Pink nails ¦ Reddie.

Capítulo Seis.

Ya habían pasado dos meses desde que Eddie ayudaba a Richie con la materia de física.
Dos meses desde que Tozier acompaña a Kaspbrak a su casa.

Ahora se encontraban en el hogar de la familia K, las pequeñas adoraban tener al cuatrojos ahí. Él dejaba cepillar sus rizos e inclusive pintarse las uñas, las niñas le decían "Príncipe Richie."

Te ves gracioso así, Rich. - Habló el pecoso entre risas, haciendo desaparecer sus ojitos al sonreír.

La palabra que buscas es "adorable" Eds. - Intentó defenderse el azabache, pero lo único que había provocado eran más risas por parte del chico.

Tozier tenía las uñas pintadas de color verde fluorescente, una brillante tiara sobre su coronilla y sus labios pintados de un color rojo intenso.

Las niñas ahora se encontraban jugando del otro lado de la habitación, pues querían dejarles privacidad a los príncipes.

Sí, Richie. Lo que tú digas. - Su risa se calmó, dándole paso a los rugidos de su estómago.

Ya era algo tarde, el más alto había pasado todo el día con el pecoso y sus hermanas.

Ya se había vuelto una costumbre ver a Richie en casa de la familia K, pues ahí eran las clases que Eddie le daba a Tozier.

El castaño le había dicho al cuatrojos que ya no era necesario que él fuese a su hogar, pues ya se sabía los temas.
Aunque fue imposible, ya que el mayor quería seguir yendo.

Vamos a cenar, Eds. También tengo hambre. - Habló Richie al escuchar los ruidos que el estómago contrario hacía.

Cocinemos algo aquí, Rich. Mamá se enojará conmigo si sabe que salí de noche con mis hermanas. - Contestó, esperaba que Tozier no se molestara.

No hay problema, Eddie spagueti. - Bromeó con el nombre ajeno, rió al ver la cara molesta del pecoso.

Ya te he dicho que no me llames así. ¡Mis hermanas han comenzado a hacerlo también! - Regañó mientras se levantaba de donde estaba, dirigiéndose a sus hermanas.

Prepararemos algo de cenar, ¿Tienen hambre? - Preguntó Eddie a sus hermanas, inclinándose un poco hacia ellas.

No, gracias Eddie. - Hablaron al unísono, lo que provocó una mirada confusa hacia ellas.

Muy bien, tienen la habitación para ustedes solas, entonces. - Habló el mayor de los tres, las dos pequeñas asintieron.

Eddie regresó donde antes estaba sentado, encontrándose con un Richie despeinado y sin labial. Quería arreglar el cabello ajeno, aunque no lo hizo.

Richie se veía más bonito así.

Una vez en la cocina, el pequeño habló.

¿Qué tienes en mente, chef? - Preguntó a la vez que se lavaba las manos.

Haremos un gran y majestuoso sándwich. – El mayor rió, él realmente no sabía cocinar.

Oh, muy bien. Espera un poco, sacaré los ingredientes. – El pequeño asmático avisó mientras comenzaba a buscar las cosas necesarias para hacer el emparedado.

Richie.

Después de pocos minutos observando a Eddie, no pude resistir la risa.

Kaspbrak estaba de puntillas frente a un mueble, intentando bajar las rebanadas de pan.

¿Necesitas ayuda? – Pregunté sonriendo hacia él, aunque no podía verme.

No, gracias. Yo alcanzo. – Contestó, a lo que yo nuevamente reí.