Pink nails ¦ Reddie.

Capítulo Dos.

Lunes, 7:26 a.m.

Richie iba caminando tranquilamente hacia su colegio, auriculares en sus orejas y un gorro de lana cubriendo su alocado cabello.

Iba tarde a su primera clase, lo sabía. Pero no le importaba, ya que estaba atrasado por más de veinte minutos.

Era eso, o era porque frente a él estaba Eddie, jugando con las mangas de su hoodie*. Se veía algo distraído, parece que está viendo algo entre sus manos.

Tozier tenía curiosidad, pero no se atrevió a acercarse, no quería poner incómodo al más pequeño como cuando se lo encontró en el salón de clases.

…

Lle-llegaste tarde, Richie. – Dijo Bill con un toque de sorpresa en su voz, el cuatrojos era de los primeros en venir, aunque eso suene imposible.

Me quedé dormido. – Contestó mientras copiaba el apunte de biología que se había perdido, del cuaderno de Ben.
Pasaron algunos minutos de risas, principalmente hacia el bocazas, ya que algunos comentarios eran burlas hacia este mismo.

¿Debo besarte para despertarte, príncipe? – Habló esta vez Beverly, haciendo referencia a la película La bella durmiente. 
Rió al imaginarse a su amigo en un lindo vestido rosa.

Él es gay, Bev. No te gastes intentando. – Habló el de tez obscura, recibiendo un ligero sonrojo por parte de la pelirroja, aunque risas por parte de sus amigos.

El cuatrojos no escuchaba realmente todo lo que sus amigos decían sobre él, estaba absorto en sus pensamientos y su vista clavada en él.

O en ellos.

…

Normalmente las sillas en ese colegio debían de haber dos personas; sentarse con tu pareja o con tu mejor amigo, tal vez.

Eddie era la excepción todos los días, o eso pensaba hasta que su amigo de toda la vida, el único que sabía sobre sus secretos, entraba por esa puerta.

Déjame entender, espera. – Pidió el pequeño, una sonrisa más grande que la que tenía en el rostro no existía. – ¿Te transfirieron aquí por tus buenas notas? ¿Ahora estarás conmigo en todo el día? – Pregunta tras pregunta, el ojiverde negó con la cabeza.

Sólo compartiré una hora contigo, pero podremos pasar juntos el receso e irnos juntos a tu casa. – Eddie hizo una pequeña mueca al oír aquello, aunque pasar el 25% de su día con su mejor amigo, lo hacía más que feliz.

Asher tuvo que irse, no sin antes abrazar al pequeño asmático y depositar un cariñoso beso sobre su frente.

Richie lo vió y sólo quería golpear la mandíbula de ese cara bonita, no sabía ni el porqué.

8:32 a.m.

La profesora había faltado y Eddie sólo quería desaparecer.
El matón del colegio estaba en su salón, observando a los adolescentes que se encontraban ahí.

Por favor, no me notes. – Suplicó Kaspbrak en su mente, mientras ocultaba sus manos dentro de su hoodie.

La noche anterior había olvidado quitar el esmalte de sus uñas y eso lo tenía más preocupado que los exámenes que se aproximaban.

…

Jackson, ese era el nombre del mismísimo demonio que estaba en la entrada de el salón, tal vez está cazando a su nueva presa. – Pensó el de cabello azabache, se tensó al ver cómo se acercaba a Eddie.

No, no, no. Por favor. Él no. – Murmuró.

Intentó acercase y ayudarlo, pero Uris lo tomó del brazo, impidiendo que siquiera se levantase de su asiento.

N-No hagas estu-estupideces, Richie. E-Esta vez no. – Murmuró Bill, preocupado y sorprendido al ver a su amigo reaccionar de tal manera.

Tozier no tuvo otra opción que resignarse y obligarse a observar cómo Eddie era golpeado por ese bestia.

El pequeño Eddie se cubría la cabeza con sus pequeños brazos, mientras que Jackson intentaba golpear su rostro con sus manos hechas puño.

Aquí no se aceptan maricas, Kaspbrak. – Gritó Jackson, observando las manos del chico situado en el suelo.

El gigante había notado sus uñas delicadamente pintadas.

Así fue durante tal vez tres minutos seguidos, hasta que una bola de papel con saliva fue arrojada en su dirección, ésta quedándose adherida a su frente.
Todos rieron al ver esa escena, Jackson maldijo e insultó a todos ahí presentes y se fue.

Todos rieron, excepto Richie. Él, en cambio, se acercó al pecoso.

Este segundo se levantó de prisa, lo único que pude hacer fue ocultar sus manos y agachar la cabeza, no quería que su amor platónico lo viera de esa forma.

Corrió hacia el baño, ignorando la mirada de todos, de Richie.

…

Tal vez ya todos saben que me gusta un chico. – Pensó Eddie, sintiendo lágrimas deslizarse por sus mejillas.

Limpiaba con delicadeza su labio, éste cubierto de sangre, al igual que una de sus fosas nasales.

9:24 a.m.

Eddie había llamado a Asher, éste no contestó. Tal vez él sí está en clase. – Pensó.

Escuchó la puerta de los sanitarios abrirse, con terror se escondió en uno de los cubículos.

Deseó no haberlo hecho.

* : sudadera  en español, una foto al principio del que usaba Eddie hoy.

~Segundo capítulo y siento que voy rápido, pero la verdad sólo voy escribiendo lo que se me ocurre, aunque claro, intento no desviar la historia con la descripción.
>cucumberhead6.