¿Huh? —su respuesta fue apenas un murmullo incoherente, sus ojos parpadeaban lentamente como si luchara por mantenerse despierto, intentando disimular el hecho de que sus circuitos estaban colapsando y sentía que todo a su alrededor daba vueltas.
El pelimorado sintió un nudo en el estómago al ver el evidente deterioro de su amado.
Los pasos de Yoongi resonaron en la habitación, mientras dejaba de lado el libro y se acercaba a Jin para envolverlo con sus brazos en un abrazo reconfortante. El pelinegro, a pesar de su fatiga y agotamiento, respondió con una sonrisa leve, iluminando su rostro con un destello de ternura.
— Te quiero, Jin —susurró Yoongi, sintiendo el latido acelerado de su corazón mientras abrazaba a su amado robot.
Jin devolvió el abrazo con la misma intensidad, aferrándose a Yoongi como si su vida dependiera de ello. A pesar de la debilidad que lo invadía, sus palabras resonaron con sinceridad y emoción en la habitación.
— Yo también te quiero, Gi —respondió Jin con voz ronca, dejándose llevar por la calidez del abrazo de su pareja.
El corazón de Yoongi se apretó al ver lo frágil que estaba él en ese momento, lo débil que se había vuelto. Podía sentir la desesperación creciendo en su interior mientras luchaba por encontrar una solución.
— ¿Quieres hacer algo juntos? —preguntó Yoongi, buscando distraer a Jin de su malestar—. Estoy aquí para ti, todo el tiempo que necesites.
Jin suspiró suavemente, apoyando su cabeza en el hombro de Yoongi mientras cerraba los ojos con cansancio.
— Solo quiero abrazarte el resto del día —murmuró, aún tomado de la cintura buscó aferrarse a su pareja.
Yoongi observaba con preocupación la fragilidad de Jin en ese estado. Su cuerpo parecía más débil de lo habitual, apenas podía mover sus brazos y luchaba por mantener los párpados abiertos. Era evidente que su energía estaba fallando, pero lo que más alarmaba al pelimorado era la sensación de que algo fundamental en Jin estaba comenzando a fallar, algo que podría considerarse el "corazón" del robot.
Con cada respiración entrecortada y cada gesto de agotamiento en el rostro de Jin, Yoongi sentía cómo se apretaba un nudo en su pecho. Sabía que tenía que hacer algo, pero se sentía impotente ante la situación. No podía reparar el corazón de Jin, ese núcleo esencial que latía con la esencia de su ser.
Acarició suavemente el cabello de Jin, sintiendo la fragilidad de su cuerpo contra el suyo. Sabía que el tiempo que les quedaba juntos era limitado, y el pensamiento lo llenaba de dolor.
— Yoon, sé que ya no queda mucho tiempo —susurró Jin con resignación, enfrentando la realidad que ninguno de los dos quería aceptar.
Las lágrimas llenaron los ojos de Yoongi mientras abrazaba con más fuerza a Jin, para que él no lo viera, deseando con todo su ser poder detener el inexorable paso del tiempo.
— Shh... —susurró Yoongi con voz quebrada, casi incapaz de contener la tristeza que lo embargaba—. No lo digas...
No había notado lo mucho que se había enamorado de él hasta que fue demasiado tarde.
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cien días | yoonjin.
Fiksi PenggemarNo siempre se necesita a otro humano para conseguir la felicidad. '❜ yoongi | seokjin. 𝗔𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻. ⎯⎯ • Créditos correspondientes a mi niña, @SrtaGurdensenS2