Capítulo Uno.

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9:03 a.m.

Era un sábado por la mañana y Eddie ya había despertado desde hace algunos minutos, ahora se encontraba eligiendo qué debía vestir, pues llevaría a sus hermanas al parque o tal vez al cine, no sabía con certeza aún.

Frente a él había dos hoodies de diferentes colores, uno tono rosa y el segundo de un tono menta con diminutos puntos negros.

Después de varios minutos pensando en cuál se vería mejor, finalmente se decidió por el de tono menta y puntos negros, junto con un par de jeans ajustados color negro, Eddie creía verse bonito así.

Sonrió satisfecho viéndose en el gran espejo de su habitación. El hoodie le quedaba algo grande, el borde de éste le llegaba a la mitad de los muslos y las mangas lograban ocultar sus pequeñas manos.

El mayor de la familia Kaspbrak venía bajando las escaleras con sus manos dentro de los bolsillos de su hoodie, cabizbajo, enfocándose en los escalones.

Desayunó junto a sus hermanas y su madre, quien se veía cansada y sin ánimos.

¿Mami está bien? – Preguntó Jessica, que tomaba una de las manos de su hermano mayor. Eddie suspiró e intentó darle una sonrisa a su hermana.

Después de varios minutos caminando, sus hermanas comenzaban a fastidiarse, puesto que no tenían dirección alguna. Eddie pensó y pensó, hasta que logró ver a lo lejos una colorida tienda, quería ir ahí... Y así lo hizo.

Elijan lo que quieran, avísenme cuando terminen. – Dijo el mayor, intentando parecer desinteresado en todo lo que había en aquel lugar.

Todos los colores que existían y hasta los que él no conocía estaban frente a sus ojos dentro de pequeñas botellas de vidrio, literalmente.
Comenzó a ver todo lo que ahí había, desde pequeños esmaltes hasta uñas falsas y muy largas.

¿Buscabas algo en específico? – Preguntó amablemente una señora de tal vez 35 años de edad, lo veía de manera atenta y una sonrisa en su rostro, esperando alguna respuesta.

El joven de dieciséis años negó con su cabeza, sonriéndole de vuelta.
No, muchas gracias. Sólo espero a mis hermanas. – Contestó, mientras veía a la señora asentir y alejarse.

Se acercó a las antes mencionadas, viendo cómo llenaban el cesto de la tienda con varios tonos del mismo color, sonrió al notar especialmente uno.

Oh vamos, chicos. No es porque yo quiera, ¿saben? – Habló el de lentes hacia su grupo de amigos, éstos lo veían de una mala forma.

¿No puedes ir tú solo, después de que nos separemos? No nos interesa ver ese tipo de cosas. – Contestó el judío, metiéndose el último trozo de su última galleta a la boca, los demás lo vieron mal.

Podemos ir al cine, hay una película nueva. – Opinó Ben, a lo que Bill y Mike asintieron con ganas de que aquella disputa llegara a su fin, no querían discutir otra vez.

Y ahí estaban, un grupo de seis amigos discutiendo sobre qué hacer un sábado a las 10:13 de la mañana.
Por otro lado, Richie estaba inquieto.
Debía comprarle los esmaltes de uña que su mamá le había pedido, pues sus padres tendrían una cena hoy y la señora Tozier quería lucir perfecta para su amado.

Podrían esperar aquí? Realmente debo comprar esas estúpidas pinturas. – Preguntó el bocazas dirigiéndose a sus amigos, ellos asintieron.

Esmaltes. – Corrigió la pelirroja, ganándose un giro de ojos por parte de Richie, ésta rió.


Eddie se encontraba pagando aquellos esmaltes que sus hermanas habían cuidadosamente elegido, hasta que lo vió.
Richie Tozier estaba entrando a aquella tienda, aunque no se veía precisamente feliz.

El castaño se apresuró a tomar la bolsa en donde se encontraban las cosas que habían elegido e intentó salir de ahí de la manera más rápida pero discreta que se le había ocurrido, fingir que los llamaban desde fuera.

¿Qué haces?  – Preguntó Elisa, confundida por todo lo que el mayor gritaba.

Ya vamos, mamá. Jessica no se apresura. – Habló a la nada, tomando las manos de sus hermanas, yendo a dirección hacia la salida y recibiendo a su vez miradas confusas de varias personas.

Richie estaba observando al castaño, sonrió de manera instantánea al ver cómo fingía que debía irse. Le pareció divertido, así que se acercó y tomó la muñeca de una de sus hermanas, Eddie volteó y lo vió.

Esos tiernos ojos color avellana viéndolo eran suficiente para que a Richie se le quitara el malhumor.

D-Déjala, por favor. Debemos irnos, mamá espera. – Mintió. Mintió y no se sintió bien. Por suerte, Richie no era tonto. O al menos no en este tipo de cosas.

Está mal mentir, Eddie. – Pensó el cuatrojos mientras soltaba a la pequeña niña.

Ayúdame a elegir algún color para mi mami, pequeña. Por favor. – Richie estaba intentando hacer que el asmático se quedara más tiempo. Por desgracia del castaño, su hermana aceptó.

Me llamo Jessica, no pequeña. – Dijo hacia el más alto, aunque éste realmente no le estaba prestando mucha atención.
Estaba muy distraído pensando en cómo sería abrazar a Eddie, sentir su suave mejilla contra su pecho a la hora de tenerlo entre sus brazos.

¿Tú crees que está mal querer a alguien con el que apenas hablaste? – Preguntó Eddie a su mejor amigo Asher, quien estaba sentado en una silla movible, deslizándose de un lado a otro.

El invitado negó con la cabeza.

Yo creo que no está mal, digo, tal vez te gusta su físico. – El más pequeño negó, estaba seguro que le gustaba Richie por otra razón.

Él no solía enfocarse tanto en el físico de los demás.

Más no dijo otra cosa, no quería arruinarlo y que supiera que le gustaba Tozier.

18:07 p.m.

¡Vamos, déjate! No seas un mal hermano. – Las pequeñas Kaspbrak pedían al mayor dejarse pintar las uñas, por suerte Asher ya se ha ido.Pensó Eddie.

Finalmente éste aceptó, esperaba no arrepentirse o que le quedaran mal, ya que sus hermanas eran todavía algo pequeñas como para que tuvieran una gran precisión.

18:36 p.m.

Por suerte no habían tardado tanto, ya que Jessica pintaba una mano y Elisa la otra, Eddie sonrió viendo sus uñas.

Eran de un tono rosa, un rosa palo o tal vez era un tono lila. No sabía con exactitud, pero lo que sí sabía era que le habían gustado mucho.







~Espero les guste, este es el primer capítulo y realmente me sigo sintiendo emocionada al hacer esto.

>cucumberhead6.

Pink nails ¦ Reddie. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora