Capítulo Cuatro.

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Eddie.

Parecía que nada de lo que habíamos hecho recién ayer fue verdad, pues Richie estaba ignorándome.

Era de esperarse.

6:48 a.m

Estaba de camino al colegio como siempre, hasta que vi a Tozier un par de pasos delante de mí, decidí acercarme siquiera a saludar.

Buenos días, Richie. - Saludé con una sonrisa en mis labios, hablar con él me hacía sentir alegre.

Pero no contestó, ni siquiera volteó a verme.

Debo admitir que me dolió su comportamiento, me había ilusionado un poco y hasta pensé que podríamos haber llegado a una linda amistad, pero me equivoqué... Otra vez.

Vi como se alejaba de mí y opté por dejar de seguirle el paso, hasta que mi vista ya no lo veía más.

Llegué al colegio un poco tarde, estaba comenzando a ser una costumbre que debía dejar desde ya, no podía arriesgar perder la beca que con honores conseguí.

A lo lejos pude observar a mi único y mejor amigo, estaba charlando con alguien más. No le tomé importancia, así que sólo me metí al salón y esperé a que la profesora llegase.

Mientras esperaba saqué una libreta de mi mochila y la puse sobre mi mesa, decidido en comenzar a hacer garabatos en el.

Garabatos o no, debo admitir que este dibujo me ha salido bastante bien.
Nunca antes lo había intentado y gracias a mi aburrimiento, encontré que soy bueno en esto.

Y así pasaron los minutos, hasta que en toda una hoja completa había dibujos de una pareja de chicos, en algún par estaban tomados de las manos.

Hasta que llegó la profesora, por detrás venía Asher.

Le sonreí y él me devolvió el gesto, aunque no se sentó a mi lado. Fue extraño, ya que me había dicho que estaríamos juntos en todo lo que compartíamos.

Al fin comenzaba la clase, así que decidí prestar atención y anotar todo lo que hacía en la pizarra, claramente en una nueva hoja.

...

Richie.

Eddie me había agradado, no era para nada el mismo chico que describían. De mí habían inventado muchas cosas y algunas muy merecidas, pero, ¿por qué inventar mierda sobre un chico tan dulce y bonito?

No entendía a la gente y tal vez jamás lo haga, pero lo que sí quiero entender es la razón por la cual molestan tanto a Eddie.

Mi plan era no hablarle más y observar qué hace en todo el día aquí en el colegio, para después saber si todo lo que decían era cierto o no.

Tal vez la manera más fácil de hacerlo es acercarme mucho a él, conocerlo. Pero cualquier persona, por más inocente e ingenua que sea, terminará mintiendo en algo, así sea importante o no.

Este plan lo estoy llevando a cabo desde la mañana, espero aguantar sin hablarle una semana siquiera.

Estaba pensando en muchas cosas más, hasta que la profesora decidió que era buena idea distraerme. Claramente no lo fue.

Richie, ¿Puedes levantarte y resolver esto, por favor? - Preguntó la cuarentona, a lo que asentí.
Estaba fácil, ¿verdad? Sólo era balancear un elemento químico.

Pink nails ¦ Reddie. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora